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Main.ManuelBroseta History

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May 25, 2023, at 01:15 AM by 84.121.200.250 -
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!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (Catalanisme and anticatalanism) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!![[#catalanismo_y_anticatalanismo]]1 - Catalanismo y anticatalanismo (Catalanisme and anticatalanism) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (The paella of the Catalan Countries) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!![[#la_paella_dels_paisos_catalans]]2 - La paella de "Els Països Catalans" (The paella of the Catalan Countries) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!!3 - Problemas valencianos (Valencian Problems) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!![[#problemas_valencianos]]3 - Problemas valencianos (Valencian Problems) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!!4 - València forta i gran (An strong and great València) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!![[#valencia_forta_i_gran]]4 - València forta i gran (An strong and great València) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (A Highway for València) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
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!![[#una_autopista_para_valencia]]5 - Una auto(vía)pista para Valencia (A Highway for València) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
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!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (Catalanisme et Anticatalanisme) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!![[#catalanismo_y_anticatalanismo]]1 - Catalanismo y anticatalanismo (Catalanisme et Anticatalanisme) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (La ''paella'' des Pays Catalans) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!![[#la_paella_dels_paisos_catalans]]2 - La paella de "Els Països Catalans" (La ''paella'' des Pays Catalans) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!!3 - Problemas valencianos (Des problèmes valenciens) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!![[#problemas_valencianos]]3 - Problemas valencianos (Des problèmes valenciens) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!!4 - València forta i gran (Une Valence forte et grande) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!![[#valencia_forta_i_gran]]4 - València forta i gran (Une Valence forte et grande) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (Une autoroute pour Valence) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
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!![[#una_autopista_para_valencia]]5 - Una auto(vía)pista para Valencia (Une autoroute pour Valence) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
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!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (Katalanismus und Anticatalanismus) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!![[#catalanismo_y_anticatalanismo]]1 - Catalanismo y anticatalanismo (Katalanismus und Anticatalanismus) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (Die ''Paella'' der katalanischen Länder) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!![[#la_paella_dels_paisos_catalans]]2 - La paella de "Els Països Catalans" (Die ''Paella'' der katalanischen Länder) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!!3 - Problemas valencianos (Valencianische Probleme) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!![[#problemas_valencianos]]3 - Problemas valencianos (Valencianische Probleme) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!!4 - València forta i gran (Eine starke und große València) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!![[#valencia_forta_i_gran]]4 - València forta i gran (Eine starke und große València) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (Eine Autobahn für València) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
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!![[#una_autopista_para_valencia]]5 - Una auto(vía)pista para Valencia (Eine Autobahn für València) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
May 25, 2023, at 01:01 AM by 84.121.200.250 -
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!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!![[#catalanismo_y_anticatalanismo]]1 - Catalanismo y anticatalanismo (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!![[#la_paella_dels_paisos_catalans]]2 - La paella de "Els Països Catalans" (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)
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!!3 - Problemas valencianos (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!![[#problemas_valencianos]]3 - Problemas valencianos (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)
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!!4 - València forta i gran (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!![[#valencia_forta_i_gran]]4 - València forta i gran (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
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!![[#una_autopista_para_valencia]]5 - Una auto(vía)pista para Valencia (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)
May 06, 2023, at 05:13 PM by 84.121.200.250 -
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[[#bio]]Wenn in der jüngeren valencianischen Geschichte jemand die Bezeichnung Überläufer in Großbuchstaben verdient, dann ist es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Er war Professor für Handelsrecht, hatte an der "London School of Economics" studiert und verfügte über einen brillanten akademischen Lebenslauf (das muss gesagt werden). Er war der wichtigste Förderer des "Tisches der politischen Kräfte des Landes Valencia" während der spanischen Transition zur Demokratie. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Hier kann man ein komplettes biographisches Profil von ihm lesen (wobei der/die Autor(en) allerdings nur oberflächlich von seiner politischen und antikatalanischen Aktivität sprechen)]].
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[[#bio]]Wenn jemand in der jüngeren valencianischen Geschichte die Bezeichnung Überläufer in Großbuchstaben verdient, dann ist es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Er war Professor für Handelsrecht, hatte an der "London School of Economics" studiert und verfügte über einen brillanten akademischen Lebenslauf (das muss gesagt werden). Er war der wichtigste Förderer des "Tisches der politischen Kräfte des Landes Valencia" während der spanischen Transition zur Demokratie. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Hier kann man ein komplettes biographisches Profil von ihm lesen (wobei der/die Autor(en) allerdings nur oberflächlich von seiner politischen und antikatalanischen Aktivität sprechen)]].
May 06, 2023, at 05:12 PM by 84.121.200.250 -
Added lines 1030-1295:

>>quote<< "El reto social está planteado y se sintetiza en la siguiente pregunta: ¿Pueden las autovías que proyecta el MOPU para unir Valencia y Madrid satisfacer las necesidades del presente y del futuro de Valencia cuando estén terminadas?

Una respuesta exige dilucidar varias cuestiones.\\

I

El proyecto oficial diseñado desde el Ministerio madrileño consta de dos partes: convertir en autovía la carretera actual más larga de Madrid a Valencia por Albacete, que supone un trayecto de 100 kilómetros más que la actual N-III por Motilla del Palancar, y convertir en autovía alrededor de los 2/3 de la actual carretera nacional, pero no en su totalidad.\\

La oferta y la decisión del MOPU parecen inadecuadas e insuficientes. Tanto según las necesidades actuales de Valencia, como para las futuras, si Valencia quiere, como puede, convertirse en el primer puerto español del Mediterráneo. Es inadecuada, porque es inaceptable que nos ofrezcan una autovía que alargará en 100 kilómetros la distancia con Madrid. Es inadecuada la segunda oferta, porque es incompleta al mantener 1/3 de su trazado en su lamentable situación actual.\\

Demasiado larga una autovía lo que la hará siempre rechazable e impracticable para unirnos a Madrid. Incompleta e insuficiente la otra autovía.\\

II

Frente a esta oferta viaria, el presidente de la CEV ha pedido unir Madrid a Valencia no por las autovías proyectadas, sino por una autopista, libre o en su defecto de peaje, como única solución al tráfico actual de pasajeros y de mercancías y a la expansión del futuro económico y social de Castellón y de Valencia. Para convertir a nuestra Comunidad en el factor dinámico que debe ser, en un mundo moderno en el que las comunicaciones por autopista y no por autovía son factor esencial y determinante de su desarrollo económico y social.\\

Esta iniciativa empresarial demuestra la vitalidad de un sector de la sociedad civil valenciana, quizá nuestro único sector dinámico, de esta sociedad civil que los sociólogos modernos afirman ser más importante que la estatal, que la administrativa o pública o que la política.\\

III

Las autovías propuestas parecen insuficientes para las necesidades del tráfico presentes y mucho más para el futuro. Y son, en todo caso, insuficientes si se desea fomentar la presencia económica de nuestra Comunidad en el resto de España.\\

Ya serían insuficientes ahora, en el supuesto de que estuvieran terminadas, porque el actual tráfico de mercancías y de pasajeros no abandonaría la ruta más directa de la N-III para utilizar la más larga por Albacete que supone hacer 100 kilómetros más de carretera. Ni el coste económico, ni el tiempo empleado, ni las directivas de la CEE sobre tiempo máximo de conducción al volante harán utilizable esta solución larga, que al parecer de los expertos nace fallida para unir Madrid a Valencia. ¡Parecemos dispuestos a repetir el error histórico del ferrocarril a Madrid por Albacete, que es la causa de nuestras terribles comunicaciones ferroviarias con Madrid!\\

IV

Pero por donde más se nota la insuficiencia de las autovías es si se las contempla desde la perspectiva de lo que necesita nuestra Comunidad para asumir en el futuro la importancia social y económica que nos debe corresponder.\\

Desde esta perspectiva, Valencia es la primera región exportadora que necesita comunicaciones con todas las capitales de España, y Madrid es la más importante de todas. Valencia y Castellón -pues Alicante tiene su propia conexión directa- deben convertirse en los puertos de Madrid, de Castilla entera y desde ella en los puertos del tráfico mediterráneo hacia el Cantábrico. Con la autopista que se pide, Castellón y Valencia se convertirían incluso en paso del tráfico de mercancías de Madrid a Cataluña y de Cataluña a Madrid, porque éste preferiría hacerlo todo por autopista, como ocurre en toda Europa. Y por aquí pasaría todo el tráfico a Madrid y a la mayor parte de Castilla, proveniente del Mediterráneo y de toda la Europa del Sur.\\

V

En suma, que el futuro económico y social depende en parte de las comunicaciones, y para las de carretera la autopista es insustituíble como lo demuestra la Europa occidental.\\

La autopista con Madrid es esencial para nuestro futuro. Para comprenderlo así pensemos lo que sería hoy de Alicante, de Castellón y de Valencia sin la autopista que las une. El mayor caos reinaría en nuestra Comunidad sin esta autopista. Imaginemos lo que sería el tráfico Madrid-Valencia con autopista, y su incidencia en el futuro de nuestra Comunidad.\\

El presidente de la CEV, Pedro Agramunt, brindaba ayer la tarea al Presidente de la Generalidad. Tarea de los políticos es estudiar los proyectos para hacer posible lo que imposible parece y para convertir en realidad lo que parace utopía".
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(:if userlang de:)
(:title Manuel Broseta:)
!Manuel Broseta Pont

%rframe% [[https://www.antiblavers.org/galeria/displayimage.php?pos=-434|https://www.antiblavers.org/galeria/albums/personatges/thumb_broseta.jpeg"Manuel Broseta"]] | [--Manuel Broseta--]
>>continguts<<
'''Inhaltsverzeichnis'''
* [[#bio|Manuel Broseta Pont]]
* Artikel in "Las Provincias":
** [[#catalanismo_y_anticatalanismo|Catalanismo y anticatalanismo (Katalanismus und Anticatalanismus]]
** [[#la_paella_dels_paisos_catalans|La paella dels Països Catalans (Die ''paella'' der "katalanischen Länder")]]
** [[#problemas_valencianos|Problemas valencianos (Valencianische Probleme)]]
** [[#valencia_forta_i_gran|València forta i gran (Eine starke und große Valencia)]]
** [[#una_autopista_para_valencia|Una auto(vía)pista para Valencia (Eine Autobahn für Valencia)]]
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[[<<]]

[[#bio]]Wenn in der jüngeren valencianischen Geschichte jemand die Bezeichnung Überläufer in Großbuchstaben verdient, dann ist es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Er war Professor für Handelsrecht, hatte an der "London School of Economics" studiert und verfügte über einen brillanten akademischen Lebenslauf (das muss gesagt werden). Er war der wichtigste Förderer des "Tisches der politischen Kräfte des Landes Valencia" während der spanischen Transition zur Demokratie. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Hier kann man ein komplettes biographisches Profil von ihm lesen (wobei der/die Autor(en) allerdings nur oberflächlich von seiner politischen und antikatalanischen Aktivität sprechen)]].

Er war ein Mann von Mitte rechts mit einem eindeutig katalanistischen Diskurs während der 70er Jahre (er nahm mit Begeisterung am I. Kongress der katalanischen Kultur 1977 in Barcelona teil). So war er die große Hoffnung vieler in Bezug auf die Förderung einer valencianischen und valencianistischen Mitte rechts, im Stil der CIU in Katalonien. So war er einer der wichtigsten Berater des prä-autonomen Präsidenten Albinyana.

Aber gegen Ende der 70er Jahre fand Brosetas fortschreitende Blaverisierung statt, bis zu dem Punkt, dass er einer der Hauptverursacher des aktuellen Wortlauts des valencianischen Autonomiestatuts war, in dem die gesamte Blaverismus-Symbolik gesammelt ist, zum Beispiel, insbesondere die Definition des Valencianischen als "eigene Sprache". Er trug auch zur politischen Praxis des Blaverismus bei, und zwar durch seine politische Beteiligung an der UCD und an der Ausarbeitung der Doktrin der Partei in der Presse (in "Las Provincias", um genau zu sein). Seine Verdienste um die spanische Sache erreichten ihren Höhepunkt, als er 1982 (als Staatssekretär für die Regionalregierungen) einer der Hauptverfasser des LOAPA (Organisches Gesetz zur Harmonisierung des Autonomieprozesses) war. Dieses Gesetz, eine der deutlichsten Folgen des versuchten Staatsstreichs von 1981, beschnitt zahlreiche Kompetenzen der autonomen Gemeinschaften, die damit an die Zentralregierung zurückfielen. Als die UCD genau 1982 zusammenbrach, blieb er der aktiven Politik fern (mit gelegentlichen Ausflügen in "Las Provincias"). Es heißt, dass er kurz vor seinem Tod im Januar 1992 (durch einen Genickschuss eines ETA-Aktivisten) seine Rückkehr in die Politik plante, dieses Mal in die Hände der PP.

Für diesen unglaublichen Wandel gibt es verschiedene Erklärungen. Einige sagen, dass Manuel Broseta um jeden Preis in die Politik gehen wollte. Und da damals in Valencia die UCD die Option war, die seinen Neigungen am besten entsprach, spielte Broseta das Spiel mit, das von Abril Martorell vorgegeben wurde, der, wie wir bereits erwähnt haben, in jedem Fall der Hauptinitiator des Blaverismus war. Andere sagen, dass er, da er im Grunde ein Mitte-Rechts-Anhänger war, Angst vor der überwiegend linken Ausrichtung hatte, die der valencianische Nationalismus während der spanischen Transition zunehmend annahm.

Der wahre Grund scheint eher irdischer Natur zu sein. Manuel Broseta war mit einer Französin verheiratet, die den Nachnamen Dupré trug, und als Dozent an der juristischen Fakultät der Universität València hatte er eine außereheliche Affäre mit einer seiner Studentinnen, Sol Bacharach (ehemalige ''Fallera Major'' von València im Jahr 1972 und eine Zeit lang Professorin an der Iurafakultät der Universität Valencia für die Handelsrechtabteilung ihres Mannes). Und dieses Abenteuer ging so weit, dass Broseta seine erste Frau verließ und schließlich Sol heiratete, mit der er weitere Kinder hatte. Diese zweite Frau stammte aus dem valencianischen Establishment (mit einem Nachnamen deutschen Ursprungs), war völlig kastilisiert und total pro-spanisch. Es scheint, dass es der Einfluss dieser Frau, ihrer Familie und der sozialen Schicht seiner neuen Frau war, der dazu führte, dass er sowohl seinen ursprünglichen Katalanismus aufgab als auch zu den überzogenen pro-spanischen und anti-katalanistischen Positionen überging.

Alles, kurz gesagt, sehr irdisch. Aber auch sehr erbärmlich und unglücklich.

Schließlich verfügen wir über einige einzigartige Dokumente, die seinen Richtungswechsel belegen. Als er 1992 starb, veröffentlichte die Zeitung "Las Provincias" zu seinem Gedenken eine Auswahl seiner Artikel. Wir haben fünf von ihnen ausgewählt:

!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (Katalanismus und Anticatalanismus) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

In diesem Artikel stellt Broseta zwar klar, dass er die Thesen des Katalanismus, die Sprache und Nation gleichsetzen, nicht befürwortet, aber er zeigt eine deutliche Katalanophilie. Er zeigt auch eine klare politische Ausrichtung zum Mitte-Rechts, was sich darin zeigt, dass er beklagt, dass die Bourgeoisie in Valencia nie (oder nur selten) nationalistisch war und sich nicht um ihre eigene Sprache und Kultur gekümmert hatte, im Gegensatz zur katalanischen Bourgeoisie. Wir haben in diesem Artikel bereits eine Konstante im Leben dieses Mannes festgestellt: den Willen, mit allen gut auszukommen. In diesem Fall einerseits mit der katalanischen Intelligenz, mit der er im universitären Umfeld verwandt war, und andererseits mit dem kastilisierten und anfänglich antikatalanischen Bürgertum der Stadt València, zu dem er aus beruflichen Gründen [als Professor für Handelsrecht war er zeitlebens eng mit Privatunternehmen verbunden und nahm als Berater an den Verwaltungsräten vieler dieser Unternehmen teil] ebenfalls eine enge Beziehung hatte. Wir stellen fest, dass er mit aller Selbstverständlichkeit den Begriff "Land Valencia" verwendete, der später von der valencianischen Rechten scharf verurteilt wurde, indem er ihn durch "Königreich Valencia" und schließlich durch "Valencianische Gemeinschaft" ersetzte.

>>quote<< "Cuando hace dos domingos publiqué un artículo con este mismo título, tenía el firme propósito de no reincidir sobre él. Pero aquel intento de clarificar ideas y de pedir respeto a todos sobre ellas -pues buena falta nos está haciendo en Valencia- ha provocado un alud de cartas, que agradezco, y varios artículos y comentarios periodísticos que agradezco y valoro.

Las cartas y escritos recibidos, dispares y diversos, me piden que condene el "imperialismo catalán" y me reprochan el no haberlo hecho ya. En segundo lugar, me piden -incluso un grupo de amables lectores en escrito colectivo- que me defina en un sentido o en otro. En tercer lugar, me sugieren que entre en las cuestiones concretas de los "Países Catalanes".\\

Todo ello me obliga a volver sobre el tema. No para condenar ninguna idea, pues por profesión y por talante personal las respeto todas, pero sí para definir mi posición sobre el problema. Hace ya tiempo que tuve la tentación de definirme, pero no lo hice por estimar que a nadie podía interesar mi posición sobre el problema. Pero ahora creo que no puedo callar por más tiempo, pues considero un deber hablar, cuando habiendo salido al público, el propio público, algunos de mis lectores habituales, me lo exigen. Y tienen razón. Máxime si se piensa, como yo pienso, que es llegado el momento de las clarificaciones públicas sobre todo esto.\\

Pienso, incluso, que esa clarificación de posiciones debe ser asumida por los propios partidos políticos valencianos. No sólo porque lo que está en juego es la distinta manera de concebir la identidad y la personalidad valencianas, sino porque es llegado el momento de alejar las "dudas" y las "vacilaciones" que algunos están convirtiendo en confusión y en "fantasmas", cuando no en querellas que nos dividen y nos enfrentan.\\

I

En alguna ocasión se me ha calificado de "catalanista" en afirmaciones o en escritos anónimos. Pues bien, quisiera aclarar esa cuestión personal.\\

No participo de las tesis llamadas "catalanistas". Ni en lo cultural, ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo ideológico, ni creo, ni admito, ni comparto personalmente la tesis de que el País Valenciano forme parte de los "Países Catalanes", ni siquiera creo en ninguna de las tesis que postulan nuestra "catalanidad". Y para afirmarlo no me remito ahora a las palabras, sino a los hechos. ¡Veámoslo!\\

1 - Cuando en 1976 -como presidente de la Junta Democrática del País Valenciano- intervine en las largas discusiones para elaborar el documento constitutivo de la "Taula de Forces Polítiques i Sindicals", me opuse rotundamente a que en aquel documento político se denominara al valenciano "catalán". Y junto a mi opinión la de otros partidos y fuerzas democráticas lo impedimos.\\

2 - Cuando en mayo de 1975 acudí a una reunión política con los representantes de la "Assemblea de Catalunya", explicamos a sus representantes que la Junta Democrática del País Valenciano no participaba de la tesis de los "Países Catalanes", expusimos que tampoco era compartido por la immensa mayoría del pueblo valenciano e incluso que la estimábamos perturbadora para nuestro proceso político. Nos encontramos con la sorpresa de que esa tesis política "catalanista" tampoco era compartida por ninguno de los catalanes presentes, con la excepción de un solo partido político, y se acordó prohibir la utilización de la expresión "Países Catalanes" para la reunión de todas las fuerzas políticas democráticas de Cataluña, Baleares y el País Valenciano que se celebró el día siguiente en Mallorca.\\

3 - El mismo año, contestando a A. Fabregat en un libro publicado en Valencia ("Partits polítics al País Valencià", vol. I, págs. 28 a 30), sobre mi posición respecto a los "Países Catalanes", expuse larga y detenidamente mi no identificación con esa tesis, por las razones expuestas en ese libro, cuya lectura recomiendo a todos para clarificar ideas y posiciones. Ni creo en la existencia, ni en la realidad, ni en el futuro de los "Países Catalanes". Podría contar más cosas, pero no creo que merezca la pena. No tiene mayor importancia, al menos en lo que a mí respecta.\\

II

Lo que me ocurre es que siento una profunda admiración por Cataluña, como la siento por otras regiones españolas.\\

Y la siento como pueblo que es, cuando sin fisuras y pasando por encima de sus discrepancias, se sienten profundamente catalanes. Mientras que en Valencia las fisuras nos dividen. Y siento admiración por ella, porque tanto su burguesía, como sus clases medias y sus masas obreras, a las que tantas cosas separan, se sienten ante todo, catalanes y defienden y han defendido su lengua y su cultura; mientras que nosotros, los valencianos, no sólo andamos y hemos andado siempre a la "greña" unos contra otros, dejando las clases sociales más altas y las medias (salvo excepciones) sin defensa de nuestra lengua y nuestra cultura, que si se han salvado de tantos olvidos y abandonos ha sido porque nuestro pueblo llano y popular ha continuado hablando valenciano.\\

Y siento admiración por Cataluña porque es un pueblo que empieza por ensalzar y defender a sus hombres eminentes, sean poetas, escritores, economistas, financieros, profesionales o políticos, aunque discrepen de ellos en lo político o en lo cultural, porque ante todo son catalanes que hacen grande a Cataluña; mientras que en Valencia nos dedicamos a combatir y a discutir al que descuella o sobresale, hasta si es preciso (por envidias, suspicacias o discrepancias) a hacerle abandonar esta tierra. Recordemos que tradicionalmente los grandes valencianos se han tenido que ir a Madrid o a Barcelona. Porque la convivencia en un País que no soporta las personalidades que surgen es una convivencia difícil.\\

En Cataluña, además, en lo político, las derechas aceptan a las izquierdas y éstas a aquéllos y, pese a ser adversarios que se combaten en lo político, sus líderes respectivos se aceptan y respetan, pese a sus discrepancias, porque saben que ningún pueblo es ni será grande si no se aceptan y respetan los discrepantes, y si para ello no se apoyan en sus figuras más relevantes. Mientras que en Valencia, la discrepancia de las derechas a la izquierda y la de ésta hacia aquélla se convierte en amenaza, en insulto y en denigración, cuando no en calumnia y en satírica denigración.\\

Y eso no puede continuar. Hemos de construir un País tolerante y civilizado que deje de estar constituído en una especie de sociedad tribal, en la que los unos sean una amenaza, un temor o una envidia para los otros.\\

III

Quizá esa admiración hacia Cataluña, ciertos acontecimientos históricos y ese rechazo valenciano de los unos hacia los otros, explique suficientemente -junto a otros factores- algunas de las tesis "catalanistas" y, especialmente, que grandes sectores de la juventud universitaria se haya sentido atraída hacia el "modelo" catalán, por sernos el más próximo.\\

Tampoco es ajeno a la aproximación hacia ese modelo, la contemplación histórica y no tan histórica de lo que ha sido la actitud de los sectores más importantes de la burguesía valenciana. Porque es bien sabido que ésta abandonó masivamente -con algunas notables excepciones- la "valencianía" cultural e idiomática para asumir con armas y bagajes una "castellanización" que el pueblo que quiere reencontrar su identidad -y ésta es la actitud de amplios sectores juveniles- le reprocha. Cuando Carlos III quiso devolvernos "Els Furs" y con ellos nuestro Derecho propio y una parcela de nuestra autonomía, la burguesía valenciana, clase social y económicamente dirigente, dijo que no hacía falta. Y los ejemplos históricos pueden multiplicarse hasta nuestros días. Baste recordar su abandono de la lengua y la postergación de nuestra cultura valencianas para comprender quizá parte de lo ocurrido. Lo cual no significa que no debiera penetrar el castellano y la cultura en castellano, que buenas, propias y nuestras son ya, sino no abandonar lo que nos era y nos es aún propio.\\

IV

El valenciano sensato y sereno que quiere progreso social y político está ya harto de tanta exagerada polémica divisoria entre Reyno-Región o País; entre si azul o sin azul; entre si es catalán o valenciano; y entre si el himno o la cultura.\\

Lo que necesitamos es claridad y clarificación, pero sobre todo que nadie se sienta excluído y que los de aquí (castellano o valenciano parlantes) se sientan incluídos en el proceso de engrandecimiento de nuestro Pueblo. Y si alguien quiere continuar afirmando y discutiendo que si somos o no "catalanes", pues muy bien, adelante; y mientras tanto ¡la casa sin barrer! Que grupos o partidos de izquierda se dediquen a emplear en ello la casi totalidad de sus energías, mientras crece el paro lo reprocharán las masas trabajadoras, que quizá ni siquiera les escucharán ni les seguirán. Y que las derechas se dediquen a comabatirles como "agentes" del imperialismo catalán, es también una excelente manera de perder el tiempo.\\

V

Lo que es excesivo es que una derecha "instalada" ataque de "catalanista" a la izquierda y que ésta tache a toda la derecha de "bunker-barraqueta". Eso, además de falso, es miopía. Porque en Valencia hay hombres de la derecha entre los "catalanistas" y hombres de la izquierda de toda la vida entre los que lloran con emoción ante el himno regional (¡que también estuvo prohibido!) o se emocionan ante la "senyera" con franja azul. Al igual que es falso, radicalmente falso, afirmar que todos los que pretendemos la denominación "País Valencià" a "Región" o "Reyno" es porque queremos implantar la tesis de los "Países Catalanes".\\

¡No construyamos, ni divulguemos más fantasmas peligrosos! Dediquémonos todos, las derechas, las izquierdas y el centro a trabajar por este País, pues buena falta le hace, respetándonos los unos a los otros".
>><<

!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (Die ''Paella'' der katalanischen Länder) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

Dieser Artikel ist derjenige, der den Beginn von Brosetas Hinwendung zu antikatalanischen Positionen markiert. In diesem Artikel fällt der exaltierte Ton auf, der weit von dem versöhnlichen Ton entfernt ist, den er sonst immer an den Tag legte, wie wir bereits erwähnt haben. Ebenso können wir behaupten, dass dieser Artikel ein "Klassiker" ist, der viele blaveristische Themen eröffnet, wie die angebliche "katalanische Plünderung", die sogar auf die ''Paella'' (typisch valencianisches Gericht) und valencianische Keramik abzielt. Der verstorbene UV-Führer Vicente González Lizondo z. B. pflegte auf politischen Kundgebungen zu sagen, dass "die Katalanen unsere Paella und unsere Keramik stehlen wollen". Interessanterweise verwendet er auch in diesem Artikel noch den Begriff "Valencianisches Land". Andererseits kommen in diesem Artikel gegen Ende die offensichtlichen Verbindungen Brosetas zum Katalanismus (die er selbst zugibt) zum Vorschein, ebenso wie sein Wunsch, sich von seinen früheren Partnern zu trennen. Kurzum offenbart dieser Artikel eine Konstante in Brosetas Leben, die bereits bei seiner Heirat mit Sol Bacharach deutlich wurde: der Wille, nichts zu tun, was die kastilisierte valencianische Bourgeoisie verärgern könnte (in diesem Fall, für ihren Geschmack zu nationalistisch zu sein).

>>quote<< I

"En los últimos días se han producido dos hechos pletóricos de significado. El primero parece anecdótico -casi folklórico- y el segundo es eminentemente político. Ambos se complementan y ambos unidos son perfectamente coherentes, aunque no los podamos admitir. Conviene meditar sobre ellos, desde una perspectiva política.\\

El hecho, que alguien ha calificado de anecdótico, se produjo en Berlín: en la Semana Cultural Catalana y dentro de la gastronomía catalana, se exhibió la paella. Hace tres días, en el congreso, el diputado catalán Jordi Pujol, expuso y según él con carácter "pedagógico" -explicó-; según las referencias de la prensa -pues aún no he conseguido el "Diario de Sesiones del Congreso"- qué es el "pancatalanismo"; qué es eso de "Els països catalans" y afirmó la "vinculación" del País Valenciano a Cataluña. Jordi Pujol, para defender la federación entre territorios autónomos, parece ser que afirmó que pertenecemos al bloque catalán y-añadió- que esta idea tiene amplio apoyo aquí. Según otros periódicos, parece que el diputado catalán afirmó la "primacía de lo catalán sobre lo valenciano, en punto a voces de capitanía cultural e histórica".\\

Algunos diputados valencianos se indignaron y replicaron al líder de la burguesía catalana y de la banca catalana. La propuesta constitucional fue rechazada.\\

¿Qué significan estos hechos políticamente? Parece conveniente, elevarnos desde la anécdota a la categoría. Así entenderemos las cosas.\\

II

La exhibición de la paella entre la gastronomía culinaria catalana es un desatino, que es innecesario demostrar. Pero ¿entonces qué significa esa apropiación indebida o sea expoliación gastronómica? Pues sencillamente un paso más -y lamento decirlo- de la "escalada" catalana de algunos grupos y personas que pretenden afirmar que somos una comunidad (la valenciana) que simplemente forma parte de una nacionalidad común y superior que es la nacionalidad catalana.\\

Lo afirman como resultado de un simple silogismo que algunos postulan: el pueblo valenciano forma parte de la nacionalidad catalana; la cultura valenciana forma parte de la cultura catalana; luego, si la gastronomía es parte de la cultura, la paella es catalana. Y el mismo argumento aplican a la lengua; si el valenciano es una variante del catalán, forma parte de la cultura catalana y, en consecuencia, es catalán. Y le cambian el nombre, y por ende, ya no hay que decir que hablamos valenciano, sino catalán. El "parlem valencià" debe ser sustituído por el "parlem català", cambiando el nombre de la lengua, pese a que siempre la hemos llamado valenciano. Aussiàs March, ya no sólo escribía en catalán, sino que es catalán. Y la cultura valenciana es catalana. Y el gótico valenciano es catalán; y la cerámica, aunque sea de la zona castellano parlante, y el mueble y la arquitectura también. Y ahora, la paella. Por este camino hemos de decirles que muchos pensamos que cualesquiera que sean las razones históricas que se invoquen, la "senyera" valenciana no podrá ser la cuatribarrada, porque -entre otras razones- la "senyera" de dos territorios autónomos no puede ser idïéntica, a menos que se nos quiera meter en una misma nacionalidad: la nacionalidad catalana. Y eso no lo quiere la casi totalidad del País Valenciano.\\

III

En definitiva, se nos quiere decir que somos la misma comunidad histórica y cultural; y quieren que incluso formemos parte de la misma comunidad política. Seremos así una región de "els països catalans". Y dice el señor Jordi Pujol, que todo eso tiene amplio apoyo en el País Valenciano.\\

Pues no señor. Hay que decirle al señor Jordi Pujol -respetable político catalán, por muchas razones- que se equivoca. Que aquí los ciudadanos se sienten valencianos y no catalanes. Que afirman -diga lo que diga la lingüística- que hablan valenciano, y que gracias al pueblo que así habla y siente se ha salvado la lengua valenciana. Y que nuestra cultura no es la cultura catalana, no sólo porque la cultura es algo considerablemente más amplio y profundo que la lengua, sino, además porque la cultura valenciana es ya indisolublemente dual: valenciana y castellana. Aunque le pese. Porque los procesos históricos son como son, y no como el señor Pujol hubiera querido que fuesen.\\

Pero es que, además, para que una comunidad de ciudadanos de un territorio, pueda afirmarse que posee una nacionalidad o una cultura determinada, en el caso debatido la catalana, es indispensable que esos ciudadanos se sientan catalanes. Y los valencianos no se sienten catalanes sino valencianos. Todo lo demás, son teorías historicistas, voluntarismos maximalistas o deseos de ensanchar las áreas de influencia para practicar la propia política, para practicar o extender la propia economía o para aglutinar más territorio y más habitantes, para -bajo la capitanía de Cataluña- fortalecer su propia política frente al Gobierno central. Porque de eso se trata, como a algunos, desde hace bastantes años, se nos ha explicado con el deseo de catequizarnos.\\

IV

Todo se comprende si se analiza desde una perspectiva política y económica. Y dejemos ahora de lado los tradicionales y reiterados intereses económicos contrapuestos de Cataluña y del País Valenciano, de los que han sufrido bastante labradores y exportadores valencianos, cuando tenían que sufrir los efectos de la política "proteccionista" postulada desde Barcelona.\\

Todo se comprende -como acaba de verse claro en el Congreso de los Diputados- al llegar al momento de postular y defender la tesis del "pancatalanismo". Algunos lo sabemos desde años (como lo saben muchos otros a quienes también se les explicó la "teoría") y por eso no lo aceptamos. Entre otras muchas razones, porque a un pueblo que está esforzándose en retrobar su propia identidad de pueblo diferenciado -de verdadero pueblo valenciano- lo único que no se le puede decir es que comparte la nacionalidad catalana; o que su "senyera" será idéntica a la catalana. Porque no lo siente, ni es así. Y si se le insiste y se le vuelve a insistir, al final se irrita y reacciona. Y se enzarza en disputas y en querellas y defiende su identidad. Partiendo de este sentimiento, todos los excesos son posibles, aunque sean reprobables y condenables.\\

V

Todo esto tiene un nombre y siento profundamente pronunciarlo: es una verdadera expoliación cultural y nacional. Y buena prueba de ello es que la mayoría de los catalanes ni lo sienten ni lo quieren. Así lo comprendió la Asamblea de Cataluña, cuando en mayo de 1974 se lo explicamos unos cuantos valencianos. Su sorpresa fue, precisamente, que antes otros valencianos les habían intentado convencer de lo contrario. Tampoco lo cree Tarradellas y con él otros muchos catalanes, tan respetables como los que creen lo contrario. Ni lo cree el "Plenari" de Parlamentarios valencianos.\\

VI

En el fondo de tanta campaña para que cambiemos a la lengua el nombre de valenciano por catalán, que aceptemos que la cultura valenciana no es tal, sino catalana; que afirman que es indiscutible que la "senyera" fue y debe continuar siendo la "cuatribarrada"; y que nuestra cerámica, nuestro arte y nuestra arquitectura es catalana, late el deseo de algunos de crear pilares básicos desde los que al final, acabemos aceptando que somos "països catalans" y que, en definitiva compartimos la nacionalidad catalana.\\

Y lo digo -pese a que muchos les irrita- con profundo respeto por quienes así piensan. Pero yo no lo pienso, y pese a todo, he sentido la necesidad de decirlo. Entre otras cosas, porque desde hace años lo estoy discutiendo con ellos. Y lo digo, pese a quienes después escriban, que nadie me ha dado vela en este entierro, o que practico el "toreo de salón". Como si para torear miuras -en política- fuera indispensable tener un acta de diputado, después de mendigarla en los pasillos de Madrid; un pase de Iberia e ir al Congreso a estar casi siempre callado y después protestar airadamente por los riesgos que otros, diputados o no, con su opinión tienen que soportar".
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Wir müssen die Gerissenheit (oder Unehrlichkeit) von Broseta bemerken. Er gibt vor, ahnungslos zu sein, und sagt, er wisse nicht genau, was Jordi Pujol [am 19. Juli, um genau zu sein] im Abgeordnetenkongress gesagt habe. Aber durch den Kontext und die anschließende Darstellung impliziert er, dass er es sehr wohl wusste. Wir hatten Zugang zu diesen Worten aufgrund der nachfolgenden Antworten einiger valencianischer Abgeordneter (in diesem Fall sogar der PSOE, was sehr unkonventionell ist, wenn man bedenkt, dass die valencianischen Sozialisten aus absurder Angst immer dem Anti-Katalanismus der Rechten nachgegeben hatten, wie die Aufnahme all ihrer Symbole in das valencianische Autonomiestatut deutlich zeigt).

Jordi Pujol hatte lediglich gesagt, dass "die historisch-kulturelle Identität von Katalonien, des valencianischen Landes und den Balearen die katalanischen Länder ausmacht". Pin Arboledas, ein Abgeordneter der UCD und zukünftiger Verfasser des valencianischen Statuts, drohte mit ernsthaften Vorbehalten, falls ein politischer Pakt zwischen Katalonien und der Region Valencia vorgeschlagen würde. Jarabo Payá von der AP bemühte sich zu zeigen, dass die valencianische Sprache nicht katalanisch ist. Sotillo, PSOE-Abgeordneter für Castelló, antwortete, dass "wenn die Föderationen [der Autonomen Gemeinschaften] zugelassen würden, der Fall der Kolonisierung einer Region über eine schwächere eintreten könnte". [Auszug aus ''Catalunya. Buch des Jahres 1978. Barcelona. Editions 62. 1979. S. 122].

!!3 - Problemas valencianos (Valencianische Probleme) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

Dieser Artikel, der zwei Monate nach dem vorhergehenden geschrieben wurde, zeigt ein wesentliches Merkmal von Brosetas Verhalten. Und das könnte man so nennen: Schritte vorwärts und zurück in dieselbe Richtung. Dies war für seine politischen Gegner sehr verwirrend, und vielleicht war es eine vorsätzliche Taktik. In diesem Fall können wir bestätigen, dass er sich in diesem Artikel, ohne offen Katalanismus zu zeigen, als katalanophil betrachtet. Und auf jeden Fall ist der Ton viel weniger aggressiv (was in Broseta ohnehin sehr überraschend war) als im vorherigen Artikel. Übrigens verwendet er immer noch den Begriff "Valencianisches Land".

>>quote<< I

"En este País Valenciano nuestro aún hay muchas cosas que clarificar. Para contestar a las calumnias y mentiras que se han dirigido contra mí, era indispensable decir todo un conjunto -largo y grave- de cosas que contadas ahora, quizás hubieran complicado más la "efervescencia" de los cenáculos políticos de ese gran "café" de barrio o e "patio de vecindad" al que algunos parecen querer reducir la política valenciana. Quizá porque ni pueden ni saben practicar otra "política". Hubo quien, desde las páginas de un periódico de Barcelona, llegó a insinuar que si no me he atrevido a rebatir sus mentiras y calumnias, es porque eran ciertas. ¡No se equivoque usted, "señor articulista", que de todo se hablará en su día cuando se apague el incendio!\\

Pero lo único que no podemos hacer ahora es continuar sembrando vientos que aticen el fuego -como constantemente están haciendo algunos de los que no merece la pena ni hablar y mucho menos contestarles-, porque como pueblo, precisamente ahora, nos estamos jugando demasiado los valencianos.\\

II

Una de las mayores falacias que se manejan por esos "cenáculo" es que algunos -¡y por supuesto ya se me incluye entre ellos!- estamos haciendo "anticatalanismo" y que sólo practicamos una política "anti", incapaces de construir un proyecto para el País Valenciano. Quienes son capaces de hacer ese proyecto, es algo que pronto se verá.\\

Yo sólo hablo y escribo en nombre propio y sólo de los que yo pienso. A nadie agrupo, por nadie hablo, ni a nadie intento arrastrar, pese a que han llegado a afirmar lo contrario. Estoy solo, absolutamente solo, y sólo digo lo que pienso. En el proceso de su insensato análisis político han llegado a afirmar -después de privarme de mi condición de "demócrata", como si tuvieran algún título para hacerlo- que estoy intentando crear un partido político, con determinadas fuerzas políticas que incluso mencionan. Para general tranquilidad de la "concurrencia" temerosa, diré que nada más lejos de mis intenciones que intentar crear ese "fantasmal" partido político. El que lo está intentando es otra persona. Así es que, ¡tranquilos!, y que ¡Santa Lucía les conserve la vista!\\

III

¡Y digámoslo de una vez! Por Cataluña somos muchos los que sentimos una profunda admiración. Yo el primero y lo he escrito varias veces. Ya quisiéramos aquí tener la burguesía catalana, los intelectuales y los políticos que tienen los catalanes. Entre otras cosas, porque desde su "conciencia" de ser catalanes han construído un gran pueblo, unido y fuerte.\\

¡Y digámoslo también, claro! Por razones históricas, culturales y políticas hemos tenido y debemos tener en el futuro buenas y estrechas relaciones con Cataluña. Yo mismo firmé -consciente de lo que hacía- en la época de la "predemocracia clandestina" un documento político, en el que se hablaba de "l'establiment de lligams especials amb Catalunya", pues, si no recuerdo mal, ésta era la expresión utilizada. Las discrepancias nacen de la forma en lo que cada uno entiende esas relaciones con Cataluña.\\

Pero una cosa es eso y otra muy distinta quién lo hace, cómo se hace, cuándo se hace y sobre todo qué es lo que se sacrifica en el proyecto. Hasta que estemos en situación de hacerlo, habremos de mantener las distancias. El País Valenciano tiene su propia idiosincrasia, su propia fuerza, su propia personalidad y su propio peso económico. Cuando todo esté aquí claro y robustecido, con una burguesía alineada y consciente de un proyecto estrictamente valenciano; con unos partidos políticos sin las "fomentadas" divisiones por este tema; con un pueblo en pie -y yo soy de quienes piensan que aún no lo tenemos-, será llegado el momento de establecer las relaciones que sean pertinentes si el pueblo lo decide pero sin que antes cuatro políticos suplanten la voluntad popular.\\

Y hablaremos a Cataluña de tú a tú. Y negociaremos lo que haya que negociar. Y en ese momento podrán discutirse nuestros conflictos recíprocos -económicos o no-, para sacar para Valencia lo que debemos sacar. Una de las mayores y mejores virtudes del político es saber escoger el momento del "encuentro" y el lugar. Antes de ese momento -el júbilo de unos, o el desconcierto de otros- puede conducir al "entreguismo" o, al menos, parecerlo. Y tanto una como otra cosa son políticamente negativas.\\

Mientras tanto, cada uno en su casa, barriéndola o construyéndola. Las precipitaciones en política -menos para quienes desde años las desean- son siempre contraproducentes. Estamos empezando el camino y el proyecto político para Valencia. Tiempo habrá. Y quizá no sea necesario esperar mucho. Construyamos nuestro País Valenciano, para después, conscientes de lo nuestro, poder negociar con Cataluña, lo que la Constitución y el pueblo valenciano quiera. Al menos, claro está, que lo nuestro y lo de ellos todo es lo mismo. Pero quienes no lo creemos así (porque primero queremos una Valencia "gran i forta") tenemos el deber de esperar.\\

IV

Con todos los respetos hacia Cataluña y hacia su presidente Tarradellas, hay que decir varias cosas. Que necesitamos elaborar y construir entre otras cosas, nuestra política económica y financiera, para, conocedores de nuestro enorme potencial económico si está unido, y de los conflictos económicos con Cataluña, después negociar y resolver. Pero de tú a tú. Y con nuestra propia unidad económica.\\

Porque mientras tanto hay demasiados problemas, en los que si entramos sin la debida fortaleza política y económica, el País Valenciano puede perder. Pensamos lo que significa -entre otras muchas cosas- el acabar de decidir -y son unos pocos ejemplos y no los más importantes- si el puerto comercial de Madrid radica en Alicante y en Valencia o en Barcelona. O si el puerto de Aragón es Valencia o Barcelona. O si conseguimos o no la autopista de Valencia a Madrid, antes que la de Barcelona a Madrid. O si se acaba o no la línea de ferrocarril a Francia por Canfranc.\\

Son demasiadas las cosas que nos jugamos de presente y de futuro, en nuestros potenciales conflictos económicos con Cataluña para no andar con cautela.\\

V

Porque mientras tanto, hay quien se escandaliza porque el presidente Albiñana no hubiera acudido a Baleares para "jugar" al "personalismo" político de Tarradellas. Yo que me enteré cuando la decisión de no ir de nuestro presidente Albiñana estaba tomada -pese a que un malévolo periodista valenciano afirmara lo contrario y me achacara parte de la decisión de no ir- lo entendí como una prudente y sabia decisión política. Además de que ese día le esperaban los valencianos de un pueblo de Alicante. Ya habrá tiempo para los "encuentros". Mientras tanto, que el señor Tarradellas espere. Que es de políticos prudentes escoger el lugar y el momento.\\

Sobre todo cuando -además- ni los periodistas se escandalizan de que una autoridad municipal como la de Alicante rinda honores a Tarradellas en el mismo lugar en que semanas antes desairaba al presidente del Consell del País Valenciano, Albiñana.\\

VI

P.S. - Para tranquilizar a un ilustre contradictor mío de las páginas de "Levante", le diré dos cosas: cuando tomé posesión de mi cátedra de la Universidad de Valencia no juré los Principios del Movimiento; y, además, por no jurarlos retrasé durante más de seis meses mi incorporación al Colegio de Abogados. No los he jurado jamás. Y como él mismo suele decir, "Mare de Déu quina falta d'informació". Antes de hablar de hechos personales de los demás conviene enterarse mejor".
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!!4 - València forta i gran (Eine starke und große València) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

In diesem Artikel scheint sich Broseta bereits bequem im spanischen Regionalismus der kastilisierten valencianischen Bourgeoisie eingerichtet zu haben, obwohl er eine leichte Kritik an dieser Kastilisierung äußert. Und der Beweis dafür ist, dass er nicht mehr den Begriff "valencianisches Land" verwendet, sondern nur noch "Region". Interessant ist jedoch der letzte Teil des Artikels. Broseta, ein intelligenter Mann, der die Realität sehr genau beobachtet, ist sich des Monsters bewusst, zu dessen Entstehung er beigetragen hat: nämlich die Gewalt der Blaveristen. Das zwingt ihn wiederum zu einer sehr direkten Kritik (etwas, das bei ihm selten ist, da er Zweideutigkeiten bevorzugt, wie wir bereits erwähnt haben).

>>quote<< I

"Cualquier momento en la vida de una comunidad es bueno para que los hombres y las mujeres que la integran analicen sus problemas y sean conscientes de sus decisiones. Los valencianos tenemos especiales problemas internos, pese a que nuestra Región es quizá la que con menor gravedad está soportando la problemática económica y social que el Gobierno, los partidos democráticos y las centrales sindicales están intentando resolver.\\

Pero pese a ello, parece evidente que los valencianos, empeñados en reencontrar nuestra propia identidad de pueblo diferenciado, estamos enzarzados en disputas y querellas internas, que nos dividen y nos debilitan. Andamos divididos y confundidos.\\

Mas los valencianos debemos empeñarnos, una vez más, en iniciar y fortalecer un profundo movimiento popular, que desde el corazón y pasando por la razón, nos conduzca como resultado a construir la Valencia "forta i gran", que históricamente fue y que puede y debe volver a ser, porque poseemos todos los medios para conseguirla, si trabajamos unidos y serenos.\\

Mas ¿qué debemos hacer para conseguirlo?\\

II

Debemos partir de una afirmación previa: somos una comunidad que posee una personalidad propia y definida, que siendo ya irremediablemente dual -lo que nos da mayor fortaleza- está integrada en la superior comunidad española. Por ello, sin debilitar nuestra condición de españoles, debemos fortalecer nuestra personalidad de valencianos que, necesario es decirlo, hemos olvidado en demasía durante muchísimos años. Todo ello se sintetiza en la afirmación "som valencians" que nos surge del sentimiento y debe pasar por la razón.\\

Mas ¿cómo fortalecer nuestra personalidad valenciana? Varios son los caminos que ante nosotros tenemos abiertos.\\

El primero ha de ser fortalecer nuestra propia lengua, la lengua valenciana, que pese al secular olvido desde el centralismo y desde un cierto sector de la burguesía valenciana, sobrevive potente y fuerte en grandes sectores del pueblo valenciano. Hemos de enaltecer y agradecer a los hombres y mujeres valencianos que la han mantenido viva y, especialmente, a los de los pueblos y comarcas que han salvado la lengua valenciana de la postergación y del olvido. Y hemos de potenciarla sin menoscabo del castellano, que es ya tan nuestro que nos sirve de unión con el resto de los españoles.\\

III

El segundo camino para alcanzar una "València forta i gran", es ser conscientes de que poseemos una cultura propia, la cultura valenciana, que se expresa ya tanto en valenciano como en castellano. Porque ¿quién puede dudar ya que nuestro Blasco Ibáñez o nuestro Miró o nuestro Miguel Hernández, cuando escriben en castellano, están haciendo también cultura valenciana de repercusión universal, porque son grandes valencianos que traducen nuestra idiosincrasia por un medio de expresión que como el castellano es ya también nuestro? Basta leer "La barraca" o los "Cuentos valencianos" de Blasco Ibáñez, para comprobarlo. ¿De qué sirve atacar -como se hizo y hace desde algún sector- esta realidad indiscutible? Sólo por debilitar nuestra cultura valenciana, que es irremediablemente dual, castellana y valenciana, y para debilitarnos como pueblo con personalidad propia.\\

Pero es que tenemos también una historia propia que cabe resaltar y enseñar. Como tenemos una geografía y una gastronomía, y un folklore y unas fiestas y unas costumbres que reivindicar, para que los valencianos -dentro de España- seamos cada vez más conscientes de nuestra personalidad, más solidarios y más fuertes. Para incrementar nuestra vinculación a lo nuestro y nuestro amor a esa Valencia que todos queremos "forta i gran".\\

Sin complejos y sin ataques a otros españoles, miembros de otras comunidades próximas o lejanas.\\

IV

Precisamente por ello hemos de decir a todos, que no son admisibles ni los ataques personales, ni las calumnias y difamaciones, ni las bombas dirigidas a los discrepantes. Todos somos y hemos de ser valencianos por encima de nuestras discrepancias. Y precisamente en este sentido quiero singularizar dos cosas.\\

Es la primera, el contenido de dos pintadas que leí ayer en una valla de una calle valenciana, en las que se ataca y se insulta a los catalanes. Y eso no puede ser. Una cosa es que discrepemos de algunos catalanes que, muy minoritariamente, defienden la concepción de los llamados "Países Catalanes", y otra muy distinta e inaceptable que unos valencianos insulten a los catalanes. Porque Cataluña es un pueblo grande y que estuvo, hace siglos, muy próximo a nosotros en determinados momentos históricos y, además, porque sin abdicar de nuestra condición de valenciano con Cataluña, como con cualquier otro pueblo de España, hemos de convivir. Tenemos en Valencia muchos catalanes trabajando con nosotros, cuya solidaridad y cuyo afecto los valencianos hemos conquistado y debemos mantener. Lo otro, o sea, el insulto, es una ofensa no ya a Cataluña sino a nuestra dignidad de valencianos.\\

La segunda cosa que quiero decir es que nosotros los valencianos, cualquiera que sea nuestra concepción de lo que es Valencia, ni podemos ni debemos menospreciar lo nuestro. No parece lícito que, por defender una ideología propia, haya quien menosprecie la "barraca", o nuestro "Himno Regional", o las fallas, calificadas peyorativamente por algunos de "folklóricas", o tache a la "senyera" con franja azul de fascista.\\

Todo eso es nuestro, exige nuestro respeto y sólo respetándolo y fomentando esas y otras muchas cosas nuestras, podremos construir la "València forta i gran" que queremos".
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (Eine Autobahn für València) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

Wir haben diesen letzten Artikel ausgewählt, um Brosetas Orientierung in seinen späteren Tagen zu belegen. So wollen wir in diesem Artikel neben den wirtschaftlichen Überlegungen, die er anstellt (nicht umsonst, als Professor für Handelsrecht ist dies ein Thema, mit dem er sich immer beschäftigt hat), die Aufmerksamkeit auf die Dringlichkeit und Notwendigkeit lenken, die Broseta in Bezug auf die Verbindung zwischen València und Madrid zeigt. Broseta scheint in seinen letzten Lebensjahren alle Werte der kastilisierten valencianischen Bourgeoisie übernommen zu haben, mit der er durch seine Ehe mit Sol Bacharach verbunden war. Und unter diesen Werten ist einer der wichtigsten die Verbindung mit Madrid. Das impliziert im Gegenzug eine Feindseligkeit gegenüber Katalonien, was übrigens die valencianische Bourgeoisie glücklich macht. Sogar sowohl für Broseta als auch für die valencianische Bourgeoisie in diesen Jahren scheint die wirtschaftliche Verbindung mit Madrid wichtiger zu sein als eine Verbindung mit dem Rest Europas. Und diese Verbindung wird durch die Autobahn AP-7 gewährleistet, die natürlich durch Katalonien führt. Diese wäre eine auf jeden Fall überraschende Idee, deren Beurteilung wir dem Leser überlassen.
May 06, 2023, at 03:50 PM by 84.121.200.250 -
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But towards the end of the 70s Broseta's progressive blaverization took place, to the point that he was one of the main inducers of the current wording of the Valencian Statute of Autonomy (where all the Blaverist symbolism is collected, for example, especially the definition of Valencian as an "own language"). He also contributed to the political praxis of Blaverism, through his political participation in UCD; and in the doctrinal elaboration of the party in the press (in "Las Provincias" to be exact). His service to the Spanish cause culminated when he was one of the main drafters (as Secretary of State for the Regional Governments) of the LOHPA (Organic Law of Harmonization of the Autonomous Process) in 1982. This law, one of the clearest consequences of the attempted coup d'état in 1981, cut back many competences from the autonomous communities, which so returned to the central government. When the UCD collapsed, precisely in 1982, he remained removed from active politics (with occasional forays in "Las Provincias"). They say that shortly before his death in January 1992 (due to a shot in the neck by an ETA activist) he was planning his return to politics, this time at the hands of the PP.
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But towards the end of the 70s Broseta's progressive blaverization took place, to the point that he was one of the main inducers of the current wording of the Valencian Statute of Autonomy (where all the Blaverist symbolism is collected, for example, especially the definition of Valencian as an "own language"). He also contributed to the political praxis of Blaverism, through his political participation in UCD; and in the doctrinal elaboration of the party in the press (in "Las Provincias" to be exact). His service to the Spanish cause culminated when he was one of the main drafters (as Secretary of State for the Regional Governments) of the LOAPA (Organic Law of Harmonization of the Autonomous Process) in 1982. This law, one of the clearest consequences of the attempted coup d'état in 1981, cut back many competences from the autonomous communities, which so returned to the central government. When the UCD collapsed, precisely in 1982, he remained removed from active politics (with occasional forays in "Las Provincias"). They say that shortly before his death in January 1992 (due to a shot in the neck by an ETA activist) he was planning his return to politics, this time at the hands of the PP.
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(:if userlang fr:)
(:title Manuel Broseta:)
!Manuel Broseta Pont

%rframe% [[https://www.antiblavers.org/galeria/displayimage.php?pos=-434|https://www.antiblavers.org/galeria/albums/personatges/thumb_broseta.jpeg"Manuel Broseta"]] | [--Manuel Broseta--]
>>continguts<<
'''Table de matières'''
* [[#bio|Manuel Broseta Pont]]
* Articles dans "Las Provincias":
** [[#catalanismo_y_anticatalanismo|Catalanismo y anticatalanismo (Catalanisme et Anticatalanisme]]
** [[#la_paella_dels_paisos_catalans|La paella dels Països Catalans (La ''paella'' des Pays Catalans)]]
** [[#problemas_valencianos|Problemas valencianos (Des problèmes valencien)]]
** [[#valencia_forta_i_gran|València forta i gran (Une Valence forte et grande)]]
** [[#una_autopista_para_valencia|Una auto(vía)pista para Valencia (Une autoroute pour Valence)]]
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[[<<]]

[[#bio]]Si, dans l'histoire valencienne récente, quelqu'un mérite la qualification de transfuge en lettres capitales, c'est Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Professeur de Droit Commercial, avec des études à la ''London School of Economics'' et un brillant curriculum académique (tout doit être dit), il a été le principal promoteur de la ''Table des Forces Politiques du Pays Valencien'' pendant la transition espagnole. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|On peut lire ici une biographie complète de lui (où l'auteur ou les auteurs parlent cependant superficiellement de son activité politique et anti-catalaniste)].].

Homme de centre-droit au discours clairement catalaniste dans les années 70 (il a participé avec enthousiasme au Ier Congrès de la culture catalane en 1977 à Barcelone), il a été le grand espoir de beaucoup en tant que promoteur d'un centre-droit valencien et valencianiste, dans le style de CIU en Catalogne. Il a ainsi été l'un des principaux conseillers du président Albinyana, avant l'autonomie.

Mais vers la fin des années 70, Broseta s'est progressivement blavérisé, au point d'être l'un des principaux instigateurs de la formulation actuelle du statut d'autonomie valencien (où tout le symbolisme blavériste est rassemblé, par exemple, en particulier la définition du valencien en tant que "langue propre"). Il a également contribué à la pratique politique du blavérisme, par sa participation politique à l'UCD et à l'élaboration doctrinale du parti dans la presse (dans "Las Provincias" pour être exact). Son service à la cause espagnole a culminé lorsqu'il a été l'un des principaux rédacteurs (en tant que secrétaire d'État aux gouvernements régionaux) de la LOAPA (loi organique d'harmonisation du processus d'autonomie) en 1982. Cette loi, l'une des conséquences les plus évidentes de la tentative de coup d'État de 1981, a retiré de nombreuses compétences aux communautés autonomes, qui sont ainsi revenues au gouvernement central. Lorsque l'UCD s'est effondrée, précisément en 1982, il est resté à l'écart de la politique active (avec des incursions occasionnelles dans "Las Provincias"). On dit que peu avant sa mort en janvier 1992 (d'une balle dans la nuque tirée par un activiste de l'ETA), il prévoyait son retour en politique, cette fois aux mains du PP.

Différentes causes ont été avancées pour expliquer ce changement incroyable. Certains disent que Manuel Broseta voulait entrer en politique coûte que coûte. Et comme à l'époque, dans le Pays Valencien, l'option qui correspondait le mieux à ses tendances était l'UCD, Broseta a joué le jeu d'Abril Martorell, qui était de toute façon le principal instigateur, comme nous l'avons déjà souligné. D'autres disent que, fondamentalement de centre-droit, il a été effrayé par l'orientation majoritairement de gauche que le nationalisme valencien a pris de plus en plus au cours de la transition.

La véritable cause semble être plus terre à terre. Manuel Broseta était marié à une Française qui portait le nom de famille Dupré, et, étant professeur à la Faculté de Droit de l'Université de Valence, il eut une liaison extraconjugale avec une de ses étudiantes, Sol Bacharach (ex ''Fallera Major'' de Valence en 1972 et pendant un certain temps professeur au Département de Droit Commercial de son ex-mari à l'Université de Valence). Et cette aventure arriva au point que Broseta quitta sa première femme et finit par épouser Sol (avec qui il eut d'autres enfants). Cette seconde femme était issue de l'establishment valencien (avec un nom de famille d'origine allemande), totalement castillanisée et totalement pro-espagnole. Il semble que ce soit l'influence de cette femme, de sa famille et de la classe sociale de sa nouvelle épouse qui ait provoqué à la fois l'abandon de son catalanisme originel et son déclin vers des positions pro-espagnoles et anti-catalanistes plus accablantes.

Tout cela, en somme, est très terrestre. Mais aussi très misérable et malheureux.

Enfin, nous disposons de documents uniques qui témoignent de son changement d'orientation. À sa mort en 1992, le journal "Las Provincias" a publié en son hommage une sélection de ses articles. Parmi ceux-ci, nous en avons sélectionné cinq:

!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (Catalanisme et Anticatalanisme) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

Dans cet article, bien que Broseta précise qu'il n'est pas en faveur des thèses du catalanisme qui identifient la langue et la nation, il fait preuve d'une catalanophilie évidente. Il manifeste également une orientation politique claire de centre-droit, comme en témoigne le fait qu'il déplore que dans le Pays Valencien, la bourgeoisie n'ait jamais été (ou peu) nationaliste, et ne se soit pas préoccupée de sa propre langue et de sa propre culture, contrairement à la bourgeoisie catalane. Nous avons déjà remarqué dans cet article une constante dans la vie de cet homme : la volonté d'être en bons termes avec tout le monde. En l'occurrence, d'une part avec l'intelligentsia catalane, avec laquelle il était en relation dans les milieux universitaires, et d'autre part avec la bourgeoisie castillanisée et naguère anti-catalane de la ville de Valence, avec laquelle, pour des raisons professionnelles [en tant que professeur de Droit Commercial, il a été étroitement lié à des entreprises privées tout au long de sa vie, et a participé en tant que conseiller au conseil d'administration de bon nombre d'entre elles], il entretenait également des relations étroites. On notera qu'il a ensuite utilisé en toute normalité le terme "Pays Valencien", que la droite valencienne a ensuite fermement condamné, en le remplaçant par "Royaume de Valence", et enfin par "Communauté Valencienne".

>>quote<< "Cuando hace dos domingos publiqué un artículo con este mismo título, tenía el firme propósito de no reincidir sobre él. Pero aquel intento de clarificar ideas y de pedir respeto a todos sobre ellas -pues buena falta nos está haciendo en Valencia- ha provocado un alud de cartas, que agradezco, y varios artículos y comentarios periodísticos que agradezco y valoro.

Las cartas y escritos recibidos, dispares y diversos, me piden que condene el "imperialismo catalán" y me reprochan el no haberlo hecho ya. En segundo lugar, me piden -incluso un grupo de amables lectores en escrito colectivo- que me defina en un sentido o en otro. En tercer lugar, me sugieren que entre en las cuestiones concretas de los "Países Catalanes".\\

Todo ello me obliga a volver sobre el tema. No para condenar ninguna idea, pues por profesión y por talante personal las respeto todas, pero sí para definir mi posición sobre el problema. Hace ya tiempo que tuve la tentación de definirme, pero no lo hice por estimar que a nadie podía interesar mi posición sobre el problema. Pero ahora creo que no puedo callar por más tiempo, pues considero un deber hablar, cuando habiendo salido al público, el propio público, algunos de mis lectores habituales, me lo exigen. Y tienen razón. Máxime si se piensa, como yo pienso, que es llegado el momento de las clarificaciones públicas sobre todo esto.\\

Pienso, incluso, que esa clarificación de posiciones debe ser asumida por los propios partidos políticos valencianos. No sólo porque lo que está en juego es la distinta manera de concebir la identidad y la personalidad valencianas, sino porque es llegado el momento de alejar las "dudas" y las "vacilaciones" que algunos están convirtiendo en confusión y en "fantasmas", cuando no en querellas que nos dividen y nos enfrentan.\\

I

En alguna ocasión se me ha calificado de "catalanista" en afirmaciones o en escritos anónimos. Pues bien, quisiera aclarar esa cuestión personal.\\

No participo de las tesis llamadas "catalanistas". Ni en lo cultural, ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo ideológico, ni creo, ni admito, ni comparto personalmente la tesis de que el País Valenciano forme parte de los "Países Catalanes", ni siquiera creo en ninguna de las tesis que postulan nuestra "catalanidad". Y para afirmarlo no me remito ahora a las palabras, sino a los hechos. ¡Veámoslo!\\

1 - Cuando en 1976 -como presidente de la Junta Democrática del País Valenciano- intervine en las largas discusiones para elaborar el documento constitutivo de la "Taula de Forces Polítiques i Sindicals", me opuse rotundamente a que en aquel documento político se denominara al valenciano "catalán". Y junto a mi opinión la de otros partidos y fuerzas democráticas lo impedimos.\\

2 - Cuando en mayo de 1975 acudí a una reunión política con los representantes de la "Assemblea de Catalunya", explicamos a sus representantes que la Junta Democrática del País Valenciano no participaba de la tesis de los "Países Catalanes", expusimos que tampoco era compartido por la immensa mayoría del pueblo valenciano e incluso que la estimábamos perturbadora para nuestro proceso político. Nos encontramos con la sorpresa de que esa tesis política "catalanista" tampoco era compartida por ninguno de los catalanes presentes, con la excepción de un solo partido político, y se acordó prohibir la utilización de la expresión "Países Catalanes" para la reunión de todas las fuerzas políticas democráticas de Cataluña, Baleares y el País Valenciano que se celebró el día siguiente en Mallorca.\\

3 - El mismo año, contestando a A. Fabregat en un libro publicado en Valencia ("Partits polítics al País Valencià", vol. I, págs. 28 a 30), sobre mi posición respecto a los "Países Catalanes", expuse larga y detenidamente mi no identificación con esa tesis, por las razones expuestas en ese libro, cuya lectura recomiendo a todos para clarificar ideas y posiciones. Ni creo en la existencia, ni en la realidad, ni en el futuro de los "Países Catalanes". Podría contar más cosas, pero no creo que merezca la pena. No tiene mayor importancia, al menos en lo que a mí respecta.\\

II

Lo que me ocurre es que siento una profunda admiración por Cataluña, como la siento por otras regiones españolas.\\

Y la siento como pueblo que es, cuando sin fisuras y pasando por encima de sus discrepancias, se sienten profundamente catalanes. Mientras que en Valencia las fisuras nos dividen. Y siento admiración por ella, porque tanto su burguesía, como sus clases medias y sus masas obreras, a las que tantas cosas separan, se sienten ante todo, catalanes y defienden y han defendido su lengua y su cultura; mientras que nosotros, los valencianos, no sólo andamos y hemos andado siempre a la "greña" unos contra otros, dejando las clases sociales más altas y las medias (salvo excepciones) sin defensa de nuestra lengua y nuestra cultura, que si se han salvado de tantos olvidos y abandonos ha sido porque nuestro pueblo llano y popular ha continuado hablando valenciano.\\

Y siento admiración por Cataluña porque es un pueblo que empieza por ensalzar y defender a sus hombres eminentes, sean poetas, escritores, economistas, financieros, profesionales o políticos, aunque discrepen de ellos en lo político o en lo cultural, porque ante todo son catalanes que hacen grande a Cataluña; mientras que en Valencia nos dedicamos a combatir y a discutir al que descuella o sobresale, hasta si es preciso (por envidias, suspicacias o discrepancias) a hacerle abandonar esta tierra. Recordemos que tradicionalmente los grandes valencianos se han tenido que ir a Madrid o a Barcelona. Porque la convivencia en un País que no soporta las personalidades que surgen es una convivencia difícil.\\

En Cataluña, además, en lo político, las derechas aceptan a las izquierdas y éstas a aquéllos y, pese a ser adversarios que se combaten en lo político, sus líderes respectivos se aceptan y respetan, pese a sus discrepancias, porque saben que ningún pueblo es ni será grande si no se aceptan y respetan los discrepantes, y si para ello no se apoyan en sus figuras más relevantes. Mientras que en Valencia, la discrepancia de las derechas a la izquierda y la de ésta hacia aquélla se convierte en amenaza, en insulto y en denigración, cuando no en calumnia y en satírica denigración.\\

Y eso no puede continuar. Hemos de construir un País tolerante y civilizado que deje de estar constituído en una especie de sociedad tribal, en la que los unos sean una amenaza, un temor o una envidia para los otros.\\

III

Quizá esa admiración hacia Cataluña, ciertos acontecimientos históricos y ese rechazo valenciano de los unos hacia los otros, explique suficientemente -junto a otros factores- algunas de las tesis "catalanistas" y, especialmente, que grandes sectores de la juventud universitaria se haya sentido atraída hacia el "modelo" catalán, por sernos el más próximo.\\

Tampoco es ajeno a la aproximación hacia ese modelo, la contemplación histórica y no tan histórica de lo que ha sido la actitud de los sectores más importantes de la burguesía valenciana. Porque es bien sabido que ésta abandonó masivamente -con algunas notables excepciones- la "valencianía" cultural e idiomática para asumir con armas y bagajes una "castellanización" que el pueblo que quiere reencontrar su identidad -y ésta es la actitud de amplios sectores juveniles- le reprocha. Cuando Carlos III quiso devolvernos "Els Furs" y con ellos nuestro Derecho propio y una parcela de nuestra autonomía, la burguesía valenciana, clase social y económicamente dirigente, dijo que no hacía falta. Y los ejemplos históricos pueden multiplicarse hasta nuestros días. Baste recordar su abandono de la lengua y la postergación de nuestra cultura valencianas para comprender quizá parte de lo ocurrido. Lo cual no significa que no debiera penetrar el castellano y la cultura en castellano, que buenas, propias y nuestras son ya, sino no abandonar lo que nos era y nos es aún propio.\\

IV

El valenciano sensato y sereno que quiere progreso social y político está ya harto de tanta exagerada polémica divisoria entre Reyno-Región o País; entre si azul o sin azul; entre si es catalán o valenciano; y entre si el himno o la cultura.\\

Lo que necesitamos es claridad y clarificación, pero sobre todo que nadie se sienta excluído y que los de aquí (castellano o valenciano parlantes) se sientan incluídos en el proceso de engrandecimiento de nuestro Pueblo. Y si alguien quiere continuar afirmando y discutiendo que si somos o no "catalanes", pues muy bien, adelante; y mientras tanto ¡la casa sin barrer! Que grupos o partidos de izquierda se dediquen a emplear en ello la casi totalidad de sus energías, mientras crece el paro lo reprocharán las masas trabajadoras, que quizá ni siquiera les escucharán ni les seguirán. Y que las derechas se dediquen a comabatirles como "agentes" del imperialismo catalán, es también una excelente manera de perder el tiempo.\\

V

Lo que es excesivo es que una derecha "instalada" ataque de "catalanista" a la izquierda y que ésta tache a toda la derecha de "bunker-barraqueta". Eso, además de falso, es miopía. Porque en Valencia hay hombres de la derecha entre los "catalanistas" y hombres de la izquierda de toda la vida entre los que lloran con emoción ante el himno regional (¡que también estuvo prohibido!) o se emocionan ante la "senyera" con franja azul. Al igual que es falso, radicalmente falso, afirmar que todos los que pretendemos la denominación "País Valencià" a "Región" o "Reyno" es porque queremos implantar la tesis de los "Países Catalanes".\\

¡No construyamos, ni divulguemos más fantasmas peligrosos! Dediquémonos todos, las derechas, las izquierdas y el centro a trabajar por este País, pues buena falta le hace, respetándonos los unos a los otros".
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (La ''paella'' des Pays Catalans) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

Cet article est celui qui marque le début du virage de Broseta vers des positions anti-catalanistes. Dans cet article, on remarque le ton exalté, loin du ton conciliant qu'il avait habituellement toujours montré, comme nous l'avons déjà dit. De même, nous pouvons dire que cet article est un "classique", qui ouvre de nombreux sujets blavéristes, comme le supposé "pillage catalan", qui vise même la ''paella'' (plat typique valencien) et la céramique valencienne [le défunt leader de l'UV, Vicente González Lizondo, avait l'habitude de dire lors de rassemblements politiques que "les Catalans veulent nous voler notre paella et notre céramique"]. Il est intéressant de noter que, même dans cet article, il utilise encore le terme "Pays Valencien". D'autre part, dans cet article, les liens évidents que Broseta a eus avec le catalanisme (qu'il admet lui-même) apparaissent vers la fin, ainsi que son désir de rompre avec ses anciens associés. En définitive, cet article révèle une constante dans la vie de Broseta, déjà signalée lorsqu'il parle de son mariage avec Sol Bacharach : la volonté de ne rien faire qui puisse contrarier la bourgeoisie valencienne castillanisée (en l'occurrence, être trop nationaliste à son goût).

>>quote<< I

"En los últimos días se han producido dos hechos pletóricos de significado. El primero parece anecdótico -casi folklórico- y el segundo es eminentemente político. Ambos se complementan y ambos unidos son perfectamente coherentes, aunque no los podamos admitir. Conviene meditar sobre ellos, desde una perspectiva política.\\

El hecho, que alguien ha calificado de anecdótico, se produjo en Berlín: en la Semana Cultural Catalana y dentro de la gastronomía catalana, se exhibió la paella. Hace tres días, en el congreso, el diputado catalán Jordi Pujol, expuso y según él con carácter "pedagógico" -explicó-; según las referencias de la prensa -pues aún no he conseguido el "Diario de Sesiones del Congreso"- qué es el "pancatalanismo"; qué es eso de "Els països catalans" y afirmó la "vinculación" del País Valenciano a Cataluña. Jordi Pujol, para defender la federación entre territorios autónomos, parece ser que afirmó que pertenecemos al bloque catalán y-añadió- que esta idea tiene amplio apoyo aquí. Según otros periódicos, parece que el diputado catalán afirmó la "primacía de lo catalán sobre lo valenciano, en punto a voces de capitanía cultural e histórica".\\

Algunos diputados valencianos se indignaron y replicaron al líder de la burguesía catalana y de la banca catalana. La propuesta constitucional fue rechazada.\\

¿Qué significan estos hechos políticamente? Parece conveniente, elevarnos desde la anécdota a la categoría. Así entenderemos las cosas.\\

II

La exhibición de la paella entre la gastronomía culinaria catalana es un desatino, que es innecesario demostrar. Pero ¿entonces qué significa esa apropiación indebida o sea expoliación gastronómica? Pues sencillamente un paso más -y lamento decirlo- de la "escalada" catalana de algunos grupos y personas que pretenden afirmar que somos una comunidad (la valenciana) que simplemente forma parte de una nacionalidad común y superior que es la nacionalidad catalana.\\

Lo afirman como resultado de un simple silogismo que algunos postulan: el pueblo valenciano forma parte de la nacionalidad catalana; la cultura valenciana forma parte de la cultura catalana; luego, si la gastronomía es parte de la cultura, la paella es catalana. Y el mismo argumento aplican a la lengua; si el valenciano es una variante del catalán, forma parte de la cultura catalana y, en consecuencia, es catalán. Y le cambian el nombre, y por ende, ya no hay que decir que hablamos valenciano, sino catalán. El "parlem valencià" debe ser sustituído por el "parlem català", cambiando el nombre de la lengua, pese a que siempre la hemos llamado valenciano. Aussiàs March, ya no sólo escribía en catalán, sino que es catalán. Y la cultura valenciana es catalana. Y el gótico valenciano es catalán; y la cerámica, aunque sea de la zona castellano parlante, y el mueble y la arquitectura también. Y ahora, la paella. Por este camino hemos de decirles que muchos pensamos que cualesquiera que sean las razones históricas que se invoquen, la "senyera" valenciana no podrá ser la cuatribarrada, porque -entre otras razones- la "senyera" de dos territorios autónomos no puede ser idïéntica, a menos que se nos quiera meter en una misma nacionalidad: la nacionalidad catalana. Y eso no lo quiere la casi totalidad del País Valenciano.\\

III

En definitiva, se nos quiere decir que somos la misma comunidad histórica y cultural; y quieren que incluso formemos parte de la misma comunidad política. Seremos así una región de "els països catalans". Y dice el señor Jordi Pujol, que todo eso tiene amplio apoyo en el País Valenciano.\\

Pues no señor. Hay que decirle al señor Jordi Pujol -respetable político catalán, por muchas razones- que se equivoca. Que aquí los ciudadanos se sienten valencianos y no catalanes. Que afirman -diga lo que diga la lingüística- que hablan valenciano, y que gracias al pueblo que así habla y siente se ha salvado la lengua valenciana. Y que nuestra cultura no es la cultura catalana, no sólo porque la cultura es algo considerablemente más amplio y profundo que la lengua, sino, además porque la cultura valenciana es ya indisolublemente dual: valenciana y castellana. Aunque le pese. Porque los procesos históricos son como son, y no como el señor Pujol hubiera querido que fuesen.\\

Pero es que, además, para que una comunidad de ciudadanos de un territorio, pueda afirmarse que posee una nacionalidad o una cultura determinada, en el caso debatido la catalana, es indispensable que esos ciudadanos se sientan catalanes. Y los valencianos no se sienten catalanes sino valencianos. Todo lo demás, son teorías historicistas, voluntarismos maximalistas o deseos de ensanchar las áreas de influencia para practicar la propia política, para practicar o extender la propia economía o para aglutinar más territorio y más habitantes, para -bajo la capitanía de Cataluña- fortalecer su propia política frente al Gobierno central. Porque de eso se trata, como a algunos, desde hace bastantes años, se nos ha explicado con el deseo de catequizarnos.\\

IV

Todo se comprende si se analiza desde una perspectiva política y económica. Y dejemos ahora de lado los tradicionales y reiterados intereses económicos contrapuestos de Cataluña y del País Valenciano, de los que han sufrido bastante labradores y exportadores valencianos, cuando tenían que sufrir los efectos de la política "proteccionista" postulada desde Barcelona.\\

Todo se comprende -como acaba de verse claro en el Congreso de los Diputados- al llegar al momento de postular y defender la tesis del "pancatalanismo". Algunos lo sabemos desde años (como lo saben muchos otros a quienes también se les explicó la "teoría") y por eso no lo aceptamos. Entre otras muchas razones, porque a un pueblo que está esforzándose en retrobar su propia identidad de pueblo diferenciado -de verdadero pueblo valenciano- lo único que no se le puede decir es que comparte la nacionalidad catalana; o que su "senyera" será idéntica a la catalana. Porque no lo siente, ni es así. Y si se le insiste y se le vuelve a insistir, al final se irrita y reacciona. Y se enzarza en disputas y en querellas y defiende su identidad. Partiendo de este sentimiento, todos los excesos son posibles, aunque sean reprobables y condenables.\\

V

Todo esto tiene un nombre y siento profundamente pronunciarlo: es una verdadera expoliación cultural y nacional. Y buena prueba de ello es que la mayoría de los catalanes ni lo sienten ni lo quieren. Así lo comprendió la Asamblea de Cataluña, cuando en mayo de 1974 se lo explicamos unos cuantos valencianos. Su sorpresa fue, precisamente, que antes otros valencianos les habían intentado convencer de lo contrario. Tampoco lo cree Tarradellas y con él otros muchos catalanes, tan respetables como los que creen lo contrario. Ni lo cree el "Plenari" de Parlamentarios valencianos.\\

VI

En el fondo de tanta campaña para que cambiemos a la lengua el nombre de valenciano por catalán, que aceptemos que la cultura valenciana no es tal, sino catalana; que afirman que es indiscutible que la "senyera" fue y debe continuar siendo la "cuatribarrada"; y que nuestra cerámica, nuestro arte y nuestra arquitectura es catalana, late el deseo de algunos de crear pilares básicos desde los que al final, acabemos aceptando que somos "països catalans" y que, en definitiva compartimos la nacionalidad catalana.\\

Y lo digo -pese a que muchos les irrita- con profundo respeto por quienes así piensan. Pero yo no lo pienso, y pese a todo, he sentido la necesidad de decirlo. Entre otras cosas, porque desde hace años lo estoy discutiendo con ellos. Y lo digo, pese a quienes después escriban, que nadie me ha dado vela en este entierro, o que practico el "toreo de salón". Como si para torear miuras -en política- fuera indispensable tener un acta de diputado, después de mendigarla en los pasillos de Madrid; un pase de Iberia e ir al Congreso a estar casi siempre callado y después protestar airadamente por los riesgos que otros, diputados o no, con su opinión tienen que soportar".
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Il convient de noter la ruse (ou la malhonnêteté) de Broseta. Il fait semblant de ne pas savoir, et dit qu'il ne sait pas exactement ce que Jordi Pujol a dit [le 19 juillet, pour être exact] au Congrès des députés, mais par le contexte et la présentation ultérieure, il laisse entendre qu'il le savait parfaitement. Nous avons eu accès à ces paroles grâce aux réponses ultérieures de certains députés valenciens (dans ce cas, même le PSOE, une chose très peu conventionnelle étant donné que les socialistes valenciens, par peur absurde, ont toujours fini par condescendre à l'anti-catalanisme de la droite, comme le montre clairement l'acceptation de tous leurs symboles dans le statut d'autonomie valencien).

Jordi Pujol avait simplement déclaré que "l'identité historico-culturelle de la Catalogne, du Pays valencien et des îles [Baléares] constitue les Pays catalans". Pin Arboledas, député de l'UCD et futur rédacteur du Statut de Valence, a menacé d'émettre de sérieuses réserves si un pacte politique entre la Catalogne et le Pays valencien était proposé. Jarabo Payá, de l'AP, s'est efforcé de démontrer que la langue valencienne n'est pas catalane. Sotillo, député du PSOE de Castelló, a répondu que "si les fédérations [de communautés autonomes] étaient autorisées, le cas de la colonisation d'une région sur une autre plus faible pourrait se produire"." [Extrait de ''Catalunya. Livre de l'année 1978''. Barcelona. Editions 62. 1979. P. 122].

!!3 - Problemas valencianos (Des problèmes valenciens) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

Cet article, écrit deux mois après le précédent, montre une caractéristique essentielle du comportement de Broseta. On pourrait la nommer : des pas en avant et des pas en arrière dans la même direction. C'était très déroutant pour ses adversaires politiques, et peut-être s'agissait-il d'une tactique préméditée. Dans ce cas, on peut affirmer que dans cet article, sans faire preuve d'un catalanisme ouvert, il se considère bien comme un catalanophile. Et en tout cas, le ton est beaucoup moins agressif (ce qui était très surprenant en tout cas à Broseta) que dans l'article précédent. D'ailleurs, il utilise toujours le terme "Pays Valencien".

>>quote<< I

"En este País Valenciano nuestro aún hay muchas cosas que clarificar. Para contestar a las calumnias y mentiras que se han dirigido contra mí, era indispensable decir todo un conjunto -largo y grave- de cosas que contadas ahora, quizás hubieran complicado más la "efervescencia" de los cenáculos políticos de ese gran "café" de barrio o e "patio de vecindad" al que algunos parecen querer reducir la política valenciana. Quizá porque ni pueden ni saben practicar otra "política". Hubo quien, desde las páginas de un periódico de Barcelona, llegó a insinuar que si no me he atrevido a rebatir sus mentiras y calumnias, es porque eran ciertas. ¡No se equivoque usted, "señor articulista", que de todo se hablará en su día cuando se apague el incendio!\\

Pero lo único que no podemos hacer ahora es continuar sembrando vientos que aticen el fuego -como constantemente están haciendo algunos de los que no merece la pena ni hablar y mucho menos contestarles-, porque como pueblo, precisamente ahora, nos estamos jugando demasiado los valencianos.\\

II

Una de las mayores falacias que se manejan por esos "cenáculo" es que algunos -¡y por supuesto ya se me incluye entre ellos!- estamos haciendo "anticatalanismo" y que sólo practicamos una política "anti", incapaces de construir un proyecto para el País Valenciano. Quienes son capaces de hacer ese proyecto, es algo que pronto se verá.\\

Yo sólo hablo y escribo en nombre propio y sólo de los que yo pienso. A nadie agrupo, por nadie hablo, ni a nadie intento arrastrar, pese a que han llegado a afirmar lo contrario. Estoy solo, absolutamente solo, y sólo digo lo que pienso. En el proceso de su insensato análisis político han llegado a afirmar -después de privarme de mi condición de "demócrata", como si tuvieran algún título para hacerlo- que estoy intentando crear un partido político, con determinadas fuerzas políticas que incluso mencionan. Para general tranquilidad de la "concurrencia" temerosa, diré que nada más lejos de mis intenciones que intentar crear ese "fantasmal" partido político. El que lo está intentando es otra persona. Así es que, ¡tranquilos!, y que ¡Santa Lucía les conserve la vista!\\

III

¡Y digámoslo de una vez! Por Cataluña somos muchos los que sentimos una profunda admiración. Yo el primero y lo he escrito varias veces. Ya quisiéramos aquí tener la burguesía catalana, los intelectuales y los políticos que tienen los catalanes. Entre otras cosas, porque desde su "conciencia" de ser catalanes han construído un gran pueblo, unido y fuerte.\\

¡Y digámoslo también, claro! Por razones históricas, culturales y políticas hemos tenido y debemos tener en el futuro buenas y estrechas relaciones con Cataluña. Yo mismo firmé -consciente de lo que hacía- en la época de la "predemocracia clandestina" un documento político, en el que se hablaba de "l'establiment de lligams especials amb Catalunya", pues, si no recuerdo mal, ésta era la expresión utilizada. Las discrepancias nacen de la forma en lo que cada uno entiende esas relaciones con Cataluña.\\

Pero una cosa es eso y otra muy distinta quién lo hace, cómo se hace, cuándo se hace y sobre todo qué es lo que se sacrifica en el proyecto. Hasta que estemos en situación de hacerlo, habremos de mantener las distancias. El País Valenciano tiene su propia idiosincrasia, su propia fuerza, su propia personalidad y su propio peso económico. Cuando todo esté aquí claro y robustecido, con una burguesía alineada y consciente de un proyecto estrictamente valenciano; con unos partidos políticos sin las "fomentadas" divisiones por este tema; con un pueblo en pie -y yo soy de quienes piensan que aún no lo tenemos-, será llegado el momento de establecer las relaciones que sean pertinentes si el pueblo lo decide pero sin que antes cuatro políticos suplanten la voluntad popular.\\

Y hablaremos a Cataluña de tú a tú. Y negociaremos lo que haya que negociar. Y en ese momento podrán discutirse nuestros conflictos recíprocos -económicos o no-, para sacar para Valencia lo que debemos sacar. Una de las mayores y mejores virtudes del político es saber escoger el momento del "encuentro" y el lugar. Antes de ese momento -el júbilo de unos, o el desconcierto de otros- puede conducir al "entreguismo" o, al menos, parecerlo. Y tanto una como otra cosa son políticamente negativas.\\

Mientras tanto, cada uno en su casa, barriéndola o construyéndola. Las precipitaciones en política -menos para quienes desde años las desean- son siempre contraproducentes. Estamos empezando el camino y el proyecto político para Valencia. Tiempo habrá. Y quizá no sea necesario esperar mucho. Construyamos nuestro País Valenciano, para después, conscientes de lo nuestro, poder negociar con Cataluña, lo que la Constitución y el pueblo valenciano quiera. Al menos, claro está, que lo nuestro y lo de ellos todo es lo mismo. Pero quienes no lo creemos así (porque primero queremos una Valencia "gran i forta") tenemos el deber de esperar.\\

IV

Con todos los respetos hacia Cataluña y hacia su presidente Tarradellas, hay que decir varias cosas. Que necesitamos elaborar y construir entre otras cosas, nuestra política económica y financiera, para, conocedores de nuestro enorme potencial económico si está unido, y de los conflictos económicos con Cataluña, después negociar y resolver. Pero de tú a tú. Y con nuestra propia unidad económica.\\

Porque mientras tanto hay demasiados problemas, en los que si entramos sin la debida fortaleza política y económica, el País Valenciano puede perder. Pensamos lo que significa -entre otras muchas cosas- el acabar de decidir -y son unos pocos ejemplos y no los más importantes- si el puerto comercial de Madrid radica en Alicante y en Valencia o en Barcelona. O si el puerto de Aragón es Valencia o Barcelona. O si conseguimos o no la autopista de Valencia a Madrid, antes que la de Barcelona a Madrid. O si se acaba o no la línea de ferrocarril a Francia por Canfranc.\\

Son demasiadas las cosas que nos jugamos de presente y de futuro, en nuestros potenciales conflictos económicos con Cataluña para no andar con cautela.\\

V

Porque mientras tanto, hay quien se escandaliza porque el presidente Albiñana no hubiera acudido a Baleares para "jugar" al "personalismo" político de Tarradellas. Yo que me enteré cuando la decisión de no ir de nuestro presidente Albiñana estaba tomada -pese a que un malévolo periodista valenciano afirmara lo contrario y me achacara parte de la decisión de no ir- lo entendí como una prudente y sabia decisión política. Además de que ese día le esperaban los valencianos de un pueblo de Alicante. Ya habrá tiempo para los "encuentros". Mientras tanto, que el señor Tarradellas espere. Que es de políticos prudentes escoger el lugar y el momento.\\

Sobre todo cuando -además- ni los periodistas se escandalizan de que una autoridad municipal como la de Alicante rinda honores a Tarradellas en el mismo lugar en que semanas antes desairaba al presidente del Consell del País Valenciano, Albiñana.\\

VI

P.S. - Para tranquilizar a un ilustre contradictor mío de las páginas de "Levante", le diré dos cosas: cuando tomé posesión de mi cátedra de la Universidad de Valencia no juré los Principios del Movimiento; y, además, por no jurarlos retrasé durante más de seis meses mi incorporación al Colegio de Abogados. No los he jurado jamás. Y como él mismo suele decir, "Mare de Déu quina falta d'informació". Antes de hablar de hechos personales de los demás conviene enterarse mejor".
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!!4 - València forta i gran (Une Valence forte et grande) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

Dans cet article, Broseta semble déjà confortablement installé dans le régionalisme espagnol de la bourgeoisie valencienne castillanisée (bien qu'il esquisse une légère critique de cette castillanisation). La preuve en est qu'il n'utilise plus le terme de "Pays Valencien", mais seulement celui de "Région". Cependant, la dernière partie de cet article est intéressante. Broseta, un homme intelligent et très observateur de la réalité, est conscient du monstre qu'il a contribué à créer (la violence blavériste), ce qui l'oblige à une critique très directe (ce qui est rare chez lui, qui préférait les ambiguïtés, comme nous l'avons déjà souligné).

>>quote<< I

"Cualquier momento en la vida de una comunidad es bueno para que los hombres y las mujeres que la integran analicen sus problemas y sean conscientes de sus decisiones. Los valencianos tenemos especiales problemas internos, pese a que nuestra Región es quizá la que con menor gravedad está soportando la problemática económica y social que el Gobierno, los partidos democráticos y las centrales sindicales están intentando resolver.\\

Pero pese a ello, parece evidente que los valencianos, empeñados en reencontrar nuestra propia identidad de pueblo diferenciado, estamos enzarzados en disputas y querellas internas, que nos dividen y nos debilitan. Andamos divididos y confundidos.\\

Mas los valencianos debemos empeñarnos, una vez más, en iniciar y fortalecer un profundo movimiento popular, que desde el corazón y pasando por la razón, nos conduzca como resultado a construir la Valencia "forta i gran", que históricamente fue y que puede y debe volver a ser, porque poseemos todos los medios para conseguirla, si trabajamos unidos y serenos.\\

Mas ¿qué debemos hacer para conseguirlo?\\

II

Debemos partir de una afirmación previa: somos una comunidad que posee una personalidad propia y definida, que siendo ya irremediablemente dual -lo que nos da mayor fortaleza- está integrada en la superior comunidad española. Por ello, sin debilitar nuestra condición de españoles, debemos fortalecer nuestra personalidad de valencianos que, necesario es decirlo, hemos olvidado en demasía durante muchísimos años. Todo ello se sintetiza en la afirmación "som valencians" que nos surge del sentimiento y debe pasar por la razón.\\

Mas ¿cómo fortalecer nuestra personalidad valenciana? Varios son los caminos que ante nosotros tenemos abiertos.\\

El primero ha de ser fortalecer nuestra propia lengua, la lengua valenciana, que pese al secular olvido desde el centralismo y desde un cierto sector de la burguesía valenciana, sobrevive potente y fuerte en grandes sectores del pueblo valenciano. Hemos de enaltecer y agradecer a los hombres y mujeres valencianos que la han mantenido viva y, especialmente, a los de los pueblos y comarcas que han salvado la lengua valenciana de la postergación y del olvido. Y hemos de potenciarla sin menoscabo del castellano, que es ya tan nuestro que nos sirve de unión con el resto de los españoles.\\

III

El segundo camino para alcanzar una "València forta i gran", es ser conscientes de que poseemos una cultura propia, la cultura valenciana, que se expresa ya tanto en valenciano como en castellano. Porque ¿quién puede dudar ya que nuestro Blasco Ibáñez o nuestro Miró o nuestro Miguel Hernández, cuando escriben en castellano, están haciendo también cultura valenciana de repercusión universal, porque son grandes valencianos que traducen nuestra idiosincrasia por un medio de expresión que como el castellano es ya también nuestro? Basta leer "La barraca" o los "Cuentos valencianos" de Blasco Ibáñez, para comprobarlo. ¿De qué sirve atacar -como se hizo y hace desde algún sector- esta realidad indiscutible? Sólo por debilitar nuestra cultura valenciana, que es irremediablemente dual, castellana y valenciana, y para debilitarnos como pueblo con personalidad propia.\\

Pero es que tenemos también una historia propia que cabe resaltar y enseñar. Como tenemos una geografía y una gastronomía, y un folklore y unas fiestas y unas costumbres que reivindicar, para que los valencianos -dentro de España- seamos cada vez más conscientes de nuestra personalidad, más solidarios y más fuertes. Para incrementar nuestra vinculación a lo nuestro y nuestro amor a esa Valencia que todos queremos "forta i gran".\\

Sin complejos y sin ataques a otros españoles, miembros de otras comunidades próximas o lejanas.\\

IV

Precisamente por ello hemos de decir a todos, que no son admisibles ni los ataques personales, ni las calumnias y difamaciones, ni las bombas dirigidas a los discrepantes. Todos somos y hemos de ser valencianos por encima de nuestras discrepancias. Y precisamente en este sentido quiero singularizar dos cosas.\\

Es la primera, el contenido de dos pintadas que leí ayer en una valla de una calle valenciana, en las que se ataca y se insulta a los catalanes. Y eso no puede ser. Una cosa es que discrepemos de algunos catalanes que, muy minoritariamente, defienden la concepción de los llamados "Países Catalanes", y otra muy distinta e inaceptable que unos valencianos insulten a los catalanes. Porque Cataluña es un pueblo grande y que estuvo, hace siglos, muy próximo a nosotros en determinados momentos históricos y, además, porque sin abdicar de nuestra condición de valenciano con Cataluña, como con cualquier otro pueblo de España, hemos de convivir. Tenemos en Valencia muchos catalanes trabajando con nosotros, cuya solidaridad y cuyo afecto los valencianos hemos conquistado y debemos mantener. Lo otro, o sea, el insulto, es una ofensa no ya a Cataluña sino a nuestra dignidad de valencianos.\\

La segunda cosa que quiero decir es que nosotros los valencianos, cualquiera que sea nuestra concepción de lo que es Valencia, ni podemos ni debemos menospreciar lo nuestro. No parece lícito que, por defender una ideología propia, haya quien menosprecie la "barraca", o nuestro "Himno Regional", o las fallas, calificadas peyorativamente por algunos de "folklóricas", o tache a la "senyera" con franja azul de fascista.\\

Todo eso es nuestro, exige nuestro respeto y sólo respetándolo y fomentando esas y otras muchas cosas nuestras, podremos construir la "València forta i gran" que queremos".
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (Une autoroute pour Valence) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

Nous avons choisi ce dernier article pour démontrer l'orientation de Broseta à la fin de sa vie. Ainsi, dans cet article, au-delà des considérations économiques qu'il avance (ce n'est pas en vain, en tant que professeur de Droit Commercial, c'est un sujet qu'il a toujours traité), nous voulons attirer l'attention sur l'urgence et la nécessité que Broseta montre à propos de la connexion entre Valence et Madrid. Au cours de ses dernières années, Broseta semble avoir assumé toutes les valeurs de la bourgeoisie valencienne castillanisée, avec laquelle il s'était lié par son mariage avec Sol Bacharach. Et parmi ces valeurs, l'une des plus essentielles est celle de ce lien avec Madrid (qui implique, en contrepartie, une animosité avec la Catalogne, ce qui d'ailleurs fait le bonheur de la bourgeoisie valencienne). Même pour Broseta et pour la bourgeoisie valencienne de ces années, le lien économique avec Madrid semble plus important qu'un lien avec le reste de l'Europe (ce lien est garanti par l'autoroute AP-7 qui, bien sûr, passe par la Catalogne), une idée surprenante en tout cas, et dont nous laissons le soin au lecteur de juger.

>>quote<< "El reto social está planteado y se sintetiza en la siguiente pregunta: ¿Pueden las autovías que proyecta el MOPU para unir Valencia y Madrid satisfacer las necesidades del presente y del futuro de Valencia cuando estén terminadas?

Una respuesta exige dilucidar varias cuestiones.\\

I

El proyecto oficial diseñado desde el Ministerio madrileño consta de dos partes: convertir en autovía la carretera actual más larga de Madrid a Valencia por Albacete, que supone un trayecto de 100 kilómetros más que la actual N-III por Motilla del Palancar, y convertir en autovía alrededor de los 2/3 de la actual carretera nacional, pero no en su totalidad.\\

La oferta y la decisión del MOPU parecen inadecuadas e insuficientes. Tanto según las necesidades actuales de Valencia, como para las futuras, si Valencia quiere, como puede, convertirse en el primer puerto español del Mediterráneo. Es inadecuada, porque es inaceptable que nos ofrezcan una autovía que alargará en 100 kilómetros la distancia con Madrid. Es inadecuada la segunda oferta, porque es incompleta al mantener 1/3 de su trazado en su lamentable situación actual.\\

Demasiado larga una autovía lo que la hará siempre rechazable e impracticable para unirnos a Madrid. Incompleta e insuficiente la otra autovía.\\

II

Frente a esta oferta viaria, el presidente de la CEV ha pedido unir Madrid a Valencia no por las autovías proyectadas, sino por una autopista, libre o en su defecto de peaje, como única solución al tráfico actual de pasajeros y de mercancías y a la expansión del futuro económico y social de Castellón y de Valencia. Para convertir a nuestra Comunidad en el factor dinámico que debe ser, en un mundo moderno en el que las comunicaciones por autopista y no por autovía son factor esencial y determinante de su desarrollo económico y social.\\

Esta iniciativa empresarial demuestra la vitalidad de un sector de la sociedad civil valenciana, quizá nuestro único sector dinámico, de esta sociedad civil que los sociólogos modernos afirman ser más importante que la estatal, que la administrativa o pública o que la política.\\

III

Las autovías propuestas parecen insuficientes para las necesidades del tráfico presentes y mucho más para el futuro. Y son, en todo caso, insuficientes si se desea fomentar la presencia económica de nuestra Comunidad en el resto de España.\\

Ya serían insuficientes ahora, en el supuesto de que estuvieran terminadas, porque el actual tráfico de mercancías y de pasajeros no abandonaría la ruta más directa de la N-III para utilizar la más larga por Albacete que supone hacer 100 kilómetros más de carretera. Ni el coste económico, ni el tiempo empleado, ni las directivas de la CEE sobre tiempo máximo de conducción al volante harán utilizable esta solución larga, que al parecer de los expertos nace fallida para unir Madrid a Valencia. ¡Parecemos dispuestos a repetir el error histórico del ferrocarril a Madrid por Albacete, que es la causa de nuestras terribles comunicaciones ferroviarias con Madrid!\\

IV

Pero por donde más se nota la insuficiencia de las autovías es si se las contempla desde la perspectiva de lo que necesita nuestra Comunidad para asumir en el futuro la importancia social y económica que nos debe corresponder.\\

Desde esta perspectiva, Valencia es la primera región exportadora que necesita comunicaciones con todas las capitales de España, y Madrid es la más importante de todas. Valencia y Castellón -pues Alicante tiene su propia conexión directa- deben convertirse en los puertos de Madrid, de Castilla entera y desde ella en los puertos del tráfico mediterráneo hacia el Cantábrico. Con la autopista que se pide, Castellón y Valencia se convertirían incluso en paso del tráfico de mercancías de Madrid a Cataluña y de Cataluña a Madrid, porque éste preferiría hacerlo todo por autopista, como ocurre en toda Europa. Y por aquí pasaría todo el tráfico a Madrid y a la mayor parte de Castilla, proveniente del Mediterráneo y de toda la Europa del Sur.\\

V

En suma, que el futuro económico y social depende en parte de las comunicaciones, y para las de carretera la autopista es insustituíble como lo demuestra la Europa occidental.\\

La autopista con Madrid es esencial para nuestro futuro. Para comprenderlo así pensemos lo que sería hoy de Alicante, de Castellón y de Valencia sin la autopista que las une. El mayor caos reinaría en nuestra Comunidad sin esta autopista. Imaginemos lo que sería el tráfico Madrid-Valencia con autopista, y su incidencia en el futuro de nuestra Comunidad.\\

El presidente de la CEV, Pedro Agramunt, brindaba ayer la tarea al Presidente de la Generalidad. Tarea de los políticos es estudiar los proyectos para hacer posible lo que imposible parece y para convertir en realidad lo que parace utopía".
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[[#bio]]If, in recent Valencian history, someone deserves the qualification of traitor in capital letters, it would be Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Professor of Commercial Law, with studies at the ''London School of Economics'' and a brilliant academic curriculum (all must be said), he was the main promoter of the "Table of Political Forces of the Valencian Country" during the Spanish transition. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Here we can read a complete biographical profile of him (where the author(s) talk, however, superficially of his political and anti-Catalan activity)]].
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[[#bio]]If, in recent Valencian history, someone deserves the qualification of defector in capital letters, it would be Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Professor of Commercial Law, with studies at the ''London School of Economics'' and a brilliant academic curriculum (all must be said), he was the main promoter of the "Table of Political Forces of the Valencian Country" during the Spanish transition. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Here we can read a complete biographical profile of him (where the author(s) talk, however, superficially of his political and anti-Catalan activity)]].
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[[#bio]]If, in Valencian history, someone deserves the qualification of defector in capital letters, it would be Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Professor of Commercial Law, with studies at the ''London School of Economics'' and a brilliant academic curriculum (all must be said), he was the main promoter of the "Table of Political Forces of the Valencian Country" in the transition. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Here we can read a complete biographical profile of his (where the author(s) talk, however, superficially of his political and anti-Catalan activity)]].

A man of the center-right with a clearly Catalanist discourse during the 70s (he enthusiastically participated in the I Congress of Catalan Culture in 1977 in Barcelona), he was the great hope of many in terms of being the promoter of a Valencian and Valencianist center-right, in the style of CIU in Catalonia. Thus, he was one of the main advisers to the pre-Autonomic President Albinyana.

But towards the end of the 70s took place Broseta's progressive blaverization, to the point that he was one of the main inducers of the current wording of the Valencian Statute of Autonomy (where all the Blaverist symbolism is collected, for example, especially the definition of Valencian as an "own language"). He also contributed to the political praxis of Blaverism, through his political participation in UCD; and in the doctrinal elaboration of the party in the press (in "Las Provincias" to be exact). His service to the Spanish cause culminated when he was one of the main drafters (as Secretary of State for the Autonomies) of the LOHPA (Organic Law of Harmonization of the Autonomous Process) in 1982. This law, one of the clearest consequences of the attempted coup d'état in 1981, cut back many competences to the autonomous communities. When the UCD collapsed, precisely in 1982, he remained removed from active politics (with occasional forays in "Las Provincias"). They say that shortly before his death in January 1992 (due to a shot in the neck by an ETA activist) he was planning his return to politics, this time at the hands of the PP.

Various causes have arisen to address this incredible change
. Some say that Manuel Broseta wanted to get into politics whatever it was. And since back then in the Valencian Country the option that best suited his tendencies was the UCD, Broseta played the game set by Abril Martorell, who was in any case the main instigator, as we have already pointed out. Others say that, as he was basically a center-rightist, he was frightened of the predominantly leftist orientation that Valencian nationalism increasingly took in the transition.

The real cause seems to be more earthly. Manuel Broseta was married to a French woman who went by the surname Dupré, and, being
a teacher at the Faculty of Law of the University of València, he had an extramarital affair with a student of his, Sol Bacharach (ex-''Fallera Major'' of València in 1972 and for a time a professor in the Department of Commercial Law of her ex-husband in the University of Valencia). And this adventure reached the point that Broseta left his first wife and in the end married Sol (with whom he had other children). This second woman came from the most rancid Valencian upper class (with a surname of German origin), totally Castilianized and totally pro-Spanish. It seems that it was the influence of this woman, her family, and the new social class of her adoption that caused both his abandonment of his original Catalanism and his decay towards the more overwhelmed Spanishism and anti-Catalanism.
to:
[[#bio]]If, in recent Valencian history, someone deserves the qualification of traitor in capital letters, it would be Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Professor of Commercial Law, with studies at the ''London School of Economics'' and a brilliant academic curriculum (all must be said), he was the main promoter of the "Table of Political Forces of the Valencian Country" during the Spanish transition. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Here we can read a complete biographical profile of him (where the author(s) talk, however, superficially of his political and anti-Catalan activity)]].

He was a man of the center-right with a clearly Catalanist discourse during the 70s (he enthusiastically participated in the I Congress of Catalan Culture in 1977 in Barcelona), he was the great hope of many in terms of being the promoter of a Valencian and Valencianist center-right, in the style of CIU in Catalonia. Thus, he was one of the main advisers to the pre-Autonomic President Albinyana.

But towards the end of the 70s Broseta's progressive blaverization took place, to the point that he was one of the main inducers of the current wording of the Valencian Statute of Autonomy (where all the Blaverist symbolism is collected, for example, especially the definition of Valencian as an "own language"). He also contributed to the political praxis of Blaverism, through his political participation in UCD; and in the doctrinal elaboration of the party in the press (in "Las Provincias" to be exact). His service to the Spanish cause culminated when he was one of the main drafters (as Secretary of State for the Regional Governments) of the LOHPA (Organic Law of Harmonization of the Autonomous Process) in 1982. This law, one of the clearest consequences of the attempted coup d'état in 1981, cut back many competences from the autonomous communities, which so returned to the central government. When the UCD collapsed, precisely in 1982, he remained removed from active politics (with occasional forays in "Las Provincias"). They say that shortly before his death in January 1992 (due to a shot in the neck by an ETA activist) he was planning his return to politics, this time at the hands of the PP.

Various causes have arisen to explain this incredible change. Some say that Manuel Broseta wanted to get into politics whatever
the cost was. And since back then in the Valencian Country the option that best suited his tendencies was the UCD, Broseta played the game set by Abril Martorell, who was in any case the main instigator, as we have already pointed out. Others say that, as he was basically a center-rightist, he was frightened of the predominantly leftist orientation that Valencian nationalism increasingly took in the transition.

The real cause seems to be more earthly. Manuel Broseta was married to
a French woman who had the surname Dupré, and, being a teacher at the Faculty of Law of the University of València, he had an extramarital affair with an student of him, Sol Bacharach (ex-''Fallera Major'' of València in 1972 and for a time a professor in the Department of Commercial Law of her ex-husband in the University of Valencia). And this adventure reached the point that Broseta left his first wife and in the end he married Sol (with whom he had other children). This second woman came from the Valencian establishment (with a surname of German origin), totally Castilianized and totally pro-Spanish. It seems that it was the influence of this woman, her family, and his new wife's social class what caused both his abandonment of his original Catalanism and his decay towards the more overwhelmed pro-Spanish and anti-Catalanist positions.
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!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

In this article
, although Broseta clarifies that he is not in favor of the theses of Catalanism that identify language and nation, he demonstrates a clear Catalanphilia. He also manifests a clear center-right political orientation, as evidenced by the fact that he laments that in the Valencian Country the bourgeoisie has never been (or has been few times) nationalist, and has not been concerned with its own language and culture, unlike the Catalan bourgeoisie. We already notice in this article a constant in the life of this man: the will to want to look good with everyone. In that case, on the one hand with the Catalan intelligentsia, with whom he was related in university environments; and on the other, with the Castilianized and incipiently anti-Catalan bourgeoisie of the city of València, with which for professional reasons [as professor of Commercial Law he was closely linked to private companies throughout his life, and participated as an advisor in the council of administration of many of them] he also had amicable relations with. We note how he then used the term "Valencian Country" with all normality, a term which later the Valencian right strongly condemned, replacing it with "Kingdom of Valencia", and finally by Valencian Community.
to:
!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (Catalanisme and anticatalanism) (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

In this article, although Broseta clarifies that he is not in favor
of the theses of Catalanism that identify language and nation, he demonstrates a clear Catalanophilia. He also manifests a clear center-right political orientation, as evidenced by the fact that he laments that in the Valencian Country the bourgeoisie has never been (or has been few times) nationalist, and has not been concerned with its own language and culture, unlike the Catalan bourgeoisie. We already notice in this article a constant in the life of this man: the will to be in good terms with everyone. In that case, on the one hand with the Catalan intelligentsia, with whom he was related in university environments; and on the other, with the Castilianized and incipiently anti-Catalan bourgeoisie of the city of València, with which for professional reasons [as professor of Commercial Law he was closely linked to private companies throughout his life, and participated as an advisor in the board of directors of many of them] he also had a close relationship. We note how he then used the term "Valencian Country" with all normality, a term which later the Valencian right strongly condemned, replacing it with "Kingdom of Valencia", and finally with "Valencian Community".
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

This article is the one that marks the beginning of Broseta's turn towards anti-Catalan positions. In this article we notice the exalted tone, far from
the conciliatory tone that he usually always showed, as we have said before. Likewise, we can say that this article is a "classic", which opens up many Blaverist topics, such as the supposed "Catalan plundering", which even aims at paella and Valencian ceramics [the late UV leader, Vicente González Lizondo, used to say at rallies that "the Catalans want to steal our frying pan and pottery"]. Interestingly, even in this article he still uses the term "Valencian Country". On the other hand, in this article the obvious connections that Broseta had had with Catalanism (which he himself admits) come to light towards the end, along with his desire to break up with his former associates. And in short, this article reveals a constant in Broseta's life, already pointed out when talking about his marriage with Sol Bacharach: the will not to do anything that could upset the Castilianized Valencian bourgeoisie (in this case, being too nationalistic for their taste).
to:
!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (The paella of the Catalan Countries) (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

This article is the one that marks the beginning of Broseta's turn towards anti-Catalan positions. In this article we notice
the exalted tone, far from the conciliatory tone that he had usually always showed, as we have said before. Likewise, we can say that this article is a "classic", which opens up many Blaverist topics, such as the supposed "Catalan plundering", which even aims at paella and Valencian ceramics [the late UV leader, Vicente González Lizondo, used to say at political rallies that "the Catalans want to steal our paella and pottery"]. Interestingly, even in this article he still uses the term "Valencian Country". On the other hand, in this article the obvious connections that Broseta had had with Catalanism (which he himself admits) come to light towards the end, along with his desire to break up with his former associates. And in short, this article reveals a constant in Broseta's life, already pointed out when talking about his marriage with Sol Bacharach: the will not to do anything that could upset the Castilianized Valencian bourgeoisie (in this case, being too nationalistic for their taste).
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Jordi Pujol had simply said that "the historical-cultural identity of Catalonia, the Valencian Country and the [Balearic] Islands is what makes up the Catalan Countries". Pin Arboledas, a UCD deputy and future ponent of the Valencian Statute, threatened with serious reservations if a political pact between Catalonia and the Valencian Country was proposed. Jarabo Payá from AP, made an effort to show that the Valencian language is not Catalan. Sotillo, PSOE deputy for Castelló, responded that "if the federations [of Autonomous Communities] were allowed, the case of the colonization of one region over a weaker one could occur" [Extracted from D.A. Catalunya. Book of the year 1978. Barcelona. Editions 62. 1979. P. 122].

!!3 - Problemas valencianos (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

This article, written two months after the previous one, demonstrates an essential feature of Broseta's spirit. And this is none other than the steps forward and back in the same direction. This was very confusing to his political opponents, and perhaps it was a premeditated tactic. In this case, we can affirm that in this article, without showing open Catalanism, he does consider himself a Catalanophile. And in any case, the tone is much less aggressive (something that is very surprising in Broseta) than in the previous article. By the way, he still uses the term "Valencian Country".
to:
Jordi Pujol had simply said that "the historical-cultural identity of Catalonia, the Valencian Country and the [Balearic] Islands is what makes up the Catalan Countries". Pin Arboledas, a UCD deputy and future writer of the Valencian Statute, threatened with serious reservations if a political pact between Catalonia and the Valencian Country was proposed. Jarabo Payá from AP, made an effort to show that the Valencian language is not Catalan. Sotillo, PSOE deputy for Castelló, responded that "if the federations [of Autonomous Communities] were allowed, the case of the colonization of one region over a weaker one could occur" [Extracted from D.A. Catalunya. Book of the year 1978. Barcelona. Editions 62. 1979. P. 122].

!!3 - Problemas valencianos (Valencian Problems) (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

This article, written two months after the previous one, demonstrates an essential feature of Broseta's behaviour. And it could be named: steps forward and back in the same direction. This was very confusing to his political opponents, and perhaps it was a premeditated tactic. In this case, we can affirm that in this article, without showing open Catalanism, he does consider himself a Catalanophile. And in any case, the tone is much less aggressive (something that was very surprising in any case in Broseta) than in the previous article. By the way, he still uses the term "Valencian Country".
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!!4 - València forta i gran (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

In this article, Broseta already seems comfortably installed in the Spanish regionalism of the Castilianized Valencian bourgeoisie (although he outlines a slight criticism of this Castilianization). And the proof is that he no longer uses
the term "Valencian Country", but only "Region". However, the final part of this article is interesting. Broseta, as an intelligent man who was very observant of reality, is aware of the monster that he had helped to create (Blaverist violence), and this in turn made him elaborate a very direct criticism (something rare in him, who preferred ambiguities, such as we have already seen).
to:
!!4 - València forta i gran (An strong and great València) (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

In this article, Broseta already seems to be comfortably installed in the Spanish regionalism of the Castilianized Valencian bourgeoisie (although he outlines a slight criticism of this Castilianization). And
the proof is that he no longer uses the term "Valencian Country", but only "Region". However, the final part of this article is interesting. Broseta, as an intelligent man who was very observant of reality, is aware of the monster that he had helped to create (Blaverist violence), and this in turn forced him to make a very direct criticism (something rare in him, who preferred ambiguities, such as we have already pointed out).
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

We have selected this last article to prove the orientation of
Broseta in his later days. Thus, in this article, over and above the economic considerations that he makes (not in vain, since as a professor of Commercial Law this is an issue that he always dealt with), we want to draw attention to the urgency and need that Broseta shows about the connection between València and Madrid. The Broseta of recent years seems to have assumed all the values ??of the Castilianized Valencian bourgeoisie, with which he had become related through his marriage to Sol Bacharach. And among those values, the essential figure is that of this link with Madrid (which implies, as a counterpart, animosity with Catalonia, which incidentally makes the Valencian bourgeoisie happy). Even both for Broseta and for the Valencian bourgeoisie, the economic link with Madrid seems to be more important than a link with the rest of Europe (this link is guaranteed by the AP-7 motorway, which, of course, passes through Catalonia), a surprising idea in any case, and whose judgment we leave to the reader.
to:
!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (A Highway for València) (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

We have selected this last article to prove
Broseta's orientation in his later days. Thus, in this article, over and above the economic considerations that he makes (not in vain, as a professor of Commercial Law this is an issue that he always dealt with), we want to draw attention to the urgency and necessity that Broseta shows about the connection between València and Madrid. Broseta during his last years years seems to have assumed all the values of the Castilianized Valencian bourgeoisie, with which he had become related through his marriage with Sol Bacharach. And among those values, one of the essential ones is that of this link with Madrid (which implies, as a counterpart, animosity with Catalonia, which incidentally makes the Valencian bourgeoisie happy). Even both for Broseta and for the Valencian bourgeoisie during these years, the economic link with Madrid seems to be more important than a link with the rest of Europe (this link is guaranteed by the AP-7 motorway, which, of course, goes through Catalonia), a surprising idea in any case, and whose judgment we leave to the reader.
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(:if userlang en:)
(:title Manuel Broseta:)
!Manuel Broseta Pont

%rframe% [[https://www.antiblavers.org/galeria/displayimage.php?pos=-434|https://www.antiblavers.org/galeria/albums/personatges/thumb_broseta.jpeg"Manuel Broseta"]] | [--Manuel Broseta--]
>>continguts<<
'''Table of contents continguts'''
* [[#bio|Manuel Broseta Pont]]
* Articles in "Las Provincias":
** [[#catalanismo_y_anticatalanismo|Catalanismo y anticatalanismo (Catalanism and Anticatalanism]]
** [[#la_paella_dels_paisos_catalans|La paella dels Països Catalans (The paella of the "Catalan Countries")]]
** [[#problemas_valencianos|Problemas valencianos (Valencian Problems)]]
** [[#valencia_forta_i_gran|València forta i gran (An strong and great Valencia)]]
** [[#una_autopista_para_valencia|Una auto(vía)pista para Valencia (A highway for Valencia)]]
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[[#bio]]If, in Valencian history, someone deserves the qualification of defector in capital letters, it would be Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Professor of Commercial Law, with studies at the ''London School of Economics'' and a brilliant academic curriculum (all must be said), he was the main promoter of the "Table of Political Forces of the Valencian Country" in the transition. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Here we can read a complete biographical profile of his (where the author(s) talk, however, superficially of his political and anti-Catalan activity)]].

A man of the center-right with a clearly Catalanist discourse during the 70s (he enthusiastically participated in the I Congress of Catalan Culture in 1977 in Barcelona), he was the great hope of many in terms of being the promoter of a Valencian and Valencianist center-right, in the style of CIU in Catalonia. Thus, he was one of the main advisers to the pre-Autonomic President Albinyana.

But towards the end of the 70s took place Broseta's progressive blaverization, to the point that he was one of the main inducers of the current wording of the Valencian Statute of Autonomy (where all the Blaverist symbolism is collected, for example, especially the definition of Valencian as an "own language"). He also contributed to the political praxis of Blaverism, through his political participation in UCD; and in the doctrinal elaboration of the party in the press (in "Las Provincias" to be exact). His service to the Spanish cause culminated when he was one of the main drafters (as Secretary of State for the Autonomies) of the LOHPA (Organic Law of Harmonization of the Autonomous Process) in 1982. This law, one of the clearest consequences of the attempted coup d'état in 1981, cut back many competences to the autonomous communities. When the UCD collapsed, precisely in 1982, he remained removed from active politics (with occasional forays in "Las Provincias"). They say that shortly before his death in January 1992 (due to a shot in the neck by an ETA activist) he was planning his return to politics, this time at the hands of the PP.

Various causes have arisen to address this incredible change. Some say that Manuel Broseta wanted to get into politics whatever it was. And since back then in the Valencian Country the option that best suited his tendencies was the UCD, Broseta played the game set by Abril Martorell, who was in any case the main instigator, as we have already pointed out. Others say that, as he was basically a center-rightist, he was frightened of the predominantly leftist orientation that Valencian nationalism increasingly took in the transition.

The real cause seems to be more earthly. Manuel Broseta was married to a French woman who went by the surname Dupré, and, being a teacher at the Faculty of Law of the University of València, he had an extramarital affair with a student of his, Sol Bacharach (ex-''Fallera Major'' of València in 1972 and for a time a professor in the Department of Commercial Law of her ex-husband in the University of Valencia). And this adventure reached the point that Broseta left his first wife and in the end married Sol (with whom he had other children). This second woman came from the most rancid Valencian upper class (with a surname of German origin), totally Castilianized and totally pro-Spanish. It seems that it was the influence of this woman, her family, and the new social class of her adoption that caused both his abandonment of his original Catalanism and his decay towards the more overwhelmed Spanishism and anti-Catalanism.

All, in short, very earthly. But also very miserable and unfortunate.

Finally, we have some unique documents that demonstrate his change of orientation. When he died in 1992, the newspaper "Las Provincias" published in tribute to him a selection of his articles. Among them we have selected five:

!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

In this article, although Broseta clarifies that he is not in favor of the theses of Catalanism that identify language and nation, he demonstrates a clear Catalanphilia. He also manifests a clear center-right political orientation, as evidenced by the fact that he laments that in the Valencian Country the bourgeoisie has never been (or has been few times) nationalist, and has not been concerned with its own language and culture, unlike the Catalan bourgeoisie. We already notice in this article a constant in the life of this man: the will to want to look good with everyone. In that case, on the one hand with the Catalan intelligentsia, with whom he was related in university environments; and on the other, with the Castilianized and incipiently anti-Catalan bourgeoisie of the city of València, with which for professional reasons [as professor of Commercial Law he was closely linked to private companies throughout his life, and participated as an advisor in the council of administration of many of them] he also had amicable relations with. We note how he then used the term "Valencian Country" with all normality, a term which later the Valencian right strongly condemned, replacing it with "Kingdom of Valencia", and finally by Valencian Community.

>>quote<< "Cuando hace dos domingos publiqué un artículo con este mismo título, tenía el firme propósito de no reincidir sobre él. Pero aquel intento de clarificar ideas y de pedir respeto a todos sobre ellas -pues buena falta nos está haciendo en Valencia- ha provocado un alud de cartas, que agradezco, y varios artículos y comentarios periodísticos que agradezco y valoro.

Las cartas y escritos recibidos, dispares y diversos, me piden que condene el "imperialismo catalán" y me reprochan el no haberlo hecho ya. En segundo lugar, me piden -incluso un grupo de amables lectores en escrito colectivo- que me defina en un sentido o en otro. En tercer lugar, me sugieren que entre en las cuestiones concretas de los "Países Catalanes".\\

Todo ello me obliga a volver sobre el tema. No para condenar ninguna idea, pues por profesión y por talante personal las respeto todas, pero sí para definir mi posición sobre el problema. Hace ya tiempo que tuve la tentación de definirme, pero no lo hice por estimar que a nadie podía interesar mi posición sobre el problema. Pero ahora creo que no puedo callar por más tiempo, pues considero un deber hablar, cuando habiendo salido al público, el propio público, algunos de mis lectores habituales, me lo exigen. Y tienen razón. Máxime si se piensa, como yo pienso, que es llegado el momento de las clarificaciones públicas sobre todo esto.\\

Pienso, incluso, que esa clarificación de posiciones debe ser asumida por los propios partidos políticos valencianos. No sólo porque lo que está en juego es la distinta manera de concebir la identidad y la personalidad valencianas, sino porque es llegado el momento de alejar las "dudas" y las "vacilaciones" que algunos están convirtiendo en confusión y en "fantasmas", cuando no en querellas que nos dividen y nos enfrentan.\\

I

En alguna ocasión se me ha calificado de "catalanista" en afirmaciones o en escritos anónimos. Pues bien, quisiera aclarar esa cuestión personal.\\

No participo de las tesis llamadas "catalanistas". Ni en lo cultural, ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo ideológico, ni creo, ni admito, ni comparto personalmente la tesis de que el País Valenciano forme parte de los "Países Catalanes", ni siquiera creo en ninguna de las tesis que postulan nuestra "catalanidad". Y para afirmarlo no me remito ahora a las palabras, sino a los hechos. ¡Veámoslo!\\

1 - Cuando en 1976 -como presidente de la Junta Democrática del País Valenciano- intervine en las largas discusiones para elaborar el documento constitutivo de la "Taula de Forces Polítiques i Sindicals", me opuse rotundamente a que en aquel documento político se denominara al valenciano "catalán". Y junto a mi opinión la de otros partidos y fuerzas democráticas lo impedimos.\\

2 - Cuando en mayo de 1975 acudí a una reunión política con los representantes de la "Assemblea de Catalunya", explicamos a sus representantes que la Junta Democrática del País Valenciano no participaba de la tesis de los "Países Catalanes", expusimos que tampoco era compartido por la immensa mayoría del pueblo valenciano e incluso que la estimábamos perturbadora para nuestro proceso político. Nos encontramos con la sorpresa de que esa tesis política "catalanista" tampoco era compartida por ninguno de los catalanes presentes, con la excepción de un solo partido político, y se acordó prohibir la utilización de la expresión "Países Catalanes" para la reunión de todas las fuerzas políticas democráticas de Cataluña, Baleares y el País Valenciano que se celebró el día siguiente en Mallorca.\\

3 - El mismo año, contestando a A. Fabregat en un libro publicado en Valencia ("Partits polítics al País Valencià", vol. I, págs. 28 a 30), sobre mi posición respecto a los "Países Catalanes", expuse larga y detenidamente mi no identificación con esa tesis, por las razones expuestas en ese libro, cuya lectura recomiendo a todos para clarificar ideas y posiciones. Ni creo en la existencia, ni en la realidad, ni en el futuro de los "Países Catalanes". Podría contar más cosas, pero no creo que merezca la pena. No tiene mayor importancia, al menos en lo que a mí respecta.\\

II

Lo que me ocurre es que siento una profunda admiración por Cataluña, como la siento por otras regiones españolas.\\

Y la siento como pueblo que es, cuando sin fisuras y pasando por encima de sus discrepancias, se sienten profundamente catalanes. Mientras que en Valencia las fisuras nos dividen. Y siento admiración por ella, porque tanto su burguesía, como sus clases medias y sus masas obreras, a las que tantas cosas separan, se sienten ante todo, catalanes y defienden y han defendido su lengua y su cultura; mientras que nosotros, los valencianos, no sólo andamos y hemos andado siempre a la "greña" unos contra otros, dejando las clases sociales más altas y las medias (salvo excepciones) sin defensa de nuestra lengua y nuestra cultura, que si se han salvado de tantos olvidos y abandonos ha sido porque nuestro pueblo llano y popular ha continuado hablando valenciano.\\

Y siento admiración por Cataluña porque es un pueblo que empieza por ensalzar y defender a sus hombres eminentes, sean poetas, escritores, economistas, financieros, profesionales o políticos, aunque discrepen de ellos en lo político o en lo cultural, porque ante todo son catalanes que hacen grande a Cataluña; mientras que en Valencia nos dedicamos a combatir y a discutir al que descuella o sobresale, hasta si es preciso (por envidias, suspicacias o discrepancias) a hacerle abandonar esta tierra. Recordemos que tradicionalmente los grandes valencianos se han tenido que ir a Madrid o a Barcelona. Porque la convivencia en un País que no soporta las personalidades que surgen es una convivencia difícil.\\

En Cataluña, además, en lo político, las derechas aceptan a las izquierdas y éstas a aquéllos y, pese a ser adversarios que se combaten en lo político, sus líderes respectivos se aceptan y respetan, pese a sus discrepancias, porque saben que ningún pueblo es ni será grande si no se aceptan y respetan los discrepantes, y si para ello no se apoyan en sus figuras más relevantes. Mientras que en Valencia, la discrepancia de las derechas a la izquierda y la de ésta hacia aquélla se convierte en amenaza, en insulto y en denigración, cuando no en calumnia y en satírica denigración.\\

Y eso no puede continuar. Hemos de construir un País tolerante y civilizado que deje de estar constituído en una especie de sociedad tribal, en la que los unos sean una amenaza, un temor o una envidia para los otros.\\

III

Quizá esa admiración hacia Cataluña, ciertos acontecimientos históricos y ese rechazo valenciano de los unos hacia los otros, explique suficientemente -junto a otros factores- algunas de las tesis "catalanistas" y, especialmente, que grandes sectores de la juventud universitaria se haya sentido atraída hacia el "modelo" catalán, por sernos el más próximo.\\

Tampoco es ajeno a la aproximación hacia ese modelo, la contemplación histórica y no tan histórica de lo que ha sido la actitud de los sectores más importantes de la burguesía valenciana. Porque es bien sabido que ésta abandonó masivamente -con algunas notables excepciones- la "valencianía" cultural e idiomática para asumir con armas y bagajes una "castellanización" que el pueblo que quiere reencontrar su identidad -y ésta es la actitud de amplios sectores juveniles- le reprocha. Cuando Carlos III quiso devolvernos "Els Furs" y con ellos nuestro Derecho propio y una parcela de nuestra autonomía, la burguesía valenciana, clase social y económicamente dirigente, dijo que no hacía falta. Y los ejemplos históricos pueden multiplicarse hasta nuestros días. Baste recordar su abandono de la lengua y la postergación de nuestra cultura valencianas para comprender quizá parte de lo ocurrido. Lo cual no significa que no debiera penetrar el castellano y la cultura en castellano, que buenas, propias y nuestras son ya, sino no abandonar lo que nos era y nos es aún propio.\\

IV

El valenciano sensato y sereno que quiere progreso social y político está ya harto de tanta exagerada polémica divisoria entre Reyno-Región o País; entre si azul o sin azul; entre si es catalán o valenciano; y entre si el himno o la cultura.\\

Lo que necesitamos es claridad y clarificación, pero sobre todo que nadie se sienta excluído y que los de aquí (castellano o valenciano parlantes) se sientan incluídos en el proceso de engrandecimiento de nuestro Pueblo. Y si alguien quiere continuar afirmando y discutiendo que si somos o no "catalanes", pues muy bien, adelante; y mientras tanto ¡la casa sin barrer! Que grupos o partidos de izquierda se dediquen a emplear en ello la casi totalidad de sus energías, mientras crece el paro lo reprocharán las masas trabajadoras, que quizá ni siquiera les escucharán ni les seguirán. Y que las derechas se dediquen a comabatirles como "agentes" del imperialismo catalán, es también una excelente manera de perder el tiempo.\\

V

Lo que es excesivo es que una derecha "instalada" ataque de "catalanista" a la izquierda y que ésta tache a toda la derecha de "bunker-barraqueta". Eso, además de falso, es miopía. Porque en Valencia hay hombres de la derecha entre los "catalanistas" y hombres de la izquierda de toda la vida entre los que lloran con emoción ante el himno regional (¡que también estuvo prohibido!) o se emocionan ante la "senyera" con franja azul. Al igual que es falso, radicalmente falso, afirmar que todos los que pretendemos la denominación "País Valencià" a "Región" o "Reyno" es porque queremos implantar la tesis de los "Países Catalanes".\\

¡No construyamos, ni divulguemos más fantasmas peligrosos! Dediquémonos todos, las derechas, las izquierdas y el centro a trabajar por este País, pues buena falta le hace, respetándonos los unos a los otros".
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

This article is the one that marks the beginning of Broseta's turn towards anti-Catalan positions. In this article we notice the exalted tone, far from the conciliatory tone that he usually always showed, as we have said before. Likewise, we can say that this article is a "classic", which opens up many Blaverist topics, such as the supposed "Catalan plundering", which even aims at paella and Valencian ceramics [the late UV leader, Vicente González Lizondo, used to say at rallies that "the Catalans want to steal our frying pan and pottery"]. Interestingly, even in this article he still uses the term "Valencian Country". On the other hand, in this article the obvious connections that Broseta had had with Catalanism (which he himself admits) come to light towards the end, along with his desire to break up with his former associates. And in short, this article reveals a constant in Broseta's life, already pointed out when talking about his marriage with Sol Bacharach: the will not to do anything that could upset the Castilianized Valencian bourgeoisie (in this case, being too nationalistic for their taste).

>>quote<< I

"En los últimos días se han producido dos hechos pletóricos de significado. El primero parece anecdótico -casi folklórico- y el segundo es eminentemente político. Ambos se complementan y ambos unidos son perfectamente coherentes, aunque no los podamos admitir. Conviene meditar sobre ellos, desde una perspectiva política.\\

El hecho, que alguien ha calificado de anecdótico, se produjo en Berlín: en la Semana Cultural Catalana y dentro de la gastronomía catalana, se exhibió la paella. Hace tres días, en el congreso, el diputado catalán Jordi Pujol, expuso y según él con carácter "pedagógico" -explicó-; según las referencias de la prensa -pues aún no he conseguido el "Diario de Sesiones del Congreso"- qué es el "pancatalanismo"; qué es eso de "Els països catalans" y afirmó la "vinculación" del País Valenciano a Cataluña. Jordi Pujol, para defender la federación entre territorios autónomos, parece ser que afirmó que pertenecemos al bloque catalán y-añadió- que esta idea tiene amplio apoyo aquí. Según otros periódicos, parece que el diputado catalán afirmó la "primacía de lo catalán sobre lo valenciano, en punto a voces de capitanía cultural e histórica".\\

Algunos diputados valencianos se indignaron y replicaron al líder de la burguesía catalana y de la banca catalana. La propuesta constitucional fue rechazada.\\

¿Qué significan estos hechos políticamente? Parece conveniente, elevarnos desde la anécdota a la categoría. Así entenderemos las cosas.\\

II

La exhibición de la paella entre la gastronomía culinaria catalana es un desatino, que es innecesario demostrar. Pero ¿entonces qué significa esa apropiación indebida o sea expoliación gastronómica? Pues sencillamente un paso más -y lamento decirlo- de la "escalada" catalana de algunos grupos y personas que pretenden afirmar que somos una comunidad (la valenciana) que simplemente forma parte de una nacionalidad común y superior que es la nacionalidad catalana.\\

Lo afirman como resultado de un simple silogismo que algunos postulan: el pueblo valenciano forma parte de la nacionalidad catalana; la cultura valenciana forma parte de la cultura catalana; luego, si la gastronomía es parte de la cultura, la paella es catalana. Y el mismo argumento aplican a la lengua; si el valenciano es una variante del catalán, forma parte de la cultura catalana y, en consecuencia, es catalán. Y le cambian el nombre, y por ende, ya no hay que decir que hablamos valenciano, sino catalán. El "parlem valencià" debe ser sustituído por el "parlem català", cambiando el nombre de la lengua, pese a que siempre la hemos llamado valenciano. Aussiàs March, ya no sólo escribía en catalán, sino que es catalán. Y la cultura valenciana es catalana. Y el gótico valenciano es catalán; y la cerámica, aunque sea de la zona castellano parlante, y el mueble y la arquitectura también. Y ahora, la paella. Por este camino hemos de decirles que muchos pensamos que cualesquiera que sean las razones históricas que se invoquen, la "senyera" valenciana no podrá ser la cuatribarrada, porque -entre otras razones- la "senyera" de dos territorios autónomos no puede ser idïéntica, a menos que se nos quiera meter en una misma nacionalidad: la nacionalidad catalana. Y eso no lo quiere la casi totalidad del País Valenciano.\\

III

En definitiva, se nos quiere decir que somos la misma comunidad histórica y cultural; y quieren que incluso formemos parte de la misma comunidad política. Seremos así una región de "els països catalans". Y dice el señor Jordi Pujol, que todo eso tiene amplio apoyo en el País Valenciano.\\

Pues no señor. Hay que decirle al señor Jordi Pujol -respetable político catalán, por muchas razones- que se equivoca. Que aquí los ciudadanos se sienten valencianos y no catalanes. Que afirman -diga lo que diga la lingüística- que hablan valenciano, y que gracias al pueblo que así habla y siente se ha salvado la lengua valenciana. Y que nuestra cultura no es la cultura catalana, no sólo porque la cultura es algo considerablemente más amplio y profundo que la lengua, sino, además porque la cultura valenciana es ya indisolublemente dual: valenciana y castellana. Aunque le pese. Porque los procesos históricos son como son, y no como el señor Pujol hubiera querido que fuesen.\\

Pero es que, además, para que una comunidad de ciudadanos de un territorio, pueda afirmarse que posee una nacionalidad o una cultura determinada, en el caso debatido la catalana, es indispensable que esos ciudadanos se sientan catalanes. Y los valencianos no se sienten catalanes sino valencianos. Todo lo demás, son teorías historicistas, voluntarismos maximalistas o deseos de ensanchar las áreas de influencia para practicar la propia política, para practicar o extender la propia economía o para aglutinar más territorio y más habitantes, para -bajo la capitanía de Cataluña- fortalecer su propia política frente al Gobierno central. Porque de eso se trata, como a algunos, desde hace bastantes años, se nos ha explicado con el deseo de catequizarnos.\\

IV

Todo se comprende si se analiza desde una perspectiva política y económica. Y dejemos ahora de lado los tradicionales y reiterados intereses económicos contrapuestos de Cataluña y del País Valenciano, de los que han sufrido bastante labradores y exportadores valencianos, cuando tenían que sufrir los efectos de la política "proteccionista" postulada desde Barcelona.\\

Todo se comprende -como acaba de verse claro en el Congreso de los Diputados- al llegar al momento de postular y defender la tesis del "pancatalanismo". Algunos lo sabemos desde años (como lo saben muchos otros a quienes también se les explicó la "teoría") y por eso no lo aceptamos. Entre otras muchas razones, porque a un pueblo que está esforzándose en retrobar su propia identidad de pueblo diferenciado -de verdadero pueblo valenciano- lo único que no se le puede decir es que comparte la nacionalidad catalana; o que su "senyera" será idéntica a la catalana. Porque no lo siente, ni es así. Y si se le insiste y se le vuelve a insistir, al final se irrita y reacciona. Y se enzarza en disputas y en querellas y defiende su identidad. Partiendo de este sentimiento, todos los excesos son posibles, aunque sean reprobables y condenables.\\

V

Todo esto tiene un nombre y siento profundamente pronunciarlo: es una verdadera expoliación cultural y nacional. Y buena prueba de ello es que la mayoría de los catalanes ni lo sienten ni lo quieren. Así lo comprendió la Asamblea de Cataluña, cuando en mayo de 1974 se lo explicamos unos cuantos valencianos. Su sorpresa fue, precisamente, que antes otros valencianos les habían intentado convencer de lo contrario. Tampoco lo cree Tarradellas y con él otros muchos catalanes, tan respetables como los que creen lo contrario. Ni lo cree el "Plenari" de Parlamentarios valencianos.\\

VI

En el fondo de tanta campaña para que cambiemos a la lengua el nombre de valenciano por catalán, que aceptemos que la cultura valenciana no es tal, sino catalana; que afirman que es indiscutible que la "senyera" fue y debe continuar siendo la "cuatribarrada"; y que nuestra cerámica, nuestro arte y nuestra arquitectura es catalana, late el deseo de algunos de crear pilares básicos desde los que al final, acabemos aceptando que somos "països catalans" y que, en definitiva compartimos la nacionalidad catalana.\\

Y lo digo -pese a que muchos les irrita- con profundo respeto por quienes así piensan. Pero yo no lo pienso, y pese a todo, he sentido la necesidad de decirlo. Entre otras cosas, porque desde hace años lo estoy discutiendo con ellos. Y lo digo, pese a quienes después escriban, que nadie me ha dado vela en este entierro, o que practico el "toreo de salón". Como si para torear miuras -en política- fuera indispensable tener un acta de diputado, después de mendigarla en los pasillos de Madrid; un pase de Iberia e ir al Congreso a estar casi siempre callado y después protestar airadamente por los riesgos que otros, diputados o no, con su opinión tienen que soportar".
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We need to notice the cunning (or dishonesty) practiced by Broseta. He pretends to be clueless, and says he does not know exactly what Jordi Pujol had said [on July 19, to be exact] in the Congress of Deputies, but by the context and subsequent presentation he implies that he knew perfectly well. We have had access to those words, due to the subsequent replies of some Valencian deputies (in this case even the PSOE, a very unconventional thing considering that the Valencian socialists, out of absurd fear, have always ended up condescending with the anti-Catalanism of the right, as clearly shown by the acceptance of all their symbols in the Valencian Statute of Autonomy).

Jordi Pujol had simply said that "the historical-cultural identity of Catalonia, the Valencian Country and the [Balearic] Islands is what makes up the Catalan Countries". Pin Arboledas, a UCD deputy and future ponent of the Valencian Statute, threatened with serious reservations if a political pact between Catalonia and the Valencian Country was proposed. Jarabo Payá from AP, made an effort to show that the Valencian language is not Catalan. Sotillo, PSOE deputy for Castelló, responded that "if the federations [of Autonomous Communities] were allowed, the case of the colonization of one region over a weaker one could occur" [Extracted from D.A. Catalunya. Book of the year 1978. Barcelona. Editions 62. 1979. P. 122].

!!3 - Problemas valencianos (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

This article, written two months after the previous one, demonstrates an essential feature of Broseta's spirit. And this is none other than the steps forward and back in the same direction. This was very confusing to his political opponents, and perhaps it was a premeditated tactic. In this case, we can affirm that in this article, without showing open Catalanism, he does consider himself a Catalanophile. And in any case, the tone is much less aggressive (something that is very surprising in Broseta) than in the previous article. By the way, he still uses the term "Valencian Country".

>>quote<< I

"En este País Valenciano nuestro aún hay muchas cosas que clarificar. Para contestar a las calumnias y mentiras que se han dirigido contra mí, era indispensable decir todo un conjunto -largo y grave- de cosas que contadas ahora, quizás hubieran complicado más la "efervescencia" de los cenáculos políticos de ese gran "café" de barrio o e "patio de vecindad" al que algunos parecen querer reducir la política valenciana. Quizá porque ni pueden ni saben practicar otra "política". Hubo quien, desde las páginas de un periódico de Barcelona, llegó a insinuar que si no me he atrevido a rebatir sus mentiras y calumnias, es porque eran ciertas. ¡No se equivoque usted, "señor articulista", que de todo se hablará en su día cuando se apague el incendio!\\

Pero lo único que no podemos hacer ahora es continuar sembrando vientos que aticen el fuego -como constantemente están haciendo algunos de los que no merece la pena ni hablar y mucho menos contestarles-, porque como pueblo, precisamente ahora, nos estamos jugando demasiado los valencianos.\\

II

Una de las mayores falacias que se manejan por esos "cenáculo" es que algunos -¡y por supuesto ya se me incluye entre ellos!- estamos haciendo "anticatalanismo" y que sólo practicamos una política "anti", incapaces de construir un proyecto para el País Valenciano. Quienes son capaces de hacer ese proyecto, es algo que pronto se verá.\\

Yo sólo hablo y escribo en nombre propio y sólo de los que yo pienso. A nadie agrupo, por nadie hablo, ni a nadie intento arrastrar, pese a que han llegado a afirmar lo contrario. Estoy solo, absolutamente solo, y sólo digo lo que pienso. En el proceso de su insensato análisis político han llegado a afirmar -después de privarme de mi condición de "demócrata", como si tuvieran algún título para hacerlo- que estoy intentando crear un partido político, con determinadas fuerzas políticas que incluso mencionan. Para general tranquilidad de la "concurrencia" temerosa, diré que nada más lejos de mis intenciones que intentar crear ese "fantasmal" partido político. El que lo está intentando es otra persona. Así es que, ¡tranquilos!, y que ¡Santa Lucía les conserve la vista!\\

III

¡Y digámoslo de una vez! Por Cataluña somos muchos los que sentimos una profunda admiración. Yo el primero y lo he escrito varias veces. Ya quisiéramos aquí tener la burguesía catalana, los intelectuales y los políticos que tienen los catalanes. Entre otras cosas, porque desde su "conciencia" de ser catalanes han construído un gran pueblo, unido y fuerte.\\

¡Y digámoslo también, claro! Por razones históricas, culturales y políticas hemos tenido y debemos tener en el futuro buenas y estrechas relaciones con Cataluña. Yo mismo firmé -consciente de lo que hacía- en la época de la "predemocracia clandestina" un documento político, en el que se hablaba de "l'establiment de lligams especials amb Catalunya", pues, si no recuerdo mal, ésta era la expresión utilizada. Las discrepancias nacen de la forma en lo que cada uno entiende esas relaciones con Cataluña.\\

Pero una cosa es eso y otra muy distinta quién lo hace, cómo se hace, cuándo se hace y sobre todo qué es lo que se sacrifica en el proyecto. Hasta que estemos en situación de hacerlo, habremos de mantener las distancias. El País Valenciano tiene su propia idiosincrasia, su propia fuerza, su propia personalidad y su propio peso económico. Cuando todo esté aquí claro y robustecido, con una burguesía alineada y consciente de un proyecto estrictamente valenciano; con unos partidos políticos sin las "fomentadas" divisiones por este tema; con un pueblo en pie -y yo soy de quienes piensan que aún no lo tenemos-, será llegado el momento de establecer las relaciones que sean pertinentes si el pueblo lo decide pero sin que antes cuatro políticos suplanten la voluntad popular.\\

Y hablaremos a Cataluña de tú a tú. Y negociaremos lo que haya que negociar. Y en ese momento podrán discutirse nuestros conflictos recíprocos -económicos o no-, para sacar para Valencia lo que debemos sacar. Una de las mayores y mejores virtudes del político es saber escoger el momento del "encuentro" y el lugar. Antes de ese momento -el júbilo de unos, o el desconcierto de otros- puede conducir al "entreguismo" o, al menos, parecerlo. Y tanto una como otra cosa son políticamente negativas.\\

Mientras tanto, cada uno en su casa, barriéndola o construyéndola. Las precipitaciones en política -menos para quienes desde años las desean- son siempre contraproducentes. Estamos empezando el camino y el proyecto político para Valencia. Tiempo habrá. Y quizá no sea necesario esperar mucho. Construyamos nuestro País Valenciano, para después, conscientes de lo nuestro, poder negociar con Cataluña, lo que la Constitución y el pueblo valenciano quiera. Al menos, claro está, que lo nuestro y lo de ellos todo es lo mismo. Pero quienes no lo creemos así (porque primero queremos una Valencia "gran i forta") tenemos el deber de esperar.\\

IV

Con todos los respetos hacia Cataluña y hacia su presidente Tarradellas, hay que decir varias cosas. Que necesitamos elaborar y construir entre otras cosas, nuestra política económica y financiera, para, conocedores de nuestro enorme potencial económico si está unido, y de los conflictos económicos con Cataluña, después negociar y resolver. Pero de tú a tú. Y con nuestra propia unidad económica.\\

Porque mientras tanto hay demasiados problemas, en los que si entramos sin la debida fortaleza política y económica, el País Valenciano puede perder. Pensamos lo que significa -entre otras muchas cosas- el acabar de decidir -y son unos pocos ejemplos y no los más importantes- si el puerto comercial de Madrid radica en Alicante y en Valencia o en Barcelona. O si el puerto de Aragón es Valencia o Barcelona. O si conseguimos o no la autopista de Valencia a Madrid, antes que la de Barcelona a Madrid. O si se acaba o no la línea de ferrocarril a Francia por Canfranc.\\

Son demasiadas las cosas que nos jugamos de presente y de futuro, en nuestros potenciales conflictos económicos con Cataluña para no andar con cautela.\\

V

Porque mientras tanto, hay quien se escandaliza porque el presidente Albiñana no hubiera acudido a Baleares para "jugar" al "personalismo" político de Tarradellas. Yo que me enteré cuando la decisión de no ir de nuestro presidente Albiñana estaba tomada -pese a que un malévolo periodista valenciano afirmara lo contrario y me achacara parte de la decisión de no ir- lo entendí como una prudente y sabia decisión política. Además de que ese día le esperaban los valencianos de un pueblo de Alicante. Ya habrá tiempo para los "encuentros". Mientras tanto, que el señor Tarradellas espere. Que es de políticos prudentes escoger el lugar y el momento.\\

Sobre todo cuando -además- ni los periodistas se escandalizan de que una autoridad municipal como la de Alicante rinda honores a Tarradellas en el mismo lugar en que semanas antes desairaba al presidente del Consell del País Valenciano, Albiñana.\\

VI

P.S. - Para tranquilizar a un ilustre contradictor mío de las páginas de "Levante", le diré dos cosas: cuando tomé posesión de mi cátedra de la Universidad de Valencia no juré los Principios del Movimiento; y, además, por no jurarlos retrasé durante más de seis meses mi incorporación al Colegio de Abogados. No los he jurado jamás. Y como él mismo suele decir, "Mare de Déu quina falta d'informació". Antes de hablar de hechos personales de los demás conviene enterarse mejor".
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!!4 - València forta i gran (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

In this article, Broseta already seems comfortably installed in the Spanish regionalism of the Castilianized Valencian bourgeoisie (although he outlines a slight criticism of this Castilianization). And the proof is that he no longer uses the term "Valencian Country", but only "Region". However, the final part of this article is interesting. Broseta, as an intelligent man who was very observant of reality, is aware of the monster that he had helped to create (Blaverist violence), and this in turn made him elaborate a very direct criticism (something rare in him, who preferred ambiguities, such as we have already seen).

>>quote<< I

"Cualquier momento en la vida de una comunidad es bueno para que los hombres y las mujeres que la integran analicen sus problemas y sean conscientes de sus decisiones. Los valencianos tenemos especiales problemas internos, pese a que nuestra Región es quizá la que con menor gravedad está soportando la problemática económica y social que el Gobierno, los partidos democráticos y las centrales sindicales están intentando resolver.\\

Pero pese a ello, parece evidente que los valencianos, empeñados en reencontrar nuestra propia identidad de pueblo diferenciado, estamos enzarzados en disputas y querellas internas, que nos dividen y nos debilitan. Andamos divididos y confundidos.\\

Mas los valencianos debemos empeñarnos, una vez más, en iniciar y fortalecer un profundo movimiento popular, que desde el corazón y pasando por la razón, nos conduzca como resultado a construir la Valencia "forta i gran", que históricamente fue y que puede y debe volver a ser, porque poseemos todos los medios para conseguirla, si trabajamos unidos y serenos.\\

Mas ¿qué debemos hacer para conseguirlo?\\

II

Debemos partir de una afirmación previa: somos una comunidad que posee una personalidad propia y definida, que siendo ya irremediablemente dual -lo que nos da mayor fortaleza- está integrada en la superior comunidad española. Por ello, sin debilitar nuestra condición de españoles, debemos fortalecer nuestra personalidad de valencianos que, necesario es decirlo, hemos olvidado en demasía durante muchísimos años. Todo ello se sintetiza en la afirmación "som valencians" que nos surge del sentimiento y debe pasar por la razón.\\

Mas ¿cómo fortalecer nuestra personalidad valenciana? Varios son los caminos que ante nosotros tenemos abiertos.\\

El primero ha de ser fortalecer nuestra propia lengua, la lengua valenciana, que pese al secular olvido desde el centralismo y desde un cierto sector de la burguesía valenciana, sobrevive potente y fuerte en grandes sectores del pueblo valenciano. Hemos de enaltecer y agradecer a los hombres y mujeres valencianos que la han mantenido viva y, especialmente, a los de los pueblos y comarcas que han salvado la lengua valenciana de la postergación y del olvido. Y hemos de potenciarla sin menoscabo del castellano, que es ya tan nuestro que nos sirve de unión con el resto de los españoles.\\

III

El segundo camino para alcanzar una "València forta i gran", es ser conscientes de que poseemos una cultura propia, la cultura valenciana, que se expresa ya tanto en valenciano como en castellano. Porque ¿quién puede dudar ya que nuestro Blasco Ibáñez o nuestro Miró o nuestro Miguel Hernández, cuando escriben en castellano, están haciendo también cultura valenciana de repercusión universal, porque son grandes valencianos que traducen nuestra idiosincrasia por un medio de expresión que como el castellano es ya también nuestro? Basta leer "La barraca" o los "Cuentos valencianos" de Blasco Ibáñez, para comprobarlo. ¿De qué sirve atacar -como se hizo y hace desde algún sector- esta realidad indiscutible? Sólo por debilitar nuestra cultura valenciana, que es irremediablemente dual, castellana y valenciana, y para debilitarnos como pueblo con personalidad propia.\\

Pero es que tenemos también una historia propia que cabe resaltar y enseñar. Como tenemos una geografía y una gastronomía, y un folklore y unas fiestas y unas costumbres que reivindicar, para que los valencianos -dentro de España- seamos cada vez más conscientes de nuestra personalidad, más solidarios y más fuertes. Para incrementar nuestra vinculación a lo nuestro y nuestro amor a esa Valencia que todos queremos "forta i gran".\\

Sin complejos y sin ataques a otros españoles, miembros de otras comunidades próximas o lejanas.\\

IV

Precisamente por ello hemos de decir a todos, que no son admisibles ni los ataques personales, ni las calumnias y difamaciones, ni las bombas dirigidas a los discrepantes. Todos somos y hemos de ser valencianos por encima de nuestras discrepancias. Y precisamente en este sentido quiero singularizar dos cosas.\\

Es la primera, el contenido de dos pintadas que leí ayer en una valla de una calle valenciana, en las que se ataca y se insulta a los catalanes. Y eso no puede ser. Una cosa es que discrepemos de algunos catalanes que, muy minoritariamente, defienden la concepción de los llamados "Países Catalanes", y otra muy distinta e inaceptable que unos valencianos insulten a los catalanes. Porque Cataluña es un pueblo grande y que estuvo, hace siglos, muy próximo a nosotros en determinados momentos históricos y, además, porque sin abdicar de nuestra condición de valenciano con Cataluña, como con cualquier otro pueblo de España, hemos de convivir. Tenemos en Valencia muchos catalanes trabajando con nosotros, cuya solidaridad y cuyo afecto los valencianos hemos conquistado y debemos mantener. Lo otro, o sea, el insulto, es una ofensa no ya a Cataluña sino a nuestra dignidad de valencianos.\\

La segunda cosa que quiero decir es que nosotros los valencianos, cualquiera que sea nuestra concepción de lo que es Valencia, ni podemos ni debemos menospreciar lo nuestro. No parece lícito que, por defender una ideología propia, haya quien menosprecie la "barraca", o nuestro "Himno Regional", o las fallas, calificadas peyorativamente por algunos de "folklóricas", o tache a la "senyera" con franja azul de fascista.\\

Todo eso es nuestro, exige nuestro respeto y sólo respetándolo y fomentando esas y otras muchas cosas nuestras, podremos construir la "València forta i gran" que queremos".
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

We have selected this last article to prove the orientation of Broseta in his later days. Thus, in this article, over and above the economic considerations that he makes (not in vain, since as a professor of Commercial Law this is an issue that he always dealt with), we want to draw attention to the urgency and need that Broseta shows about the connection between València and Madrid. The Broseta of recent years seems to have assumed all the values ??of the Castilianized Valencian bourgeoisie, with which he had become related through his marriage to Sol Bacharach. And among those values, the essential figure is that of this link with Madrid (which implies, as a counterpart, animosity with Catalonia, which incidentally makes the Valencian bourgeoisie happy). Even both for Broseta and for the Valencian bourgeoisie, the economic link with Madrid seems to be more important than a link with the rest of Europe (this link is guaranteed by the AP-7 motorway, which, of course, passes through Catalonia), a surprising idea in any case, and whose judgment we leave to the reader.

>>quote<< "El reto social está planteado y se sintetiza en la siguiente pregunta: ¿Pueden las autovías que proyecta el MOPU para unir Valencia y Madrid satisfacer las necesidades del presente y del futuro de Valencia cuando estén terminadas?

Una respuesta exige dilucidar varias cuestiones.\\

I

El proyecto oficial diseñado desde el Ministerio madrileño consta de dos partes: convertir en autovía la carretera actual más larga de Madrid a Valencia por Albacete, que supone un trayecto de 100 kilómetros más que la actual N-III por Motilla del Palancar, y convertir en autovía alrededor de los 2/3 de la actual carretera nacional, pero no en su totalidad.\\

La oferta y la decisión del MOPU parecen inadecuadas e insuficientes. Tanto según las necesidades actuales de Valencia, como para las futuras, si Valencia quiere, como puede, convertirse en el primer puerto español del Mediterráneo. Es inadecuada, porque es inaceptable que nos ofrezcan una autovía que alargará en 100 kilómetros la distancia con Madrid. Es inadecuada la segunda oferta, porque es incompleta al mantener 1/3 de su trazado en su lamentable situación actual.\\

Demasiado larga una autovía lo que la hará siempre rechazable e impracticable para unirnos a Madrid. Incompleta e insuficiente la otra autovía.\\

II

Frente a esta oferta viaria, el presidente de la CEV ha pedido unir Madrid a Valencia no por las autovías proyectadas, sino por una autopista, libre o en su defecto de peaje, como única solución al tráfico actual de pasajeros y de mercancías y a la expansión del futuro económico y social de Castellón y de Valencia. Para convertir a nuestra Comunidad en el factor dinámico que debe ser, en un mundo moderno en el que las comunicaciones por autopista y no por autovía son factor esencial y determinante de su desarrollo económico y social.\\

Esta iniciativa empresarial demuestra la vitalidad de un sector de la sociedad civil valenciana, quizá nuestro único sector dinámico, de esta sociedad civil que los sociólogos modernos afirman ser más importante que la estatal, que la administrativa o pública o que la política.\\

III

Las autovías propuestas parecen insuficientes para las necesidades del tráfico presentes y mucho más para el futuro. Y son, en todo caso, insuficientes si se desea fomentar la presencia económica de nuestra Comunidad en el resto de España.\\

Ya serían insuficientes ahora, en el supuesto de que estuvieran terminadas, porque el actual tráfico de mercancías y de pasajeros no abandonaría la ruta más directa de la N-III para utilizar la más larga por Albacete que supone hacer 100 kilómetros más de carretera. Ni el coste económico, ni el tiempo empleado, ni las directivas de la CEE sobre tiempo máximo de conducción al volante harán utilizable esta solución larga, que al parecer de los expertos nace fallida para unir Madrid a Valencia. ¡Parecemos dispuestos a repetir el error histórico del ferrocarril a Madrid por Albacete, que es la causa de nuestras terribles comunicaciones ferroviarias con Madrid!\\

IV

Pero por donde más se nota la insuficiencia de las autovías es si se las contempla desde la perspectiva de lo que necesita nuestra Comunidad para asumir en el futuro la importancia social y económica que nos debe corresponder.\\

Desde esta perspectiva, Valencia es la primera región exportadora que necesita comunicaciones con todas las capitales de España, y Madrid es la más importante de todas. Valencia y Castellón -pues Alicante tiene su propia conexión directa- deben convertirse en los puertos de Madrid, de Castilla entera y desde ella en los puertos del tráfico mediterráneo hacia el Cantábrico. Con la autopista que se pide, Castellón y Valencia se convertirían incluso en paso del tráfico de mercancías de Madrid a Cataluña y de Cataluña a Madrid, porque éste preferiría hacerlo todo por autopista, como ocurre en toda Europa. Y por aquí pasaría todo el tráfico a Madrid y a la mayor parte de Castilla, proveniente del Mediterráneo y de toda la Europa del Sur.\\

V

En suma, que el futuro económico y social depende en parte de las comunicaciones, y para las de carretera la autopista es insustituíble como lo demuestra la Europa occidental.\\

La autopista con Madrid es esencial para nuestro futuro. Para comprenderlo así pensemos lo que sería hoy de Alicante, de Castellón y de Valencia sin la autopista que las une. El mayor caos reinaría en nuestra Comunidad sin esta autopista. Imaginemos lo que sería el tráfico Madrid-Valencia con autopista, y su incidencia en el futuro de nuestra Comunidad.\\

El presidente de la CEV, Pedro Agramunt, brindaba ayer la tarea al Presidente de la Generalidad. Tarea de los políticos es estudiar los proyectos para hacer posible lo que imposible parece y para convertir en realidad lo que parace utopía".
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%trail% <<|[[Índex]]|>>
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Varias causas se han peleado sobre este increíble cambio. Unos dicen que quería meterse en política como fuera. Y como entonces en el País Valenciano la opción que más se adecuaba a sus tendencias era la UCD, Broseta hizo el juego que marcó Abril Martorell, quien fue en cualquier caso el principal instigador, como ya hemos apuntado. Otros dicen que, siendo como era básicamente de centro-derecha, se asustó de la orientación predominantemente izquierdista que tomaba cada vez más el nacionalismo valenciano en la transición.

La verdadera causa parece ser más terrenal. Y es que ese hombre estaba casado con una mujer francesa de apellido Dupré. Y siendo maestro en la Facultad de Derecho de la Universidad de València, tuvo una aventura extramatrimonial con una alumna suya, Sol Bacharach (ex-fallera mayor de València en 1972 y durante un tiempo profesora en el Departamento de Derecho Mercantil de su exmarido en la Universidad de València). Y esta aventura llegó al punto que dejó su primera mujer y al final se casó con ésta (con la que tuvo otros hijos). Esta segunda mujer provenía de la clase alta valenciana más rancia (con apellido de origen alemán), totalmente castellanizada y totalmente proespañola. Y parece ser que fue la influencia de esta mujer, de su familia, y de su nueva clase social de adopción la que provocó su abandono de su originario catalanismo y su decantamiento hacia el más abrumado españolismo y anticatalanismo.
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Varias causas se han barajado sobre este increíble cambio. Unos dicen que quería meterse en política como fuera. Y como entonces en el País Valenciano la opción que más se adecuaba a sus tendencias era la UCD, Broseta hizo el juego que marcó Abril Martorell, quien fue en cualquier caso el principal instigador, como ya hemos apuntado. Otros dicen que, siendo como era básicamente de centro-derecha, se asustó de la orientación predominantemente izquierdista que tomaba cada vez más el nacionalismo valenciano en la transición.

La verdadera causa parece ser más terrenal. Y es que ese hombre estaba casado con una mujer francesa de apellido Dupré. Y siendo maestro en la Facultad de Derecho de la Universidad de València, tuvo una aventura extramatrimonial con una alumna suya, Sol Bacharach (ex-fallera mayor de València en 1972 y durante un tiempo profesora en el Departamento de Derecho Mercantil de su exmarido en la Universidad de València). Y esta aventura llegó al punto que dejó su primera mujer y al final se casó con ésta (con la que tuvo otros hijos). Esta segunda mujer provenía de la clase alta valenciana más rancia (con apellido de origen alemán), totalmente castellanizada y totalmente proespañola. Y parece ser que fue la influencia de esta mujer, de su familia, y de su nueva clase social de adopción la que provocó su abandono de su originario catalanismo y su decantamiento hacia el más radical españolismo y anticatalanismo.
Changed lines 304-305 from:
En este artículo, aunque clarifique que no es partidario de las tesis del catalanismo que identifican lengua y nación, Manuel Broseta demuestra una clara catalanofilia. Manifiesta asimismo una clara orientación de centro-derecha, como demuestra el hecho de que se lamente porque en el País Valenciano la burguesía no ha sido nunca (o ha sido poco) nacionalista, y no se haya preocupado por la lengua y cultura propias, a diferencia de la burguesía catalana. Notamos ya en este artículo una constante en la vida de este hombre: la voluntad de querer quedar bien con todos. En ese caso, por un lado con la intelectualidad catalanista, con la que se relacionaba en ambientes universitarios; y por otro, con la castellanizada e incipientemente anticatalanista burguesía de la ciudad de València, con la que por motivos profesionales [puesto que catedrático de Derecho Mercantil estuvo muy vinculado a empresas privadas a lo largo de su vida, y participó como asesor en el consejo de administración de muchas de ellas] también tenía mucho trato. Notamos de paso cómo entonces utilizaba con toda normalidad el término "País Valenciano", que después la derecha valenciana condenó rotundamente, sustituyéndolo por "Reino de Valencia", y al final por Comunidad Valenciana.
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En este artículo, aunque clarifique que no es partidario de las tesis del catalanismo que identifican lengua y nación, Manuel Broseta demuestra una clara catalanofilia. Manifiesta asimismo una clara orientación de centro-derecha, como demuestra el hecho de que se lamente porque en el País Valenciano la burguesía no ha sido nunca (o ha sido poco) nacionalista, y no se haya preocupado por la lengua y cultura propias, a diferencia de la burguesía catalana. Notamos ya en este artículo una constante en la vida de este hombre: la voluntad de querer quedar bien con todos. En ese caso, por un lado con la intelectualidad catalanista, con la que se relacionaba en ambientes universitarios; y por otro, con la castellanizada e incipientemente anticatalanista burguesía de la ciudad de València, con la que por motivos profesionales [puesto que como catedrático de Derecho Mercantil estuvo muy vinculado a empresas privadas a lo largo de su vida, y participó como asesor en el consejo de administración de muchas de ellas] también tenía mucho trato. Notamos de paso cómo entonces utilizaba con toda normalidad el término "País Valenciano", que después la derecha valenciana condenó rotundamente, sustituyéndolo por "Reino de Valencia", y al final por Comunidad Valenciana.
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Este artículo es el que marca el inicio del giro de Broseta hacia posturas anticatalanistas. Destaca en este artículo el tono exaltado y lejos del tono conciliador que por lo general mostraba siempre, como hemos dicho antes. Asimismo, podemos decir que este artículo es un "clásico", que abre muchos de los tópicos blaveros, como el supuesto "expolio catalán", que pretende incluso la paella y la cerámica valenciana [el difunto líder de UV, Vicente González Lizondo, solía decir en los mítines que "los catalanes nos quieren robar la sartén y la cerámica"]. Curiosamente, incluso en este artículo utiliza todavía el término "País Valenciano". Por otro lado, en este artículo salen a relucir hacia el final las evidentes conexiones que hasta entonces había tenido Broseta con el catalanismo (que él mismo admite), y su voluntad de ruptura con sus antiguos compañeros de viaje. Y en definitiva, de este artículo se desprende una constante de la vida de Broseta, ya apuntada al hablar de su matrimonio con Sol Bacharach: la voluntad de no hacer nada que pueda molestar a la castellanizada burguesía valenciana (en este caso, ser demasiado nacionalista para su gusto).
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Este artículo es el que marca el inicio del giro de Broseta hacia posturas anticatalanistas. Destaca en este artículo el tono exaltado y lejos del tono conciliador que por lo general mostraba siempre, como hemos dicho antes. Así mismo, podemos decir que este artículo es un "clásico", que abre muchos de los tópicos blaveros, como el supuesto "expolio catalán", que pretende incluso la paella y la cerámica valenciana [el difunto líder de UV, Vicente González Lizondo, solía decir en los mítines que "los catalanes nos quieren robar la paella y la cerámica"]. Curiosamente, incluso en este artículo utiliza todavía el término "País Valenciano". Por otro lado, en este artículo salen a relucir hacia el final las evidentes conexiones que hasta entonces había tenido Broseta con el catalanismo (que él mismo admite), y su voluntad de ruptura con sus antiguos compañeros de viaje. Y en definitiva, de este artículo se desprende una constante de la vida de Broseta, ya apuntada al hablar de su matrimonio con Sol Bacharach: la voluntad de no hacer nada que pueda molestar a la castellanizada burguesía valenciana (en este caso, ser demasiado nacionalista para su gusto).
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Hemos seleccionado este último artículo para comprobar la orientación de Broseta en sus últimos tiempos. Así, en este artículo, por encima de las consideraciones económicas que hace, pues no en vano, como profesor de Derecho Mercantil es éste un tema que siempre trató, queremos llamar la atención sobre la urgencia y necesidad que muestra por una conexión entre València y Madrid. El Broseta de los últimos años parece haber asumido todos los valores de la castellanizada burguesía valenciana, con la que había emparentado por su matrimonio con Sol Bacharach. Y de entre ellos, de forma esencial figura el de este vínculo con Madrid (que implica como contrapartida, la animadversión con Cataluña, con lo que de paso contenta la burguesía valenciana a los madrileños). Incluso, tanto para Broseta como para la burguesía valenciana, parece ser más importante el vínculo económico con Madrid que con el resto de Europa (vínculo este garantizado por la autopista AP-7, que pasa, por supuesto, por el Principado), idea sorprendente en cualquiera de los casos, y cuyo juicio dejamos al lector.
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Hemos seleccionado este último artículo para comprobar la orientación de Broseta en sus últimos tiempos. Así, en este artículo, por encima de las consideraciones económicas que hace, pues no en vano, como profesor de Derecho Mercantil es éste un tema que siempre trató, queremos llamar la atención sobre la urgencia y necesidad que muestra por una conexión entre València y Madrid. El Broseta de los últimos años parece haber asumido todos los valores de la castellanizada burguesía valenciana, con la que había emparentado por su matrimonio con Sol Bacharach. Y de entre ellos, de forma esencial figura el de este vínculo con Madrid (que implica como contrapartida, la animadversión con Cataluña, con lo que de paso contenta la burguesía valenciana a los madrileños). Incluso, tanto para Broseta como para la burguesía valenciana, parece ser más importante el vínculo económico con Madrid que con el resto de Europa (vínculo este garantizado por la autopista AP-7, que pasa, por supuesto, por el Principado de Cataluña), idea sorprendente en cualquiera de los casos, y cuyo juicio dejamos al lector.
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[[#bio]]!Manuel Broseta Pont

%rframe% [[https://www.antiblavers.org/galeria/displayimage.php?pos=-434|https://www.antiblavers.org/galeria/albums/personatges/broseta.jpeg"Manuel Broseta"]] | [--Manuel Broseta--]

Si en esta historia, alguien merece el calificativo de desertor en mayúsculas, éste es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Catedrático de Derecho Mercantil, con estudios en la ''London School of Economics'' y un brillante currículum académico (todo debe decirse), fue el principal impulsor de la "Mesa de Fuerzas Políticas del País Valenciano" en la transición. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Aquí podemos leer un completo perfil biográfico suyo (donde se habla sin embargo, superficialmente de su actividad política y anticatalanista)]].
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[[#bio]]Si en esta historia, alguien merece el calificativo de desertor en mayúsculas, éste es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Catedrático de Derecho Mercantil, con estudios en la ''London School of Economics'' y un brillante currículum académico (todo debe decirse), fue el principal impulsor de la "Mesa de Fuerzas Políticas del País Valenciano" en la transición. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Aquí podemos leer un completo perfil biográfico suyo (donde se habla sin embargo, superficialmente de su actividad política y anticatalanista)]].
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(:if userlang es:)
(:title Manuel Broseta:)
!Manuel Broseta Pont

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'''Tabla de contenidos'''
* [[#bio|Manuel Broseta Pont]]
* Artículos en "Las Provincias":
** [[#catalanismo_y_anticatalanismo|Catalanismo y anticatalanismo]]
** [[#la_paella_dels_paisos_catalans|La paella de "Els Països Catalans"]]
** [[#problemas_valencianos|Problemas valencianos]]
** [[#valencia_forta_i_gran|València forta i gran]]
** [[#una_autopista_para_valencia|Una auto(vía)pista para Valencia]]
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[[#bio]]Si en esta historia, alguien merece el calificativo de desertor en mayúsculas, éste es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Catedrático de Derecho Mercantil, con estudios en la ''London School of Economics'' y un brillante currículum académico (todo debe decirse), fue el principal impulsor de la "Mesa de Fuerzas Políticas del País Valenciano" en la transición. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Aquí podemos leer un completo perfil biográfico suyo (donde se habla sin embargo, superficialmente de su actividad política y anticatalanista)]].

Hombre de centro-derecha y con un discurso durante los años 70 netamente catalanista (participó entusiáticamente en el I Congreso de Cultura Catalana en 1977 en Barcelona), era la gran esperanza de muchos en cuanto a que fuera el impulsor de un centro-derecha valenciano y valencianista, al estilo de CIU en Cataluña. Así, fue uno de los principales asesores del Presidente preautonómico Albinyana.

Pero hacia finales de los 70, se produjo su progresiva blaverización, hasta el punto de que fue uno de los principales inductores de la actual redacción del Estatuto de Autonomía valenciano (donde se recoge toda la simbología blavera, por ejemplo. Y en especial, la definición del valenciano como "idioma propio"). Y, también contribuyó a la praxis política del blaverismo, a través de su participación política en UCD; y en su elaboración doctrinal en la prensa (en "Las Provincias" para ser exacto). Su servicio a la causa española culminó cuando fue uno de los principales redactores (en tanto que Secretario de Estado para las Autonomías) de la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico) en 1982. Esta ley, una de las consecuencias más claras del intento de golpe de Estado de 1981, les recortaba muchas competencias a las autonomías. Al derrumbarse la UCD, precisamente en 1982, permaneció apartado de la política activa (con ocasionales incursiones en "Las Provincias"). Dicen que poco antes de su muerte en enero de 1992 (debido a un disparo en la nuca por parte de un activista de ETA) estaba planeando su vuelta a la política, esta vez de la mano del PP.

Varias causas se han peleado sobre este increíble cambio. Unos dicen que quería meterse en política como fuera. Y como entonces en el País Valenciano la opción que más se adecuaba a sus tendencias era la UCD, Broseta hizo el juego que marcó Abril Martorell, quien fue en cualquier caso el principal instigador, como ya hemos apuntado. Otros dicen que, siendo como era básicamente de centro-derecha, se asustó de la orientación predominantemente izquierdista que tomaba cada vez más el nacionalismo valenciano en la transición.

La verdadera causa parece ser más terrenal. Y es que ese hombre estaba casado con una mujer francesa de apellido Dupré. Y siendo maestro en la Facultad de Derecho de la Universidad de València, tuvo una aventura extramatrimonial con una alumna suya, Sol Bacharach (ex-fallera mayor de València en 1972 y durante un tiempo profesora en el Departamento de Derecho Mercantil de su exmarido en la Universidad de València). Y esta aventura llegó al punto que dejó su primera mujer y al final se casó con ésta (con la que tuvo otros hijos). Esta segunda mujer provenía de la clase alta valenciana más rancia (con apellido de origen alemán), totalmente castellanizada y totalmente proespañola. Y parece ser que fue la influencia de esta mujer, de su familia, y de su nueva clase social de adopción la que provocó su abandono de su originario catalanismo y su decantamiento hacia el más abrumado españolismo y anticatalanismo.

Todo, en definitiva, muy terrenal. Pero también muy miserable y lamentable.

Disponemos, en fin, de unos documentos únicos que demuestran su cambio de orientación. Y es que cuando murió en 1992, el diario "Las Provincias" publicó en homenaje a él una selección de sus artículos. Entre ellos hemos seleccionado cinco:

!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

En este artículo, aunque clarifique que no es partidario de las tesis del catalanismo que identifican lengua y nación, Manuel Broseta demuestra una clara catalanofilia. Manifiesta asimismo una clara orientación de centro-derecha, como demuestra el hecho de que se lamente porque en el País Valenciano la burguesía no ha sido nunca (o ha sido poco) nacionalista, y no se haya preocupado por la lengua y cultura propias, a diferencia de la burguesía catalana. Notamos ya en este artículo una constante en la vida de este hombre: la voluntad de querer quedar bien con todos. En ese caso, por un lado con la intelectualidad catalanista, con la que se relacionaba en ambientes universitarios; y por otro, con la castellanizada e incipientemente anticatalanista burguesía de la ciudad de València, con la que por motivos profesionales [puesto que catedrático de Derecho Mercantil estuvo muy vinculado a empresas privadas a lo largo de su vida, y participó como asesor en el consejo de administración de muchas de ellas] también tenía mucho trato. Notamos de paso cómo entonces utilizaba con toda normalidad el término "País Valenciano", que después la derecha valenciana condenó rotundamente, sustituyéndolo por "Reino de Valencia", y al final por Comunidad Valenciana.

>>quote<< "Cuando hace dos domingos publiqué un artículo con este mismo título, tenía el firme propósito de no reincidir sobre él. Pero aquel intento de clarificar ideas y de pedir respeto a todos sobre ellas -pues buena falta nos está haciendo en Valencia- ha provocado un alud de cartas, que agradezco, y varios artículos y comentarios periodísticos que agradezco y valoro.

Las cartas y escritos recibidos, dispares y diversos, me piden que condene el "imperialismo catalán" y me reprochan el no haberlo hecho ya. En segundo lugar, me piden -incluso un grupo de amables lectores en escrito colectivo- que me defina en un sentido o en otro. En tercer lugar, me sugieren que entre en las cuestiones concretas de los "Países Catalanes".\\

Todo ello me obliga a volver sobre el tema. No para condenar ninguna idea, pues por profesión y por talante personal las respeto todas, pero sí para definir mi posición sobre el problema. Hace ya tiempo que tuve la tentación de definirme, pero no lo hice por estimar que a nadie podía interesar mi posición sobre el problema. Pero ahora creo que no puedo callar por más tiempo, pues considero un deber hablar, cuando habiendo salido al público, el propio público, algunos de mis lectores habituales, me lo exigen. Y tienen razón. Máxime si se piensa, como yo pienso, que es llegado el momento de las clarificaciones públicas sobre todo esto.\\

Pienso, incluso, que esa clarificación de posiciones debe ser asumida por los propios partidos políticos valencianos. No sólo porque lo que está en juego es la distinta manera de concebir la identidad y la personalidad valencianas, sino porque es llegado el momento de alejar las "dudas" y las "vacilaciones" que algunos están convirtiendo en confusión y en "fantasmas", cuando no en querellas que nos dividen y nos enfrentan.\\

I

En alguna ocasión se me ha calificado de "catalanista" en afirmaciones o en escritos anónimos. Pues bien, quisiera aclarar esa cuestión personal.\\

No participo de las tesis llamadas "catalanistas". Ni en lo cultural, ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo ideológico, ni creo, ni admito, ni comparto personalmente la tesis de que el País Valenciano forme parte de los "Países Catalanes", ni siquiera creo en ninguna de las tesis que postulan nuestra "catalanidad". Y para afirmarlo no me remito ahora a las palabras, sino a los hechos. ¡Veámoslo!\\

1 - Cuando en 1976 -como presidente de la Junta Democrática del País Valenciano- intervine en las largas discusiones para elaborar el documento constitutivo de la "Taula de Forces Polítiques i Sindicals", me opuse rotundamente a que en aquel documento político se denominara al valenciano "catalán". Y junto a mi opinión la de otros partidos y fuerzas democráticas lo impedimos.\\

2 - Cuando en mayo de 1975 acudí a una reunión política con los representantes de la "Assemblea de Catalunya", explicamos a sus representantes que la Junta Democrática del País Valenciano no participaba de la tesis de los "Países Catalanes", expusimos que tampoco era compartido por la immensa mayoría del pueblo valenciano e incluso que la estimábamos perturbadora para nuestro proceso político. Nos encontramos con la sorpresa de que esa tesis política "catalanista" tampoco era compartida por ninguno de los catalanes presentes, con la excepción de un solo partido político, y se acordó prohibir la utilización de la expresión "Países Catalanes" para la reunión de todas las fuerzas políticas democráticas de Cataluña, Baleares y el País Valenciano que se celebró el día siguiente en Mallorca.\\

3 - El mismo año, contestando a A. Fabregat en un libro publicado en Valencia ("Partits polítics al País Valencià", vol. I, págs. 28 a 30), sobre mi posición respecto a los "Países Catalanes", expuse larga y detenidamente mi no identificación con esa tesis, por las razones expuestas en ese libro, cuya lectura recomiendo a todos para clarificar ideas y posiciones. Ni creo en la existencia, ni en la realidad, ni en el futuro de los "Países Catalanes". Podría contar más cosas, pero no creo que merezca la pena. No tiene mayor importancia, al menos en lo que a mí respecta.\\

II

Lo que me ocurre es que siento una profunda admiración por Cataluña, como la siento por otras regiones españolas.\\

Y la siento como pueblo que es, cuando sin fisuras y pasando por encima de sus discrepancias, se sienten profundamente catalanes. Mientras que en Valencia las fisuras nos dividen. Y siento admiración por ella, porque tanto su burguesía, como sus clases medias y sus masas obreras, a las que tantas cosas separan, se sienten ante todo, catalanes y defienden y han defendido su lengua y su cultura; mientras que nosotros, los valencianos, no sólo andamos y hemos andado siempre a la "greña" unos contra otros, dejando las clases sociales más altas y las medias (salvo excepciones) sin defensa de nuestra lengua y nuestra cultura, que si se han salvado de tantos olvidos y abandonos ha sido porque nuestro pueblo llano y popular ha continuado hablando valenciano.\\

Y siento admiración por Cataluña porque es un pueblo que empieza por ensalzar y defender a sus hombres eminentes, sean poetas, escritores, economistas, financieros, profesionales o políticos, aunque discrepen de ellos en lo político o en lo cultural, porque ante todo son catalanes que hacen grande a Cataluña; mientras que en Valencia nos dedicamos a combatir y a discutir al que descuella o sobresale, hasta si es preciso (por envidias, suspicacias o discrepancias) a hacerle abandonar esta tierra. Recordemos que tradicionalmente los grandes valencianos se han tenido que ir a Madrid o a Barcelona. Porque la convivencia en un País que no soporta las personalidades que surgen es una convivencia difícil.\\

En Cataluña, además, en lo político, las derechas aceptan a las izquierdas y éstas a aquéllos y, pese a ser adversarios que se combaten en lo político, sus líderes respectivos se aceptan y respetan, pese a sus discrepancias, porque saben que ningún pueblo es ni será grande si no se aceptan y respetan los discrepantes, y si para ello no se apoyan en sus figuras más relevantes. Mientras que en Valencia, la discrepancia de las derechas a la izquierda y la de ésta hacia aquélla se convierte en amenaza, en insulto y en denigración, cuando no en calumnia y en satírica denigración.\\

Y eso no puede continuar. Hemos de construir un País tolerante y civilizado que deje de estar constituído en una especie de sociedad tribal, en la que los unos sean una amenaza, un temor o una envidia para los otros.\\

III

Quizá esa admiración hacia Cataluña, ciertos acontecimientos históricos y ese rechazo valenciano de los unos hacia los otros, explique suficientemente -junto a otros factores- algunas de las tesis "catalanistas" y, especialmente, que grandes sectores de la juventud universitaria se haya sentido atraída hacia el "modelo" catalán, por sernos el más próximo.\\

Tampoco es ajeno a la aproximación hacia ese modelo, la contemplación histórica y no tan histórica de lo que ha sido la actitud de los sectores más importantes de la burguesía valenciana. Porque es bien sabido que ésta abandonó masivamente -con algunas notables excepciones- la "valencianía" cultural e idiomática para asumir con armas y bagajes una "castellanización" que el pueblo que quiere reencontrar su identidad -y ésta es la actitud de amplios sectores juveniles- le reprocha. Cuando Carlos III quiso devolvernos "Els Furs" y con ellos nuestro Derecho propio y una parcela de nuestra autonomía, la burguesía valenciana, clase social y económicamente dirigente, dijo que no hacía falta. Y los ejemplos históricos pueden multiplicarse hasta nuestros días. Baste recordar su abandono de la lengua y la postergación de nuestra cultura valencianas para comprender quizá parte de lo ocurrido. Lo cual no significa que no debiera penetrar el castellano y la cultura en castellano, que buenas, propias y nuestras son ya, sino no abandonar lo que nos era y nos es aún propio.\\

IV

El valenciano sensato y sereno que quiere progreso social y político está ya harto de tanta exagerada polémica divisoria entre Reyno-Región o País; entre si azul o sin azul; entre si es catalán o valenciano; y entre si el himno o la cultura.\\

Lo que necesitamos es claridad y clarificación, pero sobre todo que nadie se sienta excluído y que los de aquí (castellano o valenciano parlantes) se sientan incluídos en el proceso de engrandecimiento de nuestro Pueblo. Y si alguien quiere continuar afirmando y discutiendo que si somos o no "catalanes", pues muy bien, adelante; y mientras tanto ¡la casa sin barrer! Que grupos o partidos de izquierda se dediquen a emplear en ello la casi totalidad de sus energías, mientras crece el paro lo reprocharán las masas trabajadoras, que quizá ni siquiera les escucharán ni les seguirán. Y que las derechas se dediquen a comabatirles como "agentes" del imperialismo catalán, es también una excelente manera de perder el tiempo.\\

V

Lo que es excesivo es que una derecha "instalada" ataque de "catalanista" a la izquierda y que ésta tache a toda la derecha de "bunker-barraqueta". Eso, además de falso, es miopía. Porque en Valencia hay hombres de la derecha entre los "catalanistas" y hombres de la izquierda de toda la vida entre los que lloran con emoción ante el himno regional (¡que también estuvo prohibido!) o se emocionan ante la "senyera" con franja azul. Al igual que es falso, radicalmente falso, afirmar que todos los que pretendemos la denominación "País Valencià" a "Región" o "Reyno" es porque queremos implantar la tesis de los "Países Catalanes".\\

¡No construyamos, ni divulguemos más fantasmas peligrosos! Dediquémonos todos, las derechas, las izquierdas y el centro a trabajar por este País, pues buena falta le hace, respetándonos los unos a los otros".
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

Este artículo es el que marca el inicio del giro de Broseta hacia posturas anticatalanistas. Destaca en este artículo el tono exaltado y lejos del tono conciliador que por lo general mostraba siempre, como hemos dicho antes. Asimismo, podemos decir que este artículo es un "clásico", que abre muchos de los tópicos blaveros, como el supuesto "expolio catalán", que pretende incluso la paella y la cerámica valenciana [el difunto líder de UV, Vicente González Lizondo, solía decir en los mítines que "los catalanes nos quieren robar la sartén y la cerámica"]. Curiosamente, incluso en este artículo utiliza todavía el término "País Valenciano". Por otro lado, en este artículo salen a relucir hacia el final las evidentes conexiones que hasta entonces había tenido Broseta con el catalanismo (que él mismo admite), y su voluntad de ruptura con sus antiguos compañeros de viaje. Y en definitiva, de este artículo se desprende una constante de la vida de Broseta, ya apuntada al hablar de su matrimonio con Sol Bacharach: la voluntad de no hacer nada que pueda molestar a la castellanizada burguesía valenciana (en este caso, ser demasiado nacionalista para su gusto).

>>quote<< I

"En los últimos días se han producido dos hechos pletóricos de significado. El primero parece anecdótico -casi folklórico- y el segundo es eminentemente político. Ambos se complementan y ambos unidos son perfectamente coherentes, aunque no los podamos admitir. Conviene meditar sobre ellos, desde una perspectiva política.\\

El hecho, que alguien ha calificado de anecdótico, se produjo en Berlín: en la Semana Cultural Catalana y dentro de la gastronomía catalana, se exhibió la paella. Hace tres días, en el congreso, el diputado catalán Jordi Pujol, expuso y según él con carácter "pedagógico" -explicó-; según las referencias de la prensa -pues aún no he conseguido el "Diario de Sesiones del Congreso"- qué es el "pancatalanismo"; qué es eso de "Els països catalans" y afirmó la "vinculación" del País Valenciano a Cataluña. Jordi Pujol, para defender la federación entre territorios autónomos, parece ser que afirmó que pertenecemos al bloque catalán y-añadió- que esta idea tiene amplio apoyo aquí. Según otros periódicos, parece que el diputado catalán afirmó la "primacía de lo catalán sobre lo valenciano, en punto a voces de capitanía cultural e histórica".\\

Algunos diputados valencianos se indignaron y replicaron al líder de la burguesía catalana y de la banca catalana. La propuesta constitucional fue rechazada.\\

¿Qué significan estos hechos políticamente? Parece conveniente, elevarnos desde la anécdota a la categoría. Así entenderemos las cosas.\\

II

La exhibición de la paella entre la gastronomía culinaria catalana es un desatino, que es innecesario demostrar. Pero ¿entonces qué significa esa apropiación indebida o sea expoliación gastronómica? Pues sencillamente un paso más -y lamento decirlo- de la "escalada" catalana de algunos grupos y personas que pretenden afirmar que somos una comunidad (la valenciana) que simplemente forma parte de una nacionalidad común y superior que es la nacionalidad catalana.\\

Lo afirman como resultado de un simple silogismo que algunos postulan: el pueblo valenciano forma parte de la nacionalidad catalana; la cultura valenciana forma parte de la cultura catalana; luego, si la gastronomía es parte de la cultura, la paella es catalana. Y el mismo argumento aplican a la lengua; si el valenciano es una variante del catalán, forma parte de la cultura catalana y, en consecuencia, es catalán. Y le cambian el nombre, y por ende, ya no hay que decir que hablamos valenciano, sino catalán. El "parlem valencià" debe ser sustituído por el "parlem català", cambiando el nombre de la lengua, pese a que siempre la hemos llamado valenciano. Aussiàs March, ya no sólo escribía en catalán, sino que es catalán. Y la cultura valenciana es catalana. Y el gótico valenciano es catalán; y la cerámica, aunque sea de la zona castellano parlante, y el mueble y la arquitectura también. Y ahora, la paella. Por este camino hemos de decirles que muchos pensamos que cualesquiera que sean las razones históricas que se invoquen, la "senyera" valenciana no podrá ser la cuatribarrada, porque -entre otras razones- la "senyera" de dos territorios autónomos no puede ser idïéntica, a menos que se nos quiera meter en una misma nacionalidad: la nacionalidad catalana. Y eso no lo quiere la casi totalidad del País Valenciano.\\

III

En definitiva, se nos quiere decir que somos la misma comunidad histórica y cultural; y quieren que incluso formemos parte de la misma comunidad política. Seremos así una región de "els països catalans". Y dice el señor Jordi Pujol, que todo eso tiene amplio apoyo en el País Valenciano.\\

Pues no señor. Hay que decirle al señor Jordi Pujol -respetable político catalán, por muchas razones- que se equivoca. Que aquí los ciudadanos se sienten valencianos y no catalanes. Que afirman -diga lo que diga la lingüística- que hablan valenciano, y que gracias al pueblo que así habla y siente se ha salvado la lengua valenciana. Y que nuestra cultura no es la cultura catalana, no sólo porque la cultura es algo considerablemente más amplio y profundo que la lengua, sino, además porque la cultura valenciana es ya indisolublemente dual: valenciana y castellana. Aunque le pese. Porque los procesos históricos son como son, y no como el señor Pujol hubiera querido que fuesen.\\

Pero es que, además, para que una comunidad de ciudadanos de un territorio, pueda afirmarse que posee una nacionalidad o una cultura determinada, en el caso debatido la catalana, es indispensable que esos ciudadanos se sientan catalanes. Y los valencianos no se sienten catalanes sino valencianos. Todo lo demás, son teorías historicistas, voluntarismos maximalistas o deseos de ensanchar las áreas de influencia para practicar la propia política, para practicar o extender la propia economía o para aglutinar más territorio y más habitantes, para -bajo la capitanía de Cataluña- fortalecer su propia política frente al Gobierno central. Porque de eso se trata, como a algunos, desde hace bastantes años, se nos ha explicado con el deseo de catequizarnos.\\

IV

Todo se comprende si se analiza desde una perspectiva política y económica. Y dejemos ahora de lado los tradicionales y reiterados intereses económicos contrapuestos de Cataluña y del País Valenciano, de los que han sufrido bastante labradores y exportadores valencianos, cuando tenían que sufrir los efectos de la política "proteccionista" postulada desde Barcelona.\\

Todo se comprende -como acaba de verse claro en el Congreso de los Diputados- al llegar al momento de postular y defender la tesis del "pancatalanismo". Algunos lo sabemos desde años (como lo saben muchos otros a quienes también se les explicó la "teoría") y por eso no lo aceptamos. Entre otras muchas razones, porque a un pueblo que está esforzándose en retrobar su propia identidad de pueblo diferenciado -de verdadero pueblo valenciano- lo único que no se le puede decir es que comparte la nacionalidad catalana; o que su "senyera" será idéntica a la catalana. Porque no lo siente, ni es así. Y si se le insiste y se le vuelve a insistir, al final se irrita y reacciona. Y se enzarza en disputas y en querellas y defiende su identidad. Partiendo de este sentimiento, todos los excesos son posibles, aunque sean reprobables y condenables.\\

V

Todo esto tiene un nombre y siento profundamente pronunciarlo: es una verdadera expoliación cultural y nacional. Y buena prueba de ello es que la mayoría de los catalanes ni lo sienten ni lo quieren. Así lo comprendió la Asamblea de Cataluña, cuando en mayo de 1974 se lo explicamos unos cuantos valencianos. Su sorpresa fue, precisamente, que antes otros valencianos les habían intentado convencer de lo contrario. Tampoco lo cree Tarradellas y con él otros muchos catalanes, tan respetables como los que creen lo contrario. Ni lo cree el "Plenari" de Parlamentarios valencianos.\\

VI

En el fondo de tanta campaña para que cambiemos a la lengua el nombre de valenciano por catalán, que aceptemos que la cultura valenciana no es tal, sino catalana; que afirman que es indiscutible que la "senyera" fue y debe continuar siendo la "cuatribarrada"; y que nuestra cerámica, nuestro arte y nuestra arquitectura es catalana, late el deseo de algunos de crear pilares básicos desde los que al final, acabemos aceptando que somos "països catalans" y que, en definitiva compartimos la nacionalidad catalana.\\

Y lo digo -pese a que muchos les irrita- con profundo respeto por quienes así piensan. Pero yo no lo pienso, y pese a todo, he sentido la necesidad de decirlo. Entre otras cosas, porque desde hace años lo estoy discutiendo con ellos. Y lo digo, pese a quienes después escriban, que nadie me ha dado vela en este entierro, o que practico el "toreo de salón". Como si para torear miuras -en política- fuera indispensable tener un acta de diputado, después de mendigarla en los pasillos de Madrid; un pase de Iberia e ir al Congreso a estar casi siempre callado y después protestar airadamente por los riesgos que otros, diputados o no, con su opinión tienen que soportar".
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Es necesario que notemos la astucia (o deshonestidad) practicada por Broseta. Puesto que se hace el despistado, y dice no saber exactamente lo que había dicho Jordi Pujol [el 19 de julio, para ser exacto] en el Congreso de los Diputados, cuando por el contexto y posterior exposición da a entender que lo sabía perfectamente. Mira por dónde, nosotros hemos tenido acceso a esas palabras, ya la posterior réplica de algunos diputados valencianos (en este caso incluso del PSOE, y es que los socialistas valencianos, por miedo absurdo, siempre han acabado condescendiendo con el anticatalanismo de la derecha, como lo muestra claramente la aceptación de toda su simbología que hicieran en el Estatuto de Autonomía valenciano).

Jordi Pujol había dicho simplemente que "la identidad histórico-cultural de Cataluña, el País Valenciano y las Islas es la que forman los Países Catalanes". Pin Arboledas, diputado de UCD y futuro ponente del Estatuto valenciano, amenazó con serias reservas si se proponía un pacto político en el País Valenciano desde Cataluña. Jarabo Payá de AP, se esforzó por demostrar que el valenciano no es catalán. Sotillo, diputado del PSOE por Castelló, respondió que "si se permitieran las federaciones [de Comunidades Autónomas] se podría dar el caso de la colonización de una región sobre otra más débil" [Extraído de D.A. Catalunya. Libro del año 1978. Barcelona. Ediciones 62. 1979. P. 122].

!!3 - Problemas valencianos (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

Este artículo, escrito dos meses después del anterior, demuestra un rasgo esencial del talante de Broseta. Y éste no es otro que los pasos adelante y atrás en una misma dirección. Esto confundía mucho a sus adversarios políticos, y quizás era una táctica premeditada. En este caso, podemos afirmar que en este artículo, sin manifestarse abiertamente catalanista, sí se considera filocatalanista. Y en cualquier caso, el tono es mucho menos agresivo (algo por lo demás muy sorprendente en Broseta), que en el anterior artículo. Por cierto, sigue usando el término "País Valenciano".

>>quote<< I

"En este País Valenciano nuestro aún hay muchas cosas que clarificar. Para contestar a las calumnias y mentiras que se han dirigido contra mí, era indispensable decir todo un conjunto -largo y grave- de cosas que contadas ahora, quizás hubieran complicado más la "efervescencia" de los cenáculos políticos de ese gran "café" de barrio o e "patio de vecindad" al que algunos parecen querer reducir la política valenciana. Quizá porque ni pueden ni saben practicar otra "política". Hubo quien, desde las páginas de un periódico de Barcelona, llegó a insinuar que si no me he atrevido a rebatir sus mentiras y calumnias, es porque eran ciertas. ¡No se equivoque usted, "señor articulista", que de todo se hablará en su día cuando se apague el incendio!\\

Pero lo único que no podemos hacer ahora es continuar sembrando vientos que aticen el fuego -como constantemente están haciendo algunos de los que no merece la pena ni hablar y mucho menos contestarles-, porque como pueblo, precisamente ahora, nos estamos jugando demasiado los valencianos.\\

II

Una de las mayores falacias que se manejan por esos "cenáculo" es que algunos -¡y por supuesto ya se me incluye entre ellos!- estamos haciendo "anticatalanismo" y que sólo practicamos una política "anti", incapaces de construir un proyecto para el País Valenciano. Quienes son capaces de hacer ese proyecto, es algo que pronto se verá.\\

Yo sólo hablo y escribo en nombre propio y sólo de los que yo pienso. A nadie agrupo, por nadie hablo, ni a nadie intento arrastrar, pese a que han llegado a afirmar lo contrario. Estoy solo, absolutamente solo, y sólo digo lo que pienso. En el proceso de su insensato análisis político han llegado a afirmar -después de privarme de mi condición de "demócrata", como si tuvieran algún título para hacerlo- que estoy intentando crear un partido político, con determinadas fuerzas políticas que incluso mencionan. Para general tranquilidad de la "concurrencia" temerosa, diré que nada más lejos de mis intenciones que intentar crear ese "fantasmal" partido político. El que lo está intentando es otra persona. Así es que, ¡tranquilos!, y que ¡Santa Lucía les conserve la vista!\\

III

¡Y digámoslo de una vez! Por Cataluña somos muchos los que sentimos una profunda admiración. Yo el primero y lo he escrito varias veces. Ya quisiéramos aquí tener la burguesía catalana, los intelectuales y los políticos que tienen los catalanes. Entre otras cosas, porque desde su "conciencia" de ser catalanes han construído un gran pueblo, unido y fuerte.\\

¡Y digámoslo también, claro! Por razones históricas, culturales y políticas hemos tenido y debemos tener en el futuro buenas y estrechas relaciones con Cataluña. Yo mismo firmé -consciente de lo que hacía- en la época de la "predemocracia clandestina" un documento político, en el que se hablaba de "l'establiment de lligams especials amb Catalunya", pues, si no recuerdo mal, ésta era la expresión utilizada. Las discrepancias nacen de la forma en lo que cada uno entiende esas relaciones con Cataluña.\\

Pero una cosa es eso y otra muy distinta quién lo hace, cómo se hace, cuándo se hace y sobre todo qué es lo que se sacrifica en el proyecto. Hasta que estemos en situación de hacerlo, habremos de mantener las distancias. El País Valenciano tiene su propia idiosincrasia, su propia fuerza, su propia personalidad y su propio peso económico. Cuando todo esté aquí claro y robustecido, con una burguesía alineada y consciente de un proyecto estrictamente valenciano; con unos partidos políticos sin las "fomentadas" divisiones por este tema; con un pueblo en pie -y yo soy de quienes piensan que aún no lo tenemos-, será llegado el momento de establecer las relaciones que sean pertinentes si el pueblo lo decide pero sin que antes cuatro políticos suplanten la voluntad popular.\\

Y hablaremos a Cataluña de tú a tú. Y negociaremos lo que haya que negociar. Y en ese momento podrán discutirse nuestros conflictos recíprocos -económicos o no-, para sacar para Valencia lo que debemos sacar. Una de las mayores y mejores virtudes del político es saber escoger el momento del "encuentro" y el lugar. Antes de ese momento -el júbilo de unos, o el desconcierto de otros- puede conducir al "entreguismo" o, al menos, parecerlo. Y tanto una como otra cosa son políticamente negativas.\\

Mientras tanto, cada uno en su casa, barriéndola o construyéndola. Las precipitaciones en política -menos para quienes desde años las desean- son siempre contraproducentes. Estamos empezando el camino y el proyecto político para Valencia. Tiempo habrá. Y quizá no sea necesario esperar mucho. Construyamos nuestro País Valenciano, para después, conscientes de lo nuestro, poder negociar con Cataluña, lo que la Constitución y el pueblo valenciano quiera. Al menos, claro está, que lo nuestro y lo de ellos todo es lo mismo. Pero quienes no lo creemos así (porque primero queremos una Valencia "gran i forta") tenemos el deber de esperar.\\

IV

Con todos los respetos hacia Cataluña y hacia su presidente Tarradellas, hay que decir varias cosas. Que necesitamos elaborar y construir entre otras cosas, nuestra política económica y financiera, para, conocedores de nuestro enorme potencial económico si está unido, y de los conflictos económicos con Cataluña, después negociar y resolver. Pero de tú a tú. Y con nuestra propia unidad económica.\\

Porque mientras tanto hay demasiados problemas, en los que si entramos sin la debida fortaleza política y económica, el País Valenciano puede perder. Pensamos lo que significa -entre otras muchas cosas- el acabar de decidir -y son unos pocos ejemplos y no los más importantes- si el puerto comercial de Madrid radica en Alicante y en Valencia o en Barcelona. O si el puerto de Aragón es Valencia o Barcelona. O si conseguimos o no la autopista de Valencia a Madrid, antes que la de Barcelona a Madrid. O si se acaba o no la línea de ferrocarril a Francia por Canfranc.\\

Son demasiadas las cosas que nos jugamos de presente y de futuro, en nuestros potenciales conflictos económicos con Cataluña para no andar con cautela.\\

V

Porque mientras tanto, hay quien se escandaliza porque el presidente Albiñana no hubiera acudido a Baleares para "jugar" al "personalismo" político de Tarradellas. Yo que me enteré cuando la decisión de no ir de nuestro presidente Albiñana estaba tomada -pese a que un malévolo periodista valenciano afirmara lo contrario y me achacara parte de la decisión de no ir- lo entendí como una prudente y sabia decisión política. Además de que ese día le esperaban los valencianos de un pueblo de Alicante. Ya habrá tiempo para los "encuentros". Mientras tanto, que el señor Tarradellas espere. Que es de políticos prudentes escoger el lugar y el momento.\\

Sobre todo cuando -además- ni los periodistas se escandalizan de que una autoridad municipal como la de Alicante rinda honores a Tarradellas en el mismo lugar en que semanas antes desairaba al presidente del Consell del País Valenciano, Albiñana.\\

VI

P.S. - Para tranquilizar a un ilustre contradictor mío de las páginas de "Levante", le diré dos cosas: cuando tomé posesión de mi cátedra de la Universidad de Valencia no juré los Principios del Movimiento; y, además, por no jurarlos retrasé durante más de seis meses mi incorporación al Colegio de Abogados. No los he jurado jamás. Y como él mismo suele decir, "Mare de Déu quina falta d'informació". Antes de hablar de hechos personales de los demás conviene enterarse mejor".
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!!4 - València forta i gran (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

En este artículo, Broseta parece ya cómodamente instalado en el regionalismo españolista de la castellanizada burguesía valenciana (aunque esboza una ligera crítica a esta castellanización). Y la prueba es que ya no usa el término "País Valenciano", sino sólo el de "Región". Sin embargo, es interesante la parte final de este artículo. Broseta, como hombre inteligente que era y muy observador de la realidad, es consciente del monstruo que ha contribuido a crear (la violencia blavera), y esto hace que haga una crítica bien directa (algo raro en él, que prefería las ambigüedades, como ya hemos visto).

>>quote<< I

"Cualquier momento en la vida de una comunidad es bueno para que los hombres y las mujeres que la integran analicen sus problemas y sean conscientes de sus decisiones. Los valencianos tenemos especiales problemas internos, pese a que nuestra Región es quizá la que con menor gravedad está soportando la problemática económica y social que el Gobierno, los partidos democráticos y las centrales sindicales están intentando resolver.\\

Pero pese a ello, parece evidente que los valencianos, empeñados en reencontrar nuestra propia identidad de pueblo diferenciado, estamos enzarzados en disputas y querellas internas, que nos dividen y nos debilitan. Andamos divididos y confundidos.\\

Mas los valencianos debemos empeñarnos, una vez más, en iniciar y fortalecer un profundo movimiento popular, que desde el corazón y pasando por la razón, nos conduzca como resultado a construir la Valencia "forta i gran", que históricamente fue y que puede y debe volver a ser, porque poseemos todos los medios para conseguirla, si trabajamos unidos y serenos.\\

Mas ¿qué debemos hacer para conseguirlo?\\

II

Debemos partir de una afirmación previa: somos una comunidad que posee una personalidad propia y definida, que siendo ya irremediablemente dual -lo que nos da mayor fortaleza- está integrada en la superior comunidad española. Por ello, sin debilitar nuestra condición de españoles, debemos fortalecer nuestra personalidad de valencianos que, necesario es decirlo, hemos olvidado en demasía durante muchísimos años. Todo ello se sintetiza en la afirmación "som valencians" que nos surge del sentimiento y debe pasar por la razón.\\

Mas ¿cómo fortalecer nuestra personalidad valenciana? Varios son los caminos que ante nosotros tenemos abiertos.\\

El primero ha de ser fortalecer nuestra propia lengua, la lengua valenciana, que pese al secular olvido desde el centralismo y desde un cierto sector de la burguesía valenciana, sobrevive potente y fuerte en grandes sectores del pueblo valenciano. Hemos de enaltecer y agradecer a los hombres y mujeres valencianos que la han mantenido viva y, especialmente, a los de los pueblos y comarcas que han salvado la lengua valenciana de la postergación y del olvido. Y hemos de potenciarla sin menoscabo del castellano, que es ya tan nuestro que nos sirve de unión con el resto de los españoles.\\

III

El segundo camino para alcanzar una "València forta i gran", es ser conscientes de que poseemos una cultura propia, la cultura valenciana, que se expresa ya tanto en valenciano como en castellano. Porque ¿quién puede dudar ya que nuestro Blasco Ibáñez o nuestro Miró o nuestro Miguel Hernández, cuando escriben en castellano, están haciendo también cultura valenciana de repercusión universal, porque son grandes valencianos que traducen nuestra idiosincrasia por un medio de expresión que como el castellano es ya también nuestro? Basta leer "La barraca" o los "Cuentos valencianos" de Blasco Ibáñez, para comprobarlo. ¿De qué sirve atacar -como se hizo y hace desde algún sector- esta realidad indiscutible? Sólo por debilitar nuestra cultura valenciana, que es irremediablemente dual, castellana y valenciana, y para debilitarnos como pueblo con personalidad propia.\\

Pero es que tenemos también una historia propia que cabe resaltar y enseñar. Como tenemos una geografía y una gastronomía, y un folklore y unas fiestas y unas costumbres que reivindicar, para que los valencianos -dentro de España- seamos cada vez más conscientes de nuestra personalidad, más solidarios y más fuertes. Para incrementar nuestra vinculación a lo nuestro y nuestro amor a esa Valencia que todos queremos "forta i gran".\\

Sin complejos y sin ataques a otros españoles, miembros de otras comunidades próximas o lejanas.\\

IV

Precisamente por ello hemos de decir a todos, que no son admisibles ni los ataques personales, ni las calumnias y difamaciones, ni las bombas dirigidas a los discrepantes. Todos somos y hemos de ser valencianos por encima de nuestras discrepancias. Y precisamente en este sentido quiero singularizar dos cosas.\\

Es la primera, el contenido de dos pintadas que leí ayer en una valla de una calle valenciana, en las que se ataca y se insulta a los catalanes. Y eso no puede ser. Una cosa es que discrepemos de algunos catalanes que, muy minoritariamente, defienden la concepción de los llamados "Países Catalanes", y otra muy distinta e inaceptable que unos valencianos insulten a los catalanes. Porque Cataluña es un pueblo grande y que estuvo, hace siglos, muy próximo a nosotros en determinados momentos históricos y, además, porque sin abdicar de nuestra condición de valenciano con Cataluña, como con cualquier otro pueblo de España, hemos de convivir. Tenemos en Valencia muchos catalanes trabajando con nosotros, cuya solidaridad y cuyo afecto los valencianos hemos conquistado y debemos mantener. Lo otro, o sea, el insulto, es una ofensa no ya a Cataluña sino a nuestra dignidad de valencianos.\\

La segunda cosa que quiero decir es que nosotros los valencianos, cualquiera que sea nuestra concepción de lo que es Valencia, ni podemos ni debemos menospreciar lo nuestro. No parece lícito que, por defender una ideología propia, haya quien menosprecie la "barraca", o nuestro "Himno Regional", o las fallas, calificadas peyorativamente por algunos de "folklóricas", o tache a la "senyera" con franja azul de fascista.\\

Todo eso es nuestro, exige nuestro respeto y sólo respetándolo y fomentando esas y otras muchas cosas nuestras, podremos construir la "València forta i gran" que queremos".
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

Hemos seleccionado este último artículo para comprobar la orientación de Broseta en sus últimos tiempos. Así, en este artículo, por encima de las consideraciones económicas que hace, pues no en vano, como profesor de Derecho Mercantil es éste un tema que siempre trató, queremos llamar la atención sobre la urgencia y necesidad que muestra por una conexión entre València y Madrid. El Broseta de los últimos años parece haber asumido todos los valores de la castellanizada burguesía valenciana, con la que había emparentado por su matrimonio con Sol Bacharach. Y de entre ellos, de forma esencial figura el de este vínculo con Madrid (que implica como contrapartida, la animadversión con Cataluña, con lo que de paso contenta la burguesía valenciana a los madrileños). Incluso, tanto para Broseta como para la burguesía valenciana, parece ser más importante el vínculo económico con Madrid que con el resto de Europa (vínculo este garantizado por la autopista AP-7, que pasa, por supuesto, por el Principado), idea sorprendente en cualquiera de los casos, y cuyo juicio dejamos al lector.

>>quote<< "El reto social está planteado y se sintetiza en la siguiente pregunta: ¿Pueden las autovías que proyecta el MOPU para unir Valencia y Madrid satisfacer las necesidades del presente y del futuro de Valencia cuando estén terminadas?

Una respuesta exige dilucidar varias cuestiones.\\

I

El proyecto oficial diseñado desde el Ministerio madrileño consta de dos partes: convertir en autovía la carretera actual más larga de Madrid a Valencia por Albacete, que supone un trayecto de 100 kilómetros más que la actual N-III por Motilla del Palancar, y convertir en autovía alrededor de los 2/3 de la actual carretera nacional, pero no en su totalidad.\\

La oferta y la decisión del MOPU parecen inadecuadas e insuficientes. Tanto según las necesidades actuales de Valencia, como para las futuras, si Valencia quiere, como puede, convertirse en el primer puerto español del Mediterráneo. Es inadecuada, porque es inaceptable que nos ofrezcan una autovía que alargará en 100 kilómetros la distancia con Madrid. Es inadecuada la segunda oferta, porque es incompleta al mantener 1/3 de su trazado en su lamentable situación actual.\\

Demasiado larga una autovía lo que la hará siempre rechazable e impracticable para unirnos a Madrid. Incompleta e insuficiente la otra autovía.\\

II

Frente a esta oferta viaria, el presidente de la CEV ha pedido unir Madrid a Valencia no por las autovías proyectadas, sino por una autopista, libre o en su defecto de peaje, como única solución al tráfico actual de pasajeros y de mercancías y a la expansión del futuro económico y social de Castellón y de Valencia. Para convertir a nuestra Comunidad en el factor dinámico que debe ser, en un mundo moderno en el que las comunicaciones por autopista y no por autovía son factor esencial y determinante de su desarrollo económico y social.\\

Esta iniciativa empresarial demuestra la vitalidad de un sector de la sociedad civil valenciana, quizá nuestro único sector dinámico, de esta sociedad civil que los sociólogos modernos afirman ser más importante que la estatal, que la administrativa o pública o que la política.\\

III

Las autovías propuestas parecen insuficientes para las necesidades del tráfico presentes y mucho más para el futuro. Y son, en todo caso, insuficientes si se desea fomentar la presencia económica de nuestra Comunidad en el resto de España.\\

Ya serían insuficientes ahora, en el supuesto de que estuvieran terminadas, porque el actual tráfico de mercancías y de pasajeros no abandonaría la ruta más directa de la N-III para utilizar la más larga por Albacete que supone hacer 100 kilómetros más de carretera. Ni el coste económico, ni el tiempo empleado, ni las directivas de la CEE sobre tiempo máximo de conducción al volante harán utilizable esta solución larga, que al parecer de los expertos nace fallida para unir Madrid a Valencia. ¡Parecemos dispuestos a repetir el error histórico del ferrocarril a Madrid por Albacete, que es la causa de nuestras terribles comunicaciones ferroviarias con Madrid!\\

IV

Pero por donde más se nota la insuficiencia de las autovías es si se las contempla desde la perspectiva de lo que necesita nuestra Comunidad para asumir en el futuro la importancia social y económica que nos debe corresponder.\\

Desde esta perspectiva, Valencia es la primera región exportadora que necesita comunicaciones con todas las capitales de España, y Madrid es la más importante de todas. Valencia y Castellón -pues Alicante tiene su propia conexión directa- deben convertirse en los puertos de Madrid, de Castilla entera y desde ella en los puertos del tráfico mediterráneo hacia el Cantábrico. Con la autopista que se pide, Castellón y Valencia se convertirían incluso en paso del tráfico de mercancías de Madrid a Cataluña y de Cataluña a Madrid, porque éste preferiría hacerlo todo por autopista, como ocurre en toda Europa. Y por aquí pasaría todo el tráfico a Madrid y a la mayor parte de Castilla, proveniente del Mediterráneo y de toda la Europa del Sur.\\

V

En suma, que el futuro económico y social depende en parte de las comunicaciones, y para las de carretera la autopista es insustituíble como lo demuestra la Europa occidental.\\

La autopista con Madrid es esencial para nuestro futuro. Para comprenderlo así pensemos lo que sería hoy de Alicante, de Castellón y de Valencia sin la autopista que las une. El mayor caos reinaría en nuestra Comunidad sin esta autopista. Imaginemos lo que sería el tráfico Madrid-Valencia con autopista, y su incidencia en el futuro de nuestra Comunidad.\\

El presidente de la CEV, Pedro Agramunt, brindaba ayer la tarea al Presidente de la Generalidad. Tarea de los políticos es estudiar los proyectos para hacer posible lo que imposible parece y para convertir en realidad lo que parace utopía".
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(:title Manuel Broseta:)
!Manuel Broseta Pont

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'''Tabla de contenidos'''
* [[#bio|Manuel Broseta Pont]]
* Artículos en "Las Provincias":
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[[#bio]]!Manuel Broseta Pont

%rframe% [[https://www.antiblavers.org/galeria/displayimage.php?pos=-434|https://www.antiblavers.org/galeria/albums/personatges/broseta.jpeg"Manuel Broseta"]] | [--Manuel Broseta--]
Si en esta historia, alguien merece el calificativo de desertor en mayúsculas, éste es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Catedrático de Derecho Mercantil, con estudios en la ''London School of Economics'' y un brillante currículum académico (todo debe decirse), fue el principal impulsor de la "Mesa de Fuerzas Políticas del País Valenciano" en la transición. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Aquí podemos leer un completo perfil biográfico suyo (donde se habla sin embargo, superficialmente de su actividad política y anticatalanista)]].

Hombre de centro-derecha y con un discurso durante los años 70 netamente catalanista (participó entusiáticamente en el I Congreso de Cultura Catalana en 1977 en Barcelona), era la gran esperanza de muchos en cuanto a que fuera el impulsor de un centro-derecha valenciano y valencianista, al estilo de CIU en Cataluña. Así, fue uno de los principales asesores del Presidente preautonómico Albinyana.

Pero hacia finales de los 70, se produjo su progresiva blaverización, hasta el punto de que fue uno de los principales inductores de la actual redacción del Estatuto de Autonomía valenciano (donde se recoge toda la simbología blavera, por ejemplo. Y en especial, la definición del valenciano como "idioma propio"). Y, también contribuyó a la praxis política del blaverismo, a través de su participación política en UCD; y en su elaboración doctrinal en la prensa (en "Las Provincias" para ser exacto). Su servicio a la causa española culminó cuando fue uno de los principales redactores (en tanto que Secretario de Estado para las Autonomías) de la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico) en 1982. Esta ley, una de las consecuencias más claras del intento de golpe de Estado de 1981, les recortaba muchas competencias a las autonomías. Al derrumbarse la UCD, precisamente en 1982, permaneció apartado de la política activa (con ocasionales incursiones en "Las Provincias"). Dicen que poco antes de su muerte en enero de 1992 (debido a un disparo en la nuca por parte de un activista de ETA) estaba planeando su vuelta a la política, esta vez de la mano del PP.

Varias causas se han peleado sobre este increíble cambio. Unos dicen que quería meterse en política como fuera. Y como entonces en el País Valenciano la opción que más se adecuaba a sus tendencias era la UCD, Broseta hizo el juego que marcó Abril Martorell, quien fue en cualquier caso el principal instigador, como ya hemos apuntado. Otros dicen que, siendo como era básicamente de centro-derecha, se asustó de la orientación predominantemente izquierdista que tomaba cada vez más el nacionalismo valenciano en la transición.

La verdadera causa parece ser más terrenal. Y es que ese hombre estaba casado con una mujer francesa de apellido Dupré. Y siendo maestro en la Facultad de Derecho de la Universidad de València, tuvo una aventura extramatrimonial con una alumna suya, Sol Bacharach (ex-fallera mayor de València en 1972 y durante un tiempo profesora en el Departamento de Derecho Mercantil de su exmarido en la Universidad de València). Y esta aventura llegó al punto que dejó su primera mujer y al final se casó con ésta (con la que tuvo otros hijos). Esta segunda mujer provenía de la clase alta valenciana más rancia (con apellido de origen alemán), totalmente castellanizada y totalmente proespañola. Y parece ser que fue la influencia de esta mujer, de su familia, y de su nueva clase social de adopción la que provocó su abandono de su originario catalanismo y su decantamiento hacia el más abrumado españolismo y anticatalanismo.

Todo, en definitiva, muy terrenal. Pero también muy miserable y lamentable.

Disponemos, en fin, de unos documentos únicos que demuestran su cambio de orientación. Y es que cuando murió en 1992, el diario "Las Provincias" publicó en homenaje a él una selección de sus artículos. Entre ellos hemos seleccionado cinco:

!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

En este artículo, aunque clarifique que no es partidario de las tesis del catalanismo que identifican lengua y nación, Manuel Broseta demuestra una clara catalanofilia. Manifiesta asimismo una clara orientación de centro-derecha, como demuestra el hecho de que se lamente porque en el País Valenciano la burguesía no ha sido nunca (o ha sido poco) nacionalista, y no se haya preocupado por la lengua y cultura propias, a diferencia de la burguesía catalana. Notamos ya en este artículo una constante en la vida de este hombre: la voluntad de querer quedar bien con todos. En ese caso, por un lado con la intelectualidad catalanista, con la que se relacionaba en ambientes universitarios; y por otro, con la castellanizada e incipientemente anticatalanista burguesía de la ciudad de València, con la que por motivos profesionales [puesto que catedrático de Derecho Mercantil estuvo muy vinculado a empresas privadas a lo largo de su vida, y participó como asesor en el consejo de administración de muchas de ellas] también tenía mucho trato. Notamos de paso cómo entonces utilizaba con toda normalidad el término "País Valenciano", que después la derecha valenciana condenó rotundamente, sustituyéndolo por "Reino de Valencia", y al final por Comunidad Valenciana.

>>quote<< "Cuando hace dos domingos publiqué un artículo con este mismo título, tenía el firme propósito de no reincidir sobre él. Pero aquel intento de clarificar ideas y de pedir respeto a todos sobre ellas -pues buena falta nos está haciendo en Valencia- ha provocado un alud de cartas, que agradezco, y varios artículos y comentarios periodísticos que agradezco y valoro.

Las cartas y escritos recibidos, dispares y diversos, me piden que condene el "imperialismo catalán" y me reprochan el no haberlo hecho ya. En segundo lugar, me piden -incluso un grupo de amables lectores en escrito colectivo- que me defina en un sentido o en otro. En tercer lugar, me sugieren que entre en las cuestiones concretas de los "Países Catalanes".\\

Todo ello me obliga a volver sobre el tema. No para condenar ninguna idea, pues por profesión y por talante personal las respeto todas, pero sí para definir mi posición sobre el problema. Hace ya tiempo que tuve la tentación de definirme, pero no lo hice por estimar que a nadie podía interesar mi posición sobre el problema. Pero ahora creo que no puedo callar por más tiempo, pues considero un deber hablar, cuando habiendo salido al público, el propio público, algunos de mis lectores habituales, me lo exigen. Y tienen razón. Máxime si se piensa, como yo pienso, que es llegado el momento de las clarificaciones públicas sobre todo esto.\\

Pienso, incluso, que esa clarificación de posiciones debe ser asumida por los propios partidos políticos valencianos. No sólo porque lo que está en juego es la distinta manera de concebir la identidad y la personalidad valencianas, sino porque es llegado el momento de alejar las "dudas" y las "vacilaciones" que algunos están convirtiendo en confusión y en "fantasmas", cuando no en querellas que nos dividen y nos enfrentan.\\

I

En alguna ocasión se me ha calificado de "catalanista" en afirmaciones o en escritos anónimos. Pues bien, quisiera aclarar esa cuestión personal.\\

No participo de las tesis llamadas "catalanistas". Ni en lo cultural, ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo ideológico, ni creo, ni admito, ni comparto personalmente la tesis de que el País Valenciano forme parte de los "Países Catalanes", ni siquiera creo en ninguna de las tesis que postulan nuestra "catalanidad". Y para afirmarlo no me remito ahora a las palabras, sino a los hechos. ¡Veámoslo!\\

1 - Cuando en 1976 -como presidente de la Junta Democrática del País Valenciano- intervine en las largas discusiones para elaborar el documento constitutivo de la "Taula de Forces Polítiques i Sindicals", me opuse rotundamente a que en aquel documento político se denominara al valenciano "catalán". Y junto a mi opinión la de otros partidos y fuerzas democráticas lo impedimos.\\

2 - Cuando en mayo de 1975 acudí a una reunión política con los representantes de la "Assemblea de Catalunya", explicamos a sus representantes que la Junta Democrática del País Valenciano no participaba de la tesis de los "Países Catalanes", expusimos que tampoco era compartido por la immensa mayoría del pueblo valenciano e incluso que la estimábamos perturbadora para nuestro proceso político. Nos encontramos con la sorpresa de que esa tesis política "catalanista" tampoco era compartida por ninguno de los catalanes presentes, con la excepción de un solo partido político, y se acordó prohibir la utilización de la expresión "Países Catalanes" para la reunión de todas las fuerzas políticas democráticas de Cataluña, Baleares y el País Valenciano que se celebró el día siguiente en Mallorca.\\

3 - El mismo año, contestando a A. Fabregat en un libro publicado en Valencia ("Partits polítics al País Valencià", vol. I, págs. 28 a 30), sobre mi posición respecto a los "Países Catalanes", expuse larga y detenidamente mi no identificación con esa tesis, por las razones expuestas en ese libro, cuya lectura recomiendo a todos para clarificar ideas y posiciones. Ni creo en la existencia, ni en la realidad, ni en el futuro de los "Países Catalanes". Podría contar más cosas, pero no creo que merezca la pena. No tiene mayor importancia, al menos en lo que a mí respecta.\\

II

Lo que me ocurre es que siento una profunda admiración por Cataluña, como la siento por otras regiones españolas.\\

Y la siento como pueblo que es, cuando sin fisuras y pasando por encima de sus discrepancias, se sienten profundamente catalanes. Mientras que en Valencia las fisuras nos dividen. Y siento admiración por ella, porque tanto su burguesía, como sus clases medias y sus masas obreras, a las que tantas cosas separan, se sienten ante todo, catalanes y defienden y han defendido su lengua y su cultura; mientras que nosotros, los valencianos, no sólo andamos y hemos andado siempre a la "greña" unos contra otros, dejando las clases sociales más altas y las medias (salvo excepciones) sin defensa de nuestra lengua y nuestra cultura, que si se han salvado de tantos olvidos y abandonos ha sido porque nuestro pueblo llano y popular ha continuado hablando valenciano.\\

Y siento admiración por Cataluña porque es un pueblo que empieza por ensalzar y defender a sus hombres eminentes, sean poetas, escritores, economistas, financieros, profesionales o políticos, aunque discrepen de ellos en lo político o en lo cultural, porque ante todo son catalanes que hacen grande a Cataluña; mientras que en Valencia nos dedicamos a combatir y a discutir al que descuella o sobresale, hasta si es preciso (por envidias, suspicacias o discrepancias) a hacerle abandonar esta tierra. Recordemos que tradicionalmente los grandes valencianos se han tenido que ir a Madrid o a Barcelona. Porque la convivencia en un País que no soporta las personalidades que surgen es una convivencia difícil.\\

En Cataluña, además, en lo político, las derechas aceptan a las izquierdas y éstas a aquéllos y, pese a ser adversarios que se combaten en lo político, sus líderes respectivos se aceptan y respetan, pese a sus discrepancias, porque saben que ningún pueblo es ni será grande si no se aceptan y respetan los discrepantes, y si para ello no se apoyan en sus figuras más relevantes. Mientras que en Valencia, la discrepancia de las derechas a la izquierda y la de ésta hacia aquélla se convierte en amenaza, en insulto y en denigración, cuando no en calumnia y en satírica denigración.\\

Y eso no puede continuar. Hemos de construir un País tolerante y civilizado que deje de estar constituído en una especie de sociedad tribal, en la que los unos sean una amenaza, un temor o una envidia para los otros.\\

III

Quizá esa admiración hacia Cataluña, ciertos acontecimientos históricos y ese rechazo valenciano de los unos hacia los otros, explique suficientemente -junto a otros factores- algunas de las tesis "catalanistas" y, especialmente, que grandes sectores de la juventud universitaria se haya sentido atraída hacia el "modelo" catalán, por sernos el más próximo.\\

Tampoco es ajeno a la aproximación hacia ese modelo, la contemplación histórica y no tan histórica de lo que ha sido la actitud de los sectores más importantes de la burguesía valenciana. Porque es bien sabido que ésta abandonó masivamente -con algunas notables excepciones- la "valencianía" cultural e idiomática para asumir con armas y bagajes una "castellanización" que el pueblo que quiere reencontrar su identidad -y ésta es la actitud de amplios sectores juveniles- le reprocha. Cuando Carlos III quiso devolvernos "Els Furs" y con ellos nuestro Derecho propio y una parcela de nuestra autonomía, la burguesía valenciana, clase social y económicamente dirigente, dijo que no hacía falta. Y los ejemplos históricos pueden multiplicarse hasta nuestros días. Baste recordar su abandono de la lengua y la postergación de nuestra cultura valencianas para comprender quizá parte de lo ocurrido. Lo cual no significa que no debiera penetrar el castellano y la cultura en castellano, que buenas, propias y nuestras son ya, sino no abandonar lo que nos era y nos es aún propio.\\

IV

El valenciano sensato y sereno que quiere progreso social y político está ya harto de tanta exagerada polémica divisoria entre Reyno-Región o País; entre si azul o sin azul; entre si es catalán o valenciano; y entre si el himno o la cultura.\\

Lo que necesitamos es claridad y clarificación, pero sobre todo que nadie se sienta excluído y que los de aquí (castellano o valenciano parlantes) se sientan incluídos en el proceso de engrandecimiento de nuestro Pueblo. Y si alguien quiere continuar afirmando y discutiendo que si somos o no "catalanes", pues muy bien, adelante; y mientras tanto ¡la casa sin barrer! Que grupos o partidos de izquierda se dediquen a emplear en ello la casi totalidad de sus energías, mientras crece el paro lo reprocharán las masas trabajadoras, que quizá ni siquiera les escucharán ni les seguirán. Y que las derechas se dediquen a comabatirles como "agentes" del imperialismo catalán, es también una excelente manera de perder el tiempo.\\

V

Lo que es excesivo es que una derecha "instalada" ataque de "catalanista" a la izquierda y que ésta tache a toda la derecha de "bunker-barraqueta". Eso, además de falso, es miopía. Porque en Valencia hay hombres de la derecha entre los "catalanistas" y hombres de la izquierda de toda la vida entre los que lloran con emoción ante el himno regional (¡que también estuvo prohibido!) o se emocionan ante la "senyera" con franja azul. Al igual que es falso, radicalmente falso, afirmar que todos los que pretendemos la denominación "País Valencià" a "Región" o "Reyno" es porque queremos implantar la tesis de los "Países Catalanes".\\

¡No construyamos, ni divulguemos más fantasmas peligrosos! Dediquémonos todos, las derechas, las izquierdas y el centro a trabajar por este País, pues buena falta le hace, respetándonos los unos a los otros".
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

Este artículo es el que marca el inicio del giro de Broseta hacia posturas anticatalanistas. Destaca en este artículo el tono exaltado y lejos del tono conciliador que por lo general mostraba siempre, como hemos dicho antes. Asimismo, podemos decir que este artículo es un "clásico", que abre muchos de los tópicos blaveros, como el supuesto "expolio catalán", que pretende incluso la paella y la cerámica valenciana [el difunto líder de UV, Vicente González Lizondo, solía decir en los mítines que "los catalanes nos quieren robar la sartén y la cerámica"]. Curiosamente, incluso en este artículo utiliza todavía el término "País Valenciano". Por otro lado, en este artículo salen a relucir hacia el final las evidentes conexiones que hasta entonces había tenido Broseta con el catalanismo (que él mismo admite), y su voluntad de ruptura con sus antiguos compañeros de viaje. Y en definitiva, de este artículo se desprende una constante de la vida de Broseta, ya apuntada al hablar de su matrimonio con Sol Bacharach: la voluntad de no hacer nada que pueda molestar a la castellanizada burguesía valenciana (en este caso, ser demasiado nacionalista para su gusto).

>>quote<< I

"En los últimos días se han producido dos hechos pletóricos de significado. El primero parece anecdótico -casi folklórico- y el segundo es eminentemente político. Ambos se complementan y ambos unidos son perfectamente coherentes, aunque no los podamos admitir. Conviene meditar sobre ellos, desde una perspectiva política.\\

El hecho, que alguien ha calificado de anecdótico, se produjo en Berlín: en la Semana Cultural Catalana y dentro de la gastronomía catalana, se exhibió la paella. Hace tres días, en el congreso, el diputado catalán Jordi Pujol, expuso y según él con carácter "pedagógico" -explicó-; según las referencias de la prensa -pues aún no he conseguido el "Diario de Sesiones del Congreso"- qué es el "pancatalanismo"; qué es eso de "Els països catalans" y afirmó la "vinculación" del País Valenciano a Cataluña. Jordi Pujol, para defender la federación entre territorios autónomos, parece ser que afirmó que pertenecemos al bloque catalán y-añadió- que esta idea tiene amplio apoyo aquí. Según otros periódicos, parece que el diputado catalán afirmó la "primacía de lo catalán sobre lo valenciano, en punto a voces de capitanía cultural e histórica".\\

Algunos diputados valencianos se indignaron y replicaron al líder de la burguesía catalana y de la banca catalana. La propuesta constitucional fue rechazada.\\

¿Qué significan estos hechos políticamente? Parece conveniente, elevarnos desde la anécdota a la categoría. Así entenderemos las cosas.\\

II

La exhibición de la paella entre la gastronomía culinaria catalana es un desatino, que es innecesario demostrar. Pero ¿entonces qué significa esa apropiación indebida o sea expoliación gastronómica? Pues sencillamente un paso más -y lamento decirlo- de la "escalada" catalana de algunos grupos y personas que pretenden afirmar que somos una comunidad (la valenciana) que simplemente forma parte de una nacionalidad común y superior que es la nacionalidad catalana.\\

Lo afirman como resultado de un simple silogismo que algunos postulan: el pueblo valenciano forma parte de la nacionalidad catalana; la cultura valenciana forma parte de la cultura catalana; luego, si la gastronomía es parte de la cultura, la paella es catalana. Y el mismo argumento aplican a la lengua; si el valenciano es una variante del catalán, forma parte de la cultura catalana y, en consecuencia, es catalán. Y le cambian el nombre, y por ende, ya no hay que decir que hablamos valenciano, sino catalán. El "parlem valencià" debe ser sustituído por el "parlem català", cambiando el nombre de la lengua, pese a que siempre la hemos llamado valenciano. Aussiàs March, ya no sólo escribía en catalán, sino que es catalán. Y la cultura valenciana es catalana. Y el gótico valenciano es catalán; y la cerámica, aunque sea de la zona castellano parlante, y el mueble y la arquitectura también. Y ahora, la paella. Por este camino hemos de decirles que muchos pensamos que cualesquiera que sean las razones históricas que se invoquen, la "senyera" valenciana no podrá ser la cuatribarrada, porque -entre otras razones- la "senyera" de dos territorios autónomos no puede ser idïéntica, a menos que se nos quiera meter en una misma nacionalidad: la nacionalidad catalana. Y eso no lo quiere la casi totalidad del País Valenciano.\\

III

En definitiva, se nos quiere decir que somos la misma comunidad histórica y cultural; y quieren que incluso formemos parte de la misma comunidad política. Seremos así una región de "els països catalans". Y dice el señor Jordi Pujol, que todo eso tiene amplio apoyo en el País Valenciano.\\

Pues no señor. Hay que decirle al señor Jordi Pujol -respetable político catalán, por muchas razones- que se equivoca. Que aquí los ciudadanos se sienten valencianos y no catalanes. Que afirman -diga lo que diga la lingüística- que hablan valenciano, y que gracias al pueblo que así habla y siente se ha salvado la lengua valenciana. Y que nuestra cultura no es la cultura catalana, no sólo porque la cultura es algo considerablemente más amplio y profundo que la lengua, sino, además porque la cultura valenciana es ya indisolublemente dual: valenciana y castellana. Aunque le pese. Porque los procesos históricos son como son, y no como el señor Pujol hubiera querido que fuesen.\\

Pero es que, además, para que una comunidad de ciudadanos de un territorio, pueda afirmarse que posee una nacionalidad o una cultura determinada, en el caso debatido la catalana, es indispensable que esos ciudadanos se sientan catalanes. Y los valencianos no se sienten catalanes sino valencianos. Todo lo demás, son teorías historicistas, voluntarismos maximalistas o deseos de ensanchar las áreas de influencia para practicar la propia política, para practicar o extender la propia economía o para aglutinar más territorio y más habitantes, para -bajo la capitanía de Cataluña- fortalecer su propia política frente al Gobierno central. Porque de eso se trata, como a algunos, desde hace bastantes años, se nos ha explicado con el deseo de catequizarnos.\\

IV

Todo se comprende si se analiza desde una perspectiva política y económica. Y dejemos ahora de lado los tradicionales y reiterados intereses económicos contrapuestos de Cataluña y del País Valenciano, de los que han sufrido bastante labradores y exportadores valencianos, cuando tenían que sufrir los efectos de la política "proteccionista" postulada desde Barcelona.\\

Todo se comprende -como acaba de verse claro en el Congreso de los Diputados- al llegar al momento de postular y defender la tesis del "pancatalanismo". Algunos lo sabemos desde años (como lo saben muchos otros a quienes también se les explicó la "teoría") y por eso no lo aceptamos. Entre otras muchas razones, porque a un pueblo que está esforzándose en retrobar su propia identidad de pueblo diferenciado -de verdadero pueblo valenciano- lo único que no se le puede decir es que comparte la nacionalidad catalana; o que su "senyera" será idéntica a la catalana. Porque no lo siente, ni es así. Y si se le insiste y se le vuelve a insistir, al final se irrita y reacciona. Y se enzarza en disputas y en querellas y defiende su identidad. Partiendo de este sentimiento, todos los excesos son posibles, aunque sean reprobables y condenables.\\

V

Todo esto tiene un nombre y siento profundamente pronunciarlo: es una verdadera expoliación cultural y nacional. Y buena prueba de ello es que la mayoría de los catalanes ni lo sienten ni lo quieren. Así lo comprendió la Asamblea de Cataluña, cuando en mayo de 1974 se lo explicamos unos cuantos valencianos. Su sorpresa fue, precisamente, que antes otros valencianos les habían intentado convencer de lo contrario. Tampoco lo cree Tarradellas y con él otros muchos catalanes, tan respetables como los que creen lo contrario. Ni lo cree el "Plenari" de Parlamentarios valencianos.\\

VI

En el fondo de tanta campaña para que cambiemos a la lengua el nombre de valenciano por catalán, que aceptemos que la cultura valenciana no es tal, sino catalana; que afirman que es indiscutible que la "senyera" fue y debe continuar siendo la "cuatribarrada"; y que nuestra cerámica, nuestro arte y nuestra arquitectura es catalana, late el deseo de algunos de crear pilares básicos desde los que al final, acabemos aceptando que somos "països catalans" y que, en definitiva compartimos la nacionalidad catalana.\\

Y lo digo -pese a que muchos les irrita- con profundo respeto por quienes así piensan. Pero yo no lo pienso, y pese a todo, he sentido la necesidad de decirlo. Entre otras cosas, porque desde hace años lo estoy discutiendo con ellos. Y lo digo, pese a quienes después escriban, que nadie me ha dado vela en este entierro, o que practico el "toreo de salón". Como si para torear miuras -en política- fuera indispensable tener un acta de diputado, después de mendigarla en los pasillos de Madrid; un pase de Iberia e ir al Congreso a estar casi siempre callado y después protestar airadamente por los riesgos que otros, diputados o no, con su opinión tienen que soportar".
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Es necesario que notemos la astucia (o deshonestidad) practicada por Broseta. Puesto que se hace el despistado, y dice no saber exactamente lo que había dicho Jordi Pujol [el 19 de julio, para ser exacto] en el Congreso de los Diputados, cuando por el contexto y posterior exposición da a entender que lo sabía perfectamente. Mira por dónde, nosotros hemos tenido acceso a esas palabras, ya la posterior réplica de algunos diputados valencianos (en este caso incluso del PSOE, y es que los socialistas valencianos, por miedo absurdo, siempre han acabado condescendiendo con el anticatalanismo de la derecha, como lo muestra claramente la aceptación de toda su simbología que hicieran en el Estatuto de Autonomía valenciano).

Jordi Pujol había dicho simplemente que "la identidad histórico-cultural de Cataluña, el País Valenciano y las Islas es la que forman los Países Catalanes". Pin Arboledas, diputado de UCD y futuro ponente del Estatuto valenciano, amenazó con serias reservas si se proponía un pacto político en el País Valenciano desde Cataluña. Jarabo Payá de AP, se esforzó por demostrar que el valenciano no es catalán. Sotillo, diputado del PSOE por Castelló, respondió que "si se permitieran las federaciones [de Comunidades Autónomas] se podría dar el caso de la colonización de una región sobre otra más débil" [Extraído de D.A. Catalunya. Libro del año 1978. Barcelona. Ediciones 62. 1979. P. 122].

!!3 - Problemas valencianos (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

Este artículo, escrito dos meses después del anterior, demuestra un rasgo esencial del talante de Broseta. Y éste no es otro que los pasos adelante y atrás en una misma dirección. Esto confundía mucho a sus adversarios políticos, y quizás era una táctica premeditada. En este caso, podemos afirmar que en este artículo, sin manifestarse abiertamente catalanista, sí se considera filocatalanista. Y en cualquier caso, el tono es mucho menos agresivo (algo por lo demás muy sorprendente en Broseta), que en el anterior artículo. Por cierto, sigue usando el término "País Valenciano".

>>quote<< I

"En este País Valenciano nuestro aún hay muchas cosas que clarificar. Para contestar a las calumnias y mentiras que se han dirigido contra mí, era indispensable decir todo un conjunto -largo y grave- de cosas que contadas ahora, quizás hubieran complicado más la "efervescencia" de los cenáculos políticos de ese gran "café" de barrio o e "patio de vecindad" al que algunos parecen querer reducir la política valenciana. Quizá porque ni pueden ni saben practicar otra "política". Hubo quien, desde las páginas de un periódico de Barcelona, llegó a insinuar que si no me he atrevido a rebatir sus mentiras y calumnias, es porque eran ciertas. ¡No se equivoque usted, "señor articulista", que de todo se hablará en su día cuando se apague el incendio!\\

Pero lo único que no podemos hacer ahora es continuar sembrando vientos que aticen el fuego -como constantemente están haciendo algunos de los que no merece la pena ni hablar y mucho menos contestarles-, porque como pueblo, precisamente ahora, nos estamos jugando demasiado los valencianos.\\

II

Una de las mayores falacias que se manejan por esos "cenáculo" es que algunos -¡y por supuesto ya se me incluye entre ellos!- estamos haciendo "anticatalanismo" y que sólo practicamos una política "anti", incapaces de construir un proyecto para el País Valenciano. Quienes son capaces de hacer ese proyecto, es algo que pronto se verá.\\

Yo sólo hablo y escribo en nombre propio y sólo de los que yo pienso. A nadie agrupo, por nadie hablo, ni a nadie intento arrastrar, pese a que han llegado a afirmar lo contrario. Estoy solo, absolutamente solo, y sólo digo lo que pienso. En el proceso de su insensato análisis político han llegado a afirmar -después de privarme de mi condición de "demócrata", como si tuvieran algún título para hacerlo- que estoy intentando crear un partido político, con determinadas fuerzas políticas que incluso mencionan. Para general tranquilidad de la "concurrencia" temerosa, diré que nada más lejos de mis intenciones que intentar crear ese "fantasmal" partido político. El que lo está intentando es otra persona. Así es que, ¡tranquilos!, y que ¡Santa Lucía les conserve la vista!\\

III

¡Y digámoslo de una vez! Por Cataluña somos muchos los que sentimos una profunda admiración. Yo el primero y lo he escrito varias veces. Ya quisiéramos aquí tener la burguesía catalana, los intelectuales y los políticos que tienen los catalanes. Entre otras cosas, porque desde su "conciencia" de ser catalanes han construído un gran pueblo, unido y fuerte.\\

¡Y digámoslo también, claro! Por razones históricas, culturales y políticas hemos tenido y debemos tener en el futuro buenas y estrechas relaciones con Cataluña. Yo mismo firmé -consciente de lo que hacía- en la época de la "predemocracia clandestina" un documento político, en el que se hablaba de "l'establiment de lligams especials amb Catalunya", pues, si no recuerdo mal, ésta era la expresión utilizada. Las discrepancias nacen de la forma en lo que cada uno entiende esas relaciones con Cataluña.\\

Pero una cosa es eso y otra muy distinta quién lo hace, cómo se hace, cuándo se hace y sobre todo qué es lo que se sacrifica en el proyecto. Hasta que estemos en situación de hacerlo, habremos de mantener las distancias. El País Valenciano tiene su propia idiosincrasia, su propia fuerza, su propia personalidad y su propio peso económico. Cuando todo esté aquí claro y robustecido, con una burguesía alineada y consciente de un proyecto estrictamente valenciano; con unos partidos políticos sin las "fomentadas" divisiones por este tema; con un pueblo en pie -y yo soy de quienes piensan que aún no lo tenemos-, será llegado el momento de establecer las relaciones que sean pertinentes si el pueblo lo decide pero sin que antes cuatro políticos suplanten la voluntad popular.\\

Y hablaremos a Cataluña de tú a tú. Y negociaremos lo que haya que negociar. Y en ese momento podrán discutirse nuestros conflictos recíprocos -económicos o no-, para sacar para Valencia lo que debemos sacar. Una de las mayores y mejores virtudes del político es saber escoger el momento del "encuentro" y el lugar. Antes de ese momento -el júbilo de unos, o el desconcierto de otros- puede conducir al "entreguismo" o, al menos, parecerlo. Y tanto una como otra cosa son políticamente negativas.\\

Mientras tanto, cada uno en su casa, barriéndola o construyéndola. Las precipitaciones en política -menos para quienes desde años las desean- son siempre contraproducentes. Estamos empezando el camino y el proyecto político para Valencia. Tiempo habrá. Y quizá no sea necesario esperar mucho. Construyamos nuestro País Valenciano, para después, conscientes de lo nuestro, poder negociar con Cataluña, lo que la Constitución y el pueblo valenciano quiera. Al menos, claro está, que lo nuestro y lo de ellos todo es lo mismo. Pero quienes no lo creemos así (porque primero queremos una Valencia "gran i forta") tenemos el deber de esperar.\\

IV

Con todos los respetos hacia Cataluña y hacia su presidente Tarradellas, hay que decir varias cosas. Que necesitamos elaborar y construir entre otras cosas, nuestra política económica y financiera, para, conocedores de nuestro enorme potencial económico si está unido, y de los conflictos económicos con Cataluña, después negociar y resolver. Pero de tú a tú. Y con nuestra propia unidad económica.\\

Porque mientras tanto hay demasiados problemas, en los que si entramos sin la debida fortaleza política y económica, el País Valenciano puede perder. Pensamos lo que significa -entre otras muchas cosas- el acabar de decidir -y son unos pocos ejemplos y no los más importantes- si el puerto comercial de Madrid radica en Alicante y en Valencia o en Barcelona. O si el puerto de Aragón es Valencia o Barcelona. O si conseguimos o no la autopista de Valencia a Madrid, antes que la de Barcelona a Madrid. O si se acaba o no la línea de ferrocarril a Francia por Canfranc.\\

Son demasiadas las cosas que nos jugamos de presente y de futuro, en nuestros potenciales conflictos económicos con Cataluña para no andar con cautela.\\

V

Porque mientras tanto, hay quien se escandaliza porque el presidente Albiñana no hubiera acudido a Baleares para "jugar" al "personalismo" político de Tarradellas. Yo que me enteré cuando la decisión de no ir de nuestro presidente Albiñana estaba tomada -pese a que un malévolo periodista valenciano afirmara lo contrario y me achacara parte de la decisión de no ir- lo entendí como una prudente y sabia decisión política. Además de que ese día le esperaban los valencianos de un pueblo de Alicante. Ya habrá tiempo para los "encuentros". Mientras tanto, que el señor Tarradellas espere. Que es de políticos prudentes escoger el lugar y el momento.\\

Sobre todo cuando -además- ni los periodistas se escandalizan de que una autoridad municipal como la de Alicante rinda honores a Tarradellas en el mismo lugar en que semanas antes desairaba al presidente del Consell del País Valenciano, Albiñana.\\

VI

P.S. - Para tranquilizar a un ilustre contradictor mío de las páginas de "Levante", le diré dos cosas: cuando tomé posesión de mi cátedra de la Universidad de Valencia no juré los Principios del Movimiento; y, además, por no jurarlos retrasé durante más de seis meses mi incorporación al Colegio de Abogados. No los he jurado jamás. Y como él mismo suele decir, "Mare de Déu quina falta d'informació". Antes de hablar de hechos personales de los demás conviene enterarse mejor".
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!!4 - València forta i gran (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

En este artículo, Broseta parece ya cómodamente instalado en el regionalismo españolista de la castellanizada burguesía valenciana (aunque esboza una ligera crítica a esta castellanización). Y la prueba es que ya no usa el término "País Valenciano", sino sólo el de "Región". Sin embargo, es interesante la parte final de este artículo. Broseta, como hombre inteligente que era y muy observador de la realidad, es consciente del monstruo que ha contribuido a crear (la violencia blavera), y esto hace que haga una crítica bien directa (algo raro en él, que prefería las ambigüedades, como ya hemos visto).

>>quote<< I

"Cualquier momento en la vida de una comunidad es bueno para que los hombres y las mujeres que la integran analicen sus problemas y sean conscientes de sus decisiones. Los valencianos tenemos especiales problemas internos, pese a que nuestra Región es quizá la que con menor gravedad está soportando la problemática económica y social que el Gobierno, los partidos democráticos y las centrales sindicales están intentando resolver.\\

Pero pese a ello, parece evidente que los valencianos, empeñados en reencontrar nuestra propia identidad de pueblo diferenciado, estamos enzarzados en disputas y querellas internas, que nos dividen y nos debilitan. Andamos divididos y confundidos.\\

Mas los valencianos debemos empeñarnos, una vez más, en iniciar y fortalecer un profundo movimiento popular, que desde el corazón y pasando por la razón, nos conduzca como resultado a construir la Valencia "forta i gran", que históricamente fue y que puede y debe volver a ser, porque poseemos todos los medios para conseguirla, si trabajamos unidos y serenos.\\

Mas ¿qué debemos hacer para conseguirlo?\\

II

Debemos partir de una afirmación previa: somos una comunidad que posee una personalidad propia y definida, que siendo ya irremediablemente dual -lo que nos da mayor fortaleza- está integrada en la superior comunidad española. Por ello, sin debilitar nuestra condición de españoles, debemos fortalecer nuestra personalidad de valencianos que, necesario es decirlo, hemos olvidado en demasía durante muchísimos años. Todo ello se sintetiza en la afirmación "som valencians" que nos surge del sentimiento y debe pasar por la razón.\\

Mas ¿cómo fortalecer nuestra personalidad valenciana? Varios son los caminos que ante nosotros tenemos abiertos.\\

El primero ha de ser fortalecer nuestra propia lengua, la lengua valenciana, que pese al secular olvido desde el centralismo y desde un cierto sector de la burguesía valenciana, sobrevive potente y fuerte en grandes sectores del pueblo valenciano. Hemos de enaltecer y agradecer a los hombres y mujeres valencianos que la han mantenido viva y, especialmente, a los de los pueblos y comarcas que han salvado la lengua valenciana de la postergación y del olvido. Y hemos de potenciarla sin menoscabo del castellano, que es ya tan nuestro que nos sirve de unión con el resto de los españoles.\\

III

El segundo camino para alcanzar una "València forta i gran", es ser conscientes de que poseemos una cultura propia, la cultura valenciana, que se expresa ya tanto en valenciano como en castellano. Porque ¿quién puede dudar ya que nuestro Blasco Ibáñez o nuestro Miró o nuestro Miguel Hernández, cuando escriben en castellano, están haciendo también cultura valenciana de repercusión universal, porque son grandes valencianos que traducen nuestra idiosincrasia por un medio de expresión que como el castellano es ya también nuestro? Basta leer "La barraca" o los "Cuentos valencianos" de Blasco Ibáñez, para comprobarlo. ¿De qué sirve atacar -como se hizo y hace desde algún sector- esta realidad indiscutible? Sólo por debilitar nuestra cultura valenciana, que es irremediablemente dual, castellana y valenciana, y para debilitarnos como pueblo con personalidad propia.\\

Pero es que tenemos también una historia propia que cabe resaltar y enseñar. Como tenemos una geografía y una gastronomía, y un folklore y unas fiestas y unas costumbres que reivindicar, para que los valencianos -dentro de España- seamos cada vez más conscientes de nuestra personalidad, más solidarios y más fuertes. Para incrementar nuestra vinculación a lo nuestro y nuestro amor a esa Valencia que todos queremos "forta i gran".\\

Sin complejos y sin ataques a otros españoles, miembros de otras comunidades próximas o lejanas.\\

IV

Precisamente por ello hemos de decir a todos, que no son admisibles ni los ataques personales, ni las calumnias y difamaciones, ni las bombas dirigidas a los discrepantes. Todos somos y hemos de ser valencianos por encima de nuestras discrepancias. Y precisamente en este sentido quiero singularizar dos cosas.\\

Es la primera, el contenido de dos pintadas que leí ayer en una valla de una calle valenciana, en las que se ataca y se insulta a los catalanes. Y eso no puede ser. Una cosa es que discrepemos de algunos catalanes que, muy minoritariamente, defienden la concepción de los llamados "Países Catalanes", y otra muy distinta e inaceptable que unos valencianos insulten a los catalanes. Porque Cataluña es un pueblo grande y que estuvo, hace siglos, muy próximo a nosotros en determinados momentos históricos y, además, porque sin abdicar de nuestra condición de valenciano con Cataluña, como con cualquier otro pueblo de España, hemos de convivir. Tenemos en Valencia muchos catalanes trabajando con nosotros, cuya solidaridad y cuyo afecto los valencianos hemos conquistado y debemos mantener. Lo otro, o sea, el insulto, es una ofensa no ya a Cataluña sino a nuestra dignidad de valencianos.\\

La segunda cosa que quiero decir es que nosotros los valencianos, cualquiera que sea nuestra concepción de lo que es Valencia, ni podemos ni debemos menospreciar lo nuestro. No parece lícito que, por defender una ideología propia, haya quien menosprecie la "barraca", o nuestro "Himno Regional", o las fallas, calificadas peyorativamente por algunos de "folklóricas", o tache a la "senyera" con franja azul de fascista.\\

Todo eso es nuestro, exige nuestro respeto y sólo respetándolo y fomentando esas y otras muchas cosas nuestras, podremos construir la "València forta i gran" que queremos".
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

Hemos seleccionado este último artículo para comprobar la orientación de Broseta en sus últimos tiempos. Así, en este artículo, por encima de las consideraciones económicas que hace, pues no en vano, como profesor de Derecho Mercantil es éste un tema que siempre trató, queremos llamar la atención sobre la urgencia y necesidad que muestra por una conexión entre València y Madrid. El Broseta de los últimos años parece haber asumido todos los valores de la castellanizada burguesía valenciana, con la que había emparentado por su matrimonio con Sol Bacharach. Y de entre ellos, de forma esencial figura el de este vínculo con Madrid (que implica como contrapartida, la animadversión con Cataluña, con lo que de paso contenta la burguesía valenciana a los madrileños). Incluso, tanto para Broseta como para la burguesía valenciana, parece ser más importante el vínculo económico con Madrid que con el resto de Europa (vínculo este garantizado por la autopista AP-7, que pasa, por supuesto, por el Principado), idea sorprendente en cualquiera de los casos, y cuyo juicio dejamos al lector.

>>quote<< "El reto social está planteado y se sintetiza en la siguiente pregunta: ¿Pueden las autovías que proyecta el MOPU para unir Valencia y Madrid satisfacer las necesidades del presente y del futuro de Valencia cuando estén terminadas?

Una respuesta exige dilucidar varias cuestiones.\\

I

El proyecto oficial diseñado desde el Ministerio madrileño consta de dos partes: convertir en autovía la carretera actual más larga de Madrid a Valencia por Albacete, que supone un trayecto de 100 kilómetros más que la actual N-III por Motilla del Palancar, y convertir en autovía alrededor de los 2/3 de la actual carretera nacional, pero no en su totalidad.\\

La oferta y la decisión del MOPU parecen inadecuadas e insuficientes. Tanto según las necesidades actuales de Valencia, como para las futuras, si Valencia quiere, como puede, convertirse en el primer puerto español del Mediterráneo. Es inadecuada, porque es inaceptable que nos ofrezcan una autovía que alargará en 100 kilómetros la distancia con Madrid. Es inadecuada la segunda oferta, porque es incompleta al mantener 1/3 de su trazado en su lamentable situación actual.\\

Demasiado larga una autovía lo que la hará siempre rechazable e impracticable para unirnos a Madrid. Incompleta e insuficiente la otra autovía.\\

II

Frente a esta oferta viaria, el presidente de la CEV ha pedido unir Madrid a Valencia no por las autovías proyectadas, sino por una autopista, libre o en su defecto de peaje, como única solución al tráfico actual de pasajeros y de mercancías y a la expansión del futuro económico y social de Castellón y de Valencia. Para convertir a nuestra Comunidad en el factor dinámico que debe ser, en un mundo moderno en el que las comunicaciones por autopista y no por autovía son factor esencial y determinante de su desarrollo económico y social.\\

Esta iniciativa empresarial demuestra la vitalidad de un sector de la sociedad civil valenciana, quizá nuestro único sector dinámico, de esta sociedad civil que los sociólogos modernos afirman ser más importante que la estatal, que la administrativa o pública o que la política.\\

III

Las autovías propuestas parecen insuficientes para las necesidades del tráfico presentes y mucho más para el futuro. Y son, en todo caso, insuficientes si se desea fomentar la presencia económica de nuestra Comunidad en el resto de España.\\

Ya serían insuficientes ahora, en el supuesto de que estuvieran terminadas, porque el actual tráfico de mercancías y de pasajeros no abandonaría la ruta más directa de la N-III para utilizar la más larga por Albacete que supone hacer 100 kilómetros más de carretera. Ni el coste económico, ni el tiempo empleado, ni las directivas de la CEE sobre tiempo máximo de conducción al volante harán utilizable esta solución larga, que al parecer de los expertos nace fallida para unir Madrid a Valencia. ¡Parecemos dispuestos a repetir el error histórico del ferrocarril a Madrid por Albacete, que es la causa de nuestras terribles comunicaciones ferroviarias con Madrid!\\

IV

Pero por donde más se nota la insuficiencia de las autovías es si se las contempla desde la perspectiva de lo que necesita nuestra Comunidad para asumir en el futuro la importancia social y económica que nos debe corresponder.\\

Desde esta perspectiva, Valencia es la primera región exportadora que necesita comunicaciones con todas las capitales de España, y Madrid es la más importante de todas. Valencia y Castellón -pues Alicante tiene su propia conexión directa- deben convertirse en los puertos de Madrid, de Castilla entera y desde ella en los puertos del tráfico mediterráneo hacia el Cantábrico. Con la autopista que se pide, Castellón y Valencia se convertirían incluso en paso del tráfico de mercancías de Madrid a Cataluña y de Cataluña a Madrid, porque éste preferiría hacerlo todo por autopista, como ocurre en toda Europa. Y por aquí pasaría todo el tráfico a Madrid y a la mayor parte de Castilla, proveniente del Mediterráneo y de toda la Europa del Sur.\\

V

En suma, que el futuro económico y social depende en parte de las comunicaciones, y para las de carretera la autopista es insustituíble como lo demuestra la Europa occidental.\\

La autopista con Madrid es esencial para nuestro futuro. Para comprenderlo así pensemos lo que sería hoy de Alicante, de Castellón y de Valencia sin la autopista que las une. El mayor caos reinaría en nuestra Comunidad sin esta autopista. Imaginemos lo que sería el tráfico Madrid-Valencia con autopista, y su incidencia en el futuro de nuestra Comunidad.\\

El presidente de la CEV, Pedro Agramunt, brindaba ayer la tarea al Presidente de la Generalidad. Tarea de los políticos es estudiar los proyectos para hacer posible lo que imposible parece y para convertir en realidad lo que parace utopía".
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(:if userlang es:)
(:title Manuel Broseta:)
!Manuel Broseta Pont

%rframe% [[https://www.antiblavers.org/galeria/displayimage.php?pos=-434|https://www.antiblavers.org/galeria/albums/personatges/thumb_broseta.jpeg"Manuel Broseta"]] | [--Manuel Broseta--]
>>continguts<<
'''Tabla de contenidos'''
* [[#bio|Manuel Broseta Pont]]
* Artículos en "Las Provincias":
** [[#catalanismo_y_anticatalanismo|Catalanismo y anticatalanismo]]
** [[#la_paella_dels_paisos_catalans|La paella de "Els Països Catalans"]]
** [[#problemas_valencianos|Problemas valencianos]]
** [[#valencia_forta_i_gran|València forta i gran]]
** [[#una_autopista_para_valencia|Una auto(vía)pista para Valencia]]
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[[<<]]

[[#bio]]Si en esta historia, alguien merece el calificativo de desertor en mayúsculas, éste es Manuel Broseta Pont (Banyeres de Mariola [Alcoià] 1932 - València 1992). Catedrático de Derecho Mercantil, con estudios en la ''London School of Economics'' y un brillante currículum académico (todo debe decirse), fue el principal impulsor de la "Mesa de Fuerzas Políticas del País Valenciano" en la transición. [[https://web.archive.org/web/20030507105041/http://www.infonegocio.com/fundaciobroseta/Castellano/biografia.htm|Aquí podemos leer un completo perfil biográfico suyo (donde se habla sin embargo, superficialmente de su actividad política y anticatalanista)]].

Hombre de centro-derecha y con un discurso durante los años 70 netamente catalanista (participó entusiáticamente en el I Congreso de Cultura Catalana en 1977 en Barcelona), era la gran esperanza de muchos en cuanto a que fuera el impulsor de un centro-derecha valenciano y valencianista, al estilo de CIU en Cataluña. Así, fue uno de los principales asesores del Presidente preautonómico Albinyana.

Pero hacia finales de los 70, se produjo su progresiva blaverización, hasta el punto de que fue uno de los principales inductores de la actual redacción del Estatuto de Autonomía valenciano (donde se recoge toda la simbología blavera, por ejemplo. Y en especial, la definición del valenciano como "idioma propio"). Y, también contribuyó a la praxis política del blaverismo, a través de su participación política en UCD; y en su elaboración doctrinal en la prensa (en "Las Provincias" para ser exacto). Su servicio a la causa española culminó cuando fue uno de los principales redactores (en tanto que Secretario de Estado para las Autonomías) de la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico) en 1982. Esta ley, una de las consecuencias más claras del intento de golpe de Estado de 1981, les recortaba muchas competencias a las autonomías. Al derrumbarse la UCD, precisamente en 1982, permaneció apartado de la política activa (con ocasionales incursiones en "Las Provincias"). Dicen que poco antes de su muerte en enero de 1992 (debido a un disparo en la nuca por parte de un activista de ETA) estaba planeando su vuelta a la política, esta vez de la mano del PP.

Varias causas se han peleado sobre este increíble cambio. Unos dicen que quería meterse en política como fuera. Y como entonces en el País Valenciano la opción que más se adecuaba a sus tendencias era la UCD, Broseta hizo el juego que marcó Abril Martorell, quien fue en cualquier caso el principal instigador, como ya hemos apuntado. Otros dicen que, siendo como era básicamente de centro-derecha, se asustó de la orientación predominantemente izquierdista que tomaba cada vez más el nacionalismo valenciano en la transición.

La verdadera causa parece ser más terrenal. Y es que ese hombre estaba casado con una mujer francesa de apellido Dupré. Y siendo maestro en la Facultad de Derecho de la Universidad de València, tuvo una aventura extramatrimonial con una alumna suya, Sol Bacharach (ex-fallera mayor de València en 1972 y durante un tiempo profesora en el Departamento de Derecho Mercantil de su exmarido en la Universidad de València). Y esta aventura llegó al punto que dejó su primera mujer y al final se casó con ésta (con la que tuvo otros hijos). Esta segunda mujer provenía de la clase alta valenciana más rancia (con apellido de origen alemán), totalmente castellanizada y totalmente proespañola. Y parece ser que fue la influencia de esta mujer, de su familia, y de su nueva clase social de adopción la que provocó su abandono de su originario catalanismo y su decantamiento hacia el más abrumado españolismo y anticatalanismo.

Todo, en definitiva, muy terrenal. Pero también muy miserable y lamentable.

Disponemos, en fin, de unos documentos únicos que demuestran su cambio de orientación. Y es que cuando murió en 1992, el diario "Las Provincias" publicó en homenaje a él una selección de sus artículos. Entre ellos hemos seleccionado cinco:

!!1 - Catalanismo y anticatalanismo (LAS PROVINCIAS, 13-11-1977)

En este artículo, aunque clarifique que no es partidario de las tesis del catalanismo que identifican lengua y nación, Manuel Broseta demuestra una clara catalanofilia. Manifiesta asimismo una clara orientación de centro-derecha, como demuestra el hecho de que se lamente porque en el País Valenciano la burguesía no ha sido nunca (o ha sido poco) nacionalista, y no se haya preocupado por la lengua y cultura propias, a diferencia de la burguesía catalana. Notamos ya en este artículo una constante en la vida de este hombre: la voluntad de querer quedar bien con todos. En ese caso, por un lado con la intelectualidad catalanista, con la que se relacionaba en ambientes universitarios; y por otro, con la castellanizada e incipientemente anticatalanista burguesía de la ciudad de València, con la que por motivos profesionales [puesto que catedrático de Derecho Mercantil estuvo muy vinculado a empresas privadas a lo largo de su vida, y participó como asesor en el consejo de administración de muchas de ellas] también tenía mucho trato. Notamos de paso cómo entonces utilizaba con toda normalidad el término "País Valenciano", que después la derecha valenciana condenó rotundamente, sustituyéndolo por "Reino de Valencia", y al final por Comunidad Valenciana.

>>quote<< "Cuando hace dos domingos publiqué un artículo con este mismo título, tenía el firme propósito de no reincidir sobre él. Pero aquel intento de clarificar ideas y de pedir respeto a todos sobre ellas -pues buena falta nos está haciendo en Valencia- ha provocado un alud de cartas, que agradezco, y varios artículos y comentarios periodísticos que agradezco y valoro.

Las cartas y escritos recibidos, dispares y diversos, me piden que condene el "imperialismo catalán" y me reprochan el no haberlo hecho ya. En segundo lugar, me piden -incluso un grupo de amables lectores en escrito colectivo- que me defina en un sentido o en otro. En tercer lugar, me sugieren que entre en las cuestiones concretas de los "Países Catalanes".\\

Todo ello me obliga a volver sobre el tema. No para condenar ninguna idea, pues por profesión y por talante personal las respeto todas, pero sí para definir mi posición sobre el problema. Hace ya tiempo que tuve la tentación de definirme, pero no lo hice por estimar que a nadie podía interesar mi posición sobre el problema. Pero ahora creo que no puedo callar por más tiempo, pues considero un deber hablar, cuando habiendo salido al público, el propio público, algunos de mis lectores habituales, me lo exigen. Y tienen razón. Máxime si se piensa, como yo pienso, que es llegado el momento de las clarificaciones públicas sobre todo esto.\\

Pienso, incluso, que esa clarificación de posiciones debe ser asumida por los propios partidos políticos valencianos. No sólo porque lo que está en juego es la distinta manera de concebir la identidad y la personalidad valencianas, sino porque es llegado el momento de alejar las "dudas" y las "vacilaciones" que algunos están convirtiendo en confusión y en "fantasmas", cuando no en querellas que nos dividen y nos enfrentan.\\

I

En alguna ocasión se me ha calificado de "catalanista" en afirmaciones o en escritos anónimos. Pues bien, quisiera aclarar esa cuestión personal.\\

No participo de las tesis llamadas "catalanistas". Ni en lo cultural, ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo ideológico, ni creo, ni admito, ni comparto personalmente la tesis de que el País Valenciano forme parte de los "Países Catalanes", ni siquiera creo en ninguna de las tesis que postulan nuestra "catalanidad". Y para afirmarlo no me remito ahora a las palabras, sino a los hechos. ¡Veámoslo!\\

1 - Cuando en 1976 -como presidente de la Junta Democrática del País Valenciano- intervine en las largas discusiones para elaborar el documento constitutivo de la "Taula de Forces Polítiques i Sindicals", me opuse rotundamente a que en aquel documento político se denominara al valenciano "catalán". Y junto a mi opinión la de otros partidos y fuerzas democráticas lo impedimos.\\

2 - Cuando en mayo de 1975 acudí a una reunión política con los representantes de la "Assemblea de Catalunya", explicamos a sus representantes que la Junta Democrática del País Valenciano no participaba de la tesis de los "Países Catalanes", expusimos que tampoco era compartido por la immensa mayoría del pueblo valenciano e incluso que la estimábamos perturbadora para nuestro proceso político. Nos encontramos con la sorpresa de que esa tesis política "catalanista" tampoco era compartida por ninguno de los catalanes presentes, con la excepción de un solo partido político, y se acordó prohibir la utilización de la expresión "Países Catalanes" para la reunión de todas las fuerzas políticas democráticas de Cataluña, Baleares y el País Valenciano que se celebró el día siguiente en Mallorca.\\

3 - El mismo año, contestando a A. Fabregat en un libro publicado en Valencia ("Partits polítics al País Valencià", vol. I, págs. 28 a 30), sobre mi posición respecto a los "Países Catalanes", expuse larga y detenidamente mi no identificación con esa tesis, por las razones expuestas en ese libro, cuya lectura recomiendo a todos para clarificar ideas y posiciones. Ni creo en la existencia, ni en la realidad, ni en el futuro de los "Países Catalanes". Podría contar más cosas, pero no creo que merezca la pena. No tiene mayor importancia, al menos en lo que a mí respecta.\\

II

Lo que me ocurre es que siento una profunda admiración por Cataluña, como la siento por otras regiones españolas.\\

Y la siento como pueblo que es, cuando sin fisuras y pasando por encima de sus discrepancias, se sienten profundamente catalanes. Mientras que en Valencia las fisuras nos dividen. Y siento admiración por ella, porque tanto su burguesía, como sus clases medias y sus masas obreras, a las que tantas cosas separan, se sienten ante todo, catalanes y defienden y han defendido su lengua y su cultura; mientras que nosotros, los valencianos, no sólo andamos y hemos andado siempre a la "greña" unos contra otros, dejando las clases sociales más altas y las medias (salvo excepciones) sin defensa de nuestra lengua y nuestra cultura, que si se han salvado de tantos olvidos y abandonos ha sido porque nuestro pueblo llano y popular ha continuado hablando valenciano.\\

Y siento admiración por Cataluña porque es un pueblo que empieza por ensalzar y defender a sus hombres eminentes, sean poetas, escritores, economistas, financieros, profesionales o políticos, aunque discrepen de ellos en lo político o en lo cultural, porque ante todo son catalanes que hacen grande a Cataluña; mientras que en Valencia nos dedicamos a combatir y a discutir al que descuella o sobresale, hasta si es preciso (por envidias, suspicacias o discrepancias) a hacerle abandonar esta tierra. Recordemos que tradicionalmente los grandes valencianos se han tenido que ir a Madrid o a Barcelona. Porque la convivencia en un País que no soporta las personalidades que surgen es una convivencia difícil.\\

En Cataluña, además, en lo político, las derechas aceptan a las izquierdas y éstas a aquéllos y, pese a ser adversarios que se combaten en lo político, sus líderes respectivos se aceptan y respetan, pese a sus discrepancias, porque saben que ningún pueblo es ni será grande si no se aceptan y respetan los discrepantes, y si para ello no se apoyan en sus figuras más relevantes. Mientras que en Valencia, la discrepancia de las derechas a la izquierda y la de ésta hacia aquélla se convierte en amenaza, en insulto y en denigración, cuando no en calumnia y en satírica denigración.\\

Y eso no puede continuar. Hemos de construir un País tolerante y civilizado que deje de estar constituído en una especie de sociedad tribal, en la que los unos sean una amenaza, un temor o una envidia para los otros.\\

III

Quizá esa admiración hacia Cataluña, ciertos acontecimientos históricos y ese rechazo valenciano de los unos hacia los otros, explique suficientemente -junto a otros factores- algunas de las tesis "catalanistas" y, especialmente, que grandes sectores de la juventud universitaria se haya sentido atraída hacia el "modelo" catalán, por sernos el más próximo.\\

Tampoco es ajeno a la aproximación hacia ese modelo, la contemplación histórica y no tan histórica de lo que ha sido la actitud de los sectores más importantes de la burguesía valenciana. Porque es bien sabido que ésta abandonó masivamente -con algunas notables excepciones- la "valencianía" cultural e idiomática para asumir con armas y bagajes una "castellanización" que el pueblo que quiere reencontrar su identidad -y ésta es la actitud de amplios sectores juveniles- le reprocha. Cuando Carlos III quiso devolvernos "Els Furs" y con ellos nuestro Derecho propio y una parcela de nuestra autonomía, la burguesía valenciana, clase social y económicamente dirigente, dijo que no hacía falta. Y los ejemplos históricos pueden multiplicarse hasta nuestros días. Baste recordar su abandono de la lengua y la postergación de nuestra cultura valencianas para comprender quizá parte de lo ocurrido. Lo cual no significa que no debiera penetrar el castellano y la cultura en castellano, que buenas, propias y nuestras son ya, sino no abandonar lo que nos era y nos es aún propio.\\

IV

El valenciano sensato y sereno que quiere progreso social y político está ya harto de tanta exagerada polémica divisoria entre Reyno-Región o País; entre si azul o sin azul; entre si es catalán o valenciano; y entre si el himno o la cultura.\\

Lo que necesitamos es claridad y clarificación, pero sobre todo que nadie se sienta excluído y que los de aquí (castellano o valenciano parlantes) se sientan incluídos en el proceso de engrandecimiento de nuestro Pueblo. Y si alguien quiere continuar afirmando y discutiendo que si somos o no "catalanes", pues muy bien, adelante; y mientras tanto ¡la casa sin barrer! Que grupos o partidos de izquierda se dediquen a emplear en ello la casi totalidad de sus energías, mientras crece el paro lo reprocharán las masas trabajadoras, que quizá ni siquiera les escucharán ni les seguirán. Y que las derechas se dediquen a comabatirles como "agentes" del imperialismo catalán, es también una excelente manera de perder el tiempo.\\

V

Lo que es excesivo es que una derecha "instalada" ataque de "catalanista" a la izquierda y que ésta tache a toda la derecha de "bunker-barraqueta". Eso, además de falso, es miopía. Porque en Valencia hay hombres de la derecha entre los "catalanistas" y hombres de la izquierda de toda la vida entre los que lloran con emoción ante el himno regional (¡que también estuvo prohibido!) o se emocionan ante la "senyera" con franja azul. Al igual que es falso, radicalmente falso, afirmar que todos los que pretendemos la denominación "País Valencià" a "Región" o "Reyno" es porque queremos implantar la tesis de los "Países Catalanes".\\

¡No construyamos, ni divulguemos más fantasmas peligrosos! Dediquémonos todos, las derechas, las izquierdas y el centro a trabajar por este País, pues buena falta le hace, respetándonos los unos a los otros".
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!!2 - La paella de "Els Països Catalans" (LAS PROVINCIAS. 23-7-1978)

Este artículo es el que marca el inicio del giro de Broseta hacia posturas anticatalanistas. Destaca en este artículo el tono exaltado y lejos del tono conciliador que por lo general mostraba siempre, como hemos dicho antes. Asimismo, podemos decir que este artículo es un "clásico", que abre muchos de los tópicos blaveros, como el supuesto "expolio catalán", que pretende incluso la paella y la cerámica valenciana [el difunto líder de UV, Vicente González Lizondo, solía decir en los mítines que "los catalanes nos quieren robar la sartén y la cerámica"]. Curiosamente, incluso en este artículo utiliza todavía el término "País Valenciano". Por otro lado, en este artículo salen a relucir hacia el final las evidentes conexiones que hasta entonces había tenido Broseta con el catalanismo (que él mismo admite), y su voluntad de ruptura con sus antiguos compañeros de viaje. Y en definitiva, de este artículo se desprende una constante de la vida de Broseta, ya apuntada al hablar de su matrimonio con Sol Bacharach: la voluntad de no hacer nada que pueda molestar a la castellanizada burguesía valenciana (en este caso, ser demasiado nacionalista para su gusto).

>>quote<< I

"En los últimos días se han producido dos hechos pletóricos de significado. El primero parece anecdótico -casi folklórico- y el segundo es eminentemente político. Ambos se complementan y ambos unidos son perfectamente coherentes, aunque no los podamos admitir. Conviene meditar sobre ellos, desde una perspectiva política.\\

El hecho, que alguien ha calificado de anecdótico, se produjo en Berlín: en la Semana Cultural Catalana y dentro de la gastronomía catalana, se exhibió la paella. Hace tres días, en el congreso, el diputado catalán Jordi Pujol, expuso y según él con carácter "pedagógico" -explicó-; según las referencias de la prensa -pues aún no he conseguido el "Diario de Sesiones del Congreso"- qué es el "pancatalanismo"; qué es eso de "Els països catalans" y afirmó la "vinculación" del País Valenciano a Cataluña. Jordi Pujol, para defender la federación entre territorios autónomos, parece ser que afirmó que pertenecemos al bloque catalán y-añadió- que esta idea tiene amplio apoyo aquí. Según otros periódicos, parece que el diputado catalán afirmó la "primacía de lo catalán sobre lo valenciano, en punto a voces de capitanía cultural e histórica".\\

Algunos diputados valencianos se indignaron y replicaron al líder de la burguesía catalana y de la banca catalana. La propuesta constitucional fue rechazada.\\

¿Qué significan estos hechos políticamente? Parece conveniente, elevarnos desde la anécdota a la categoría. Así entenderemos las cosas.\\

II

La exhibición de la paella entre la gastronomía culinaria catalana es un desatino, que es innecesario demostrar. Pero ¿entonces qué significa esa apropiación indebida o sea expoliación gastronómica? Pues sencillamente un paso más -y lamento decirlo- de la "escalada" catalana de algunos grupos y personas que pretenden afirmar que somos una comunidad (la valenciana) que simplemente forma parte de una nacionalidad común y superior que es la nacionalidad catalana.\\

Lo afirman como resultado de un simple silogismo que algunos postulan: el pueblo valenciano forma parte de la nacionalidad catalana; la cultura valenciana forma parte de la cultura catalana; luego, si la gastronomía es parte de la cultura, la paella es catalana. Y el mismo argumento aplican a la lengua; si el valenciano es una variante del catalán, forma parte de la cultura catalana y, en consecuencia, es catalán. Y le cambian el nombre, y por ende, ya no hay que decir que hablamos valenciano, sino catalán. El "parlem valencià" debe ser sustituído por el "parlem català", cambiando el nombre de la lengua, pese a que siempre la hemos llamado valenciano. Aussiàs March, ya no sólo escribía en catalán, sino que es catalán. Y la cultura valenciana es catalana. Y el gótico valenciano es catalán; y la cerámica, aunque sea de la zona castellano parlante, y el mueble y la arquitectura también. Y ahora, la paella. Por este camino hemos de decirles que muchos pensamos que cualesquiera que sean las razones históricas que se invoquen, la "senyera" valenciana no podrá ser la cuatribarrada, porque -entre otras razones- la "senyera" de dos territorios autónomos no puede ser idïéntica, a menos que se nos quiera meter en una misma nacionalidad: la nacionalidad catalana. Y eso no lo quiere la casi totalidad del País Valenciano.\\

III

En definitiva, se nos quiere decir que somos la misma comunidad histórica y cultural; y quieren que incluso formemos parte de la misma comunidad política. Seremos así una región de "els països catalans". Y dice el señor Jordi Pujol, que todo eso tiene amplio apoyo en el País Valenciano.\\

Pues no señor. Hay que decirle al señor Jordi Pujol -respetable político catalán, por muchas razones- que se equivoca. Que aquí los ciudadanos se sienten valencianos y no catalanes. Que afirman -diga lo que diga la lingüística- que hablan valenciano, y que gracias al pueblo que así habla y siente se ha salvado la lengua valenciana. Y que nuestra cultura no es la cultura catalana, no sólo porque la cultura es algo considerablemente más amplio y profundo que la lengua, sino, además porque la cultura valenciana es ya indisolublemente dual: valenciana y castellana. Aunque le pese. Porque los procesos históricos son como son, y no como el señor Pujol hubiera querido que fuesen.\\

Pero es que, además, para que una comunidad de ciudadanos de un territorio, pueda afirmarse que posee una nacionalidad o una cultura determinada, en el caso debatido la catalana, es indispensable que esos ciudadanos se sientan catalanes. Y los valencianos no se sienten catalanes sino valencianos. Todo lo demás, son teorías historicistas, voluntarismos maximalistas o deseos de ensanchar las áreas de influencia para practicar la propia política, para practicar o extender la propia economía o para aglutinar más territorio y más habitantes, para -bajo la capitanía de Cataluña- fortalecer su propia política frente al Gobierno central. Porque de eso se trata, como a algunos, desde hace bastantes años, se nos ha explicado con el deseo de catequizarnos.\\

IV

Todo se comprende si se analiza desde una perspectiva política y económica. Y dejemos ahora de lado los tradicionales y reiterados intereses económicos contrapuestos de Cataluña y del País Valenciano, de los que han sufrido bastante labradores y exportadores valencianos, cuando tenían que sufrir los efectos de la política "proteccionista" postulada desde Barcelona.\\

Todo se comprende -como acaba de verse claro en el Congreso de los Diputados- al llegar al momento de postular y defender la tesis del "pancatalanismo". Algunos lo sabemos desde años (como lo saben muchos otros a quienes también se les explicó la "teoría") y por eso no lo aceptamos. Entre otras muchas razones, porque a un pueblo que está esforzándose en retrobar su propia identidad de pueblo diferenciado -de verdadero pueblo valenciano- lo único que no se le puede decir es que comparte la nacionalidad catalana; o que su "senyera" será idéntica a la catalana. Porque no lo siente, ni es así. Y si se le insiste y se le vuelve a insistir, al final se irrita y reacciona. Y se enzarza en disputas y en querellas y defiende su identidad. Partiendo de este sentimiento, todos los excesos son posibles, aunque sean reprobables y condenables.\\

V

Todo esto tiene un nombre y siento profundamente pronunciarlo: es una verdadera expoliación cultural y nacional. Y buena prueba de ello es que la mayoría de los catalanes ni lo sienten ni lo quieren. Así lo comprendió la Asamblea de Cataluña, cuando en mayo de 1974 se lo explicamos unos cuantos valencianos. Su sorpresa fue, precisamente, que antes otros valencianos les habían intentado convencer de lo contrario. Tampoco lo cree Tarradellas y con él otros muchos catalanes, tan respetables como los que creen lo contrario. Ni lo cree el "Plenari" de Parlamentarios valencianos.\\

VI

En el fondo de tanta campaña para que cambiemos a la lengua el nombre de valenciano por catalán, que aceptemos que la cultura valenciana no es tal, sino catalana; que afirman que es indiscutible que la "senyera" fue y debe continuar siendo la "cuatribarrada"; y que nuestra cerámica, nuestro arte y nuestra arquitectura es catalana, late el deseo de algunos de crear pilares básicos desde los que al final, acabemos aceptando que somos "països catalans" y que, en definitiva compartimos la nacionalidad catalana.\\

Y lo digo -pese a que muchos les irrita- con profundo respeto por quienes así piensan. Pero yo no lo pienso, y pese a todo, he sentido la necesidad de decirlo. Entre otras cosas, porque desde hace años lo estoy discutiendo con ellos. Y lo digo, pese a quienes después escriban, que nadie me ha dado vela en este entierro, o que practico el "toreo de salón". Como si para torear miuras -en política- fuera indispensable tener un acta de diputado, después de mendigarla en los pasillos de Madrid; un pase de Iberia e ir al Congreso a estar casi siempre callado y después protestar airadamente por los riesgos que otros, diputados o no, con su opinión tienen que soportar".
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Es necesario que notemos la astucia (o deshonestidad) practicada por Broseta. Puesto que se hace el despistado, y dice no saber exactamente lo que había dicho Jordi Pujol [el 19 de julio, para ser exacto] en el Congreso de los Diputados, cuando por el contexto y posterior exposición da a entender que lo sabía perfectamente. Mira por dónde, nosotros hemos tenido acceso a esas palabras, ya la posterior réplica de algunos diputados valencianos (en este caso incluso del PSOE, y es que los socialistas valencianos, por miedo absurdo, siempre han acabado condescendiendo con el anticatalanismo de la derecha, como lo muestra claramente la aceptación de toda su simbología que hicieran en el Estatuto de Autonomía valenciano).

Jordi Pujol había dicho simplemente que "la identidad histórico-cultural de Cataluña, el País Valenciano y las Islas es la que forman los Países Catalanes". Pin Arboledas, diputado de UCD y futuro ponente del Estatuto valenciano, amenazó con serias reservas si se proponía un pacto político en el País Valenciano desde Cataluña. Jarabo Payá de AP, se esforzó por demostrar que el valenciano no es catalán. Sotillo, diputado del PSOE por Castelló, respondió que "si se permitieran las federaciones [de Comunidades Autónomas] se podría dar el caso de la colonización de una región sobre otra más débil" [Extraído de D.A. Catalunya. Libro del año 1978. Barcelona. Ediciones 62. 1979. P. 122].

!!3 - Problemas valencianos (LAS PROVINCIAS. 24-9-1978)

Este artículo, escrito dos meses después del anterior, demuestra un rasgo esencial del talante de Broseta. Y éste no es otro que los pasos adelante y atrás en una misma dirección. Esto confundía mucho a sus adversarios políticos, y quizás era una táctica premeditada. En este caso, podemos afirmar que en este artículo, sin manifestarse abiertamente catalanista, sí se considera filocatalanista. Y en cualquier caso, el tono es mucho menos agresivo (algo por lo demás muy sorprendente en Broseta), que en el anterior artículo. Por cierto, sigue usando el término "País Valenciano".

>>quote<< I

"En este País Valenciano nuestro aún hay muchas cosas que clarificar. Para contestar a las calumnias y mentiras que se han dirigido contra mí, era indispensable decir todo un conjunto -largo y grave- de cosas que contadas ahora, quizás hubieran complicado más la "efervescencia" de los cenáculos políticos de ese gran "café" de barrio o e "patio de vecindad" al que algunos parecen querer reducir la política valenciana. Quizá porque ni pueden ni saben practicar otra "política". Hubo quien, desde las páginas de un periódico de Barcelona, llegó a insinuar que si no me he atrevido a rebatir sus mentiras y calumnias, es porque eran ciertas. ¡No se equivoque usted, "señor articulista", que de todo se hablará en su día cuando se apague el incendio!\\

Pero lo único que no podemos hacer ahora es continuar sembrando vientos que aticen el fuego -como constantemente están haciendo algunos de los que no merece la pena ni hablar y mucho menos contestarles-, porque como pueblo, precisamente ahora, nos estamos jugando demasiado los valencianos.\\

II

Una de las mayores falacias que se manejan por esos "cenáculo" es que algunos -¡y por supuesto ya se me incluye entre ellos!- estamos haciendo "anticatalanismo" y que sólo practicamos una política "anti", incapaces de construir un proyecto para el País Valenciano. Quienes son capaces de hacer ese proyecto, es algo que pronto se verá.\\

Yo sólo hablo y escribo en nombre propio y sólo de los que yo pienso. A nadie agrupo, por nadie hablo, ni a nadie intento arrastrar, pese a que han llegado a afirmar lo contrario. Estoy solo, absolutamente solo, y sólo digo lo que pienso. En el proceso de su insensato análisis político han llegado a afirmar -después de privarme de mi condición de "demócrata", como si tuvieran algún título para hacerlo- que estoy intentando crear un partido político, con determinadas fuerzas políticas que incluso mencionan. Para general tranquilidad de la "concurrencia" temerosa, diré que nada más lejos de mis intenciones que intentar crear ese "fantasmal" partido político. El que lo está intentando es otra persona. Así es que, ¡tranquilos!, y que ¡Santa Lucía les conserve la vista!\\

III

¡Y digámoslo de una vez! Por Cataluña somos muchos los que sentimos una profunda admiración. Yo el primero y lo he escrito varias veces. Ya quisiéramos aquí tener la burguesía catalana, los intelectuales y los políticos que tienen los catalanes. Entre otras cosas, porque desde su "conciencia" de ser catalanes han construído un gran pueblo, unido y fuerte.\\

¡Y digámoslo también, claro! Por razones históricas, culturales y políticas hemos tenido y debemos tener en el futuro buenas y estrechas relaciones con Cataluña. Yo mismo firmé -consciente de lo que hacía- en la época de la "predemocracia clandestina" un documento político, en el que se hablaba de "l'establiment de lligams especials amb Catalunya", pues, si no recuerdo mal, ésta era la expresión utilizada. Las discrepancias nacen de la forma en lo que cada uno entiende esas relaciones con Cataluña.\\

Pero una cosa es eso y otra muy distinta quién lo hace, cómo se hace, cuándo se hace y sobre todo qué es lo que se sacrifica en el proyecto. Hasta que estemos en situación de hacerlo, habremos de mantener las distancias. El País Valenciano tiene su propia idiosincrasia, su propia fuerza, su propia personalidad y su propio peso económico. Cuando todo esté aquí claro y robustecido, con una burguesía alineada y consciente de un proyecto estrictamente valenciano; con unos partidos políticos sin las "fomentadas" divisiones por este tema; con un pueblo en pie -y yo soy de quienes piensan que aún no lo tenemos-, será llegado el momento de establecer las relaciones que sean pertinentes si el pueblo lo decide pero sin que antes cuatro políticos suplanten la voluntad popular.\\

Y hablaremos a Cataluña de tú a tú. Y negociaremos lo que haya que negociar. Y en ese momento podrán discutirse nuestros conflictos recíprocos -económicos o no-, para sacar para Valencia lo que debemos sacar. Una de las mayores y mejores virtudes del político es saber escoger el momento del "encuentro" y el lugar. Antes de ese momento -el júbilo de unos, o el desconcierto de otros- puede conducir al "entreguismo" o, al menos, parecerlo. Y tanto una como otra cosa son políticamente negativas.\\

Mientras tanto, cada uno en su casa, barriéndola o construyéndola. Las precipitaciones en política -menos para quienes desde años las desean- son siempre contraproducentes. Estamos empezando el camino y el proyecto político para Valencia. Tiempo habrá. Y quizá no sea necesario esperar mucho. Construyamos nuestro País Valenciano, para después, conscientes de lo nuestro, poder negociar con Cataluña, lo que la Constitución y el pueblo valenciano quiera. Al menos, claro está, que lo nuestro y lo de ellos todo es lo mismo. Pero quienes no lo creemos así (porque primero queremos una Valencia "gran i forta") tenemos el deber de esperar.\\

IV

Con todos los respetos hacia Cataluña y hacia su presidente Tarradellas, hay que decir varias cosas. Que necesitamos elaborar y construir entre otras cosas, nuestra política económica y financiera, para, conocedores de nuestro enorme potencial económico si está unido, y de los conflictos económicos con Cataluña, después negociar y resolver. Pero de tú a tú. Y con nuestra propia unidad económica.\\

Porque mientras tanto hay demasiados problemas, en los que si entramos sin la debida fortaleza política y económica, el País Valenciano puede perder. Pensamos lo que significa -entre otras muchas cosas- el acabar de decidir -y son unos pocos ejemplos y no los más importantes- si el puerto comercial de Madrid radica en Alicante y en Valencia o en Barcelona. O si el puerto de Aragón es Valencia o Barcelona. O si conseguimos o no la autopista de Valencia a Madrid, antes que la de Barcelona a Madrid. O si se acaba o no la línea de ferrocarril a Francia por Canfranc.\\

Son demasiadas las cosas que nos jugamos de presente y de futuro, en nuestros potenciales conflictos económicos con Cataluña para no andar con cautela.\\

V

Porque mientras tanto, hay quien se escandaliza porque el presidente Albiñana no hubiera acudido a Baleares para "jugar" al "personalismo" político de Tarradellas. Yo que me enteré cuando la decisión de no ir de nuestro presidente Albiñana estaba tomada -pese a que un malévolo periodista valenciano afirmara lo contrario y me achacara parte de la decisión de no ir- lo entendí como una prudente y sabia decisión política. Además de que ese día le esperaban los valencianos de un pueblo de Alicante. Ya habrá tiempo para los "encuentros". Mientras tanto, que el señor Tarradellas espere. Que es de políticos prudentes escoger el lugar y el momento.\\

Sobre todo cuando -además- ni los periodistas se escandalizan de que una autoridad municipal como la de Alicante rinda honores a Tarradellas en el mismo lugar en que semanas antes desairaba al presidente del Consell del País Valenciano, Albiñana.\\

VI

P.S. - Para tranquilizar a un ilustre contradictor mío de las páginas de "Levante", le diré dos cosas: cuando tomé posesión de mi cátedra de la Universidad de Valencia no juré los Principios del Movimiento; y, además, por no jurarlos retrasé durante más de seis meses mi incorporación al Colegio de Abogados. No los he jurado jamás. Y como él mismo suele decir, "Mare de Déu quina falta d'informació". Antes de hablar de hechos personales de los demás conviene enterarse mejor".
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!!4 - València forta i gran (LAS PROVINCIAS. 28-1-1979)

En este artículo, Broseta parece ya cómodamente instalado en el regionalismo españolista de la castellanizada burguesía valenciana (aunque esboza una ligera crítica a esta castellanización). Y la prueba es que ya no usa el término "País Valenciano", sino sólo el de "Región". Sin embargo, es interesante la parte final de este artículo. Broseta, como hombre inteligente que era y muy observador de la realidad, es consciente del monstruo que ha contribuido a crear (la violencia blavera), y esto hace que haga una crítica bien directa (algo raro en él, que prefería las ambigüedades, como ya hemos visto).

>>quote<< I

"Cualquier momento en la vida de una comunidad es bueno para que los hombres y las mujeres que la integran analicen sus problemas y sean conscientes de sus decisiones. Los valencianos tenemos especiales problemas internos, pese a que nuestra Región es quizá la que con menor gravedad está soportando la problemática económica y social que el Gobierno, los partidos democráticos y las centrales sindicales están intentando resolver.\\

Pero pese a ello, parece evidente que los valencianos, empeñados en reencontrar nuestra propia identidad de pueblo diferenciado, estamos enzarzados en disputas y querellas internas, que nos dividen y nos debilitan. Andamos divididos y confundidos.\\

Mas los valencianos debemos empeñarnos, una vez más, en iniciar y fortalecer un profundo movimiento popular, que desde el corazón y pasando por la razón, nos conduzca como resultado a construir la Valencia "forta i gran", que históricamente fue y que puede y debe volver a ser, porque poseemos todos los medios para conseguirla, si trabajamos unidos y serenos.\\

Mas ¿qué debemos hacer para conseguirlo?\\

II

Debemos partir de una afirmación previa: somos una comunidad que posee una personalidad propia y definida, que siendo ya irremediablemente dual -lo que nos da mayor fortaleza- está integrada en la superior comunidad española. Por ello, sin debilitar nuestra condición de españoles, debemos fortalecer nuestra personalidad de valencianos que, necesario es decirlo, hemos olvidado en demasía durante muchísimos años. Todo ello se sintetiza en la afirmación "som valencians" que nos surge del sentimiento y debe pasar por la razón.\\

Mas ¿cómo fortalecer nuestra personalidad valenciana? Varios son los caminos que ante nosotros tenemos abiertos.\\

El primero ha de ser fortalecer nuestra propia lengua, la lengua valenciana, que pese al secular olvido desde el centralismo y desde un cierto sector de la burguesía valenciana, sobrevive potente y fuerte en grandes sectores del pueblo valenciano. Hemos de enaltecer y agradecer a los hombres y mujeres valencianos que la han mantenido viva y, especialmente, a los de los pueblos y comarcas que han salvado la lengua valenciana de la postergación y del olvido. Y hemos de potenciarla sin menoscabo del castellano, que es ya tan nuestro que nos sirve de unión con el resto de los españoles.\\

III

El segundo camino para alcanzar una "València forta i gran", es ser conscientes de que poseemos una cultura propia, la cultura valenciana, que se expresa ya tanto en valenciano como en castellano. Porque ¿quién puede dudar ya que nuestro Blasco Ibáñez o nuestro Miró o nuestro Miguel Hernández, cuando escriben en castellano, están haciendo también cultura valenciana de repercusión universal, porque son grandes valencianos que traducen nuestra idiosincrasia por un medio de expresión que como el castellano es ya también nuestro? Basta leer "La barraca" o los "Cuentos valencianos" de Blasco Ibáñez, para comprobarlo. ¿De qué sirve atacar -como se hizo y hace desde algún sector- esta realidad indiscutible? Sólo por debilitar nuestra cultura valenciana, que es irremediablemente dual, castellana y valenciana, y para debilitarnos como pueblo con personalidad propia.\\

Pero es que tenemos también una historia propia que cabe resaltar y enseñar. Como tenemos una geografía y una gastronomía, y un folklore y unas fiestas y unas costumbres que reivindicar, para que los valencianos -dentro de España- seamos cada vez más conscientes de nuestra personalidad, más solidarios y más fuertes. Para incrementar nuestra vinculación a lo nuestro y nuestro amor a esa Valencia que todos queremos "forta i gran".\\

Sin complejos y sin ataques a otros españoles, miembros de otras comunidades próximas o lejanas.\\

IV

Precisamente por ello hemos de decir a todos, que no son admisibles ni los ataques personales, ni las calumnias y difamaciones, ni las bombas dirigidas a los discrepantes. Todos somos y hemos de ser valencianos por encima de nuestras discrepancias. Y precisamente en este sentido quiero singularizar dos cosas.\\

Es la primera, el contenido de dos pintadas que leí ayer en una valla de una calle valenciana, en las que se ataca y se insulta a los catalanes. Y eso no puede ser. Una cosa es que discrepemos de algunos catalanes que, muy minoritariamente, defienden la concepción de los llamados "Países Catalanes", y otra muy distinta e inaceptable que unos valencianos insulten a los catalanes. Porque Cataluña es un pueblo grande y que estuvo, hace siglos, muy próximo a nosotros en determinados momentos históricos y, además, porque sin abdicar de nuestra condición de valenciano con Cataluña, como con cualquier otro pueblo de España, hemos de convivir. Tenemos en Valencia muchos catalanes trabajando con nosotros, cuya solidaridad y cuyo afecto los valencianos hemos conquistado y debemos mantener. Lo otro, o sea, el insulto, es una ofensa no ya a Cataluña sino a nuestra dignidad de valencianos.\\

La segunda cosa que quiero decir es que nosotros los valencianos, cualquiera que sea nuestra concepción de lo que es Valencia, ni podemos ni debemos menospreciar lo nuestro. No parece lícito que, por defender una ideología propia, haya quien menosprecie la "barraca", o nuestro "Himno Regional", o las fallas, calificadas peyorativamente por algunos de "folklóricas", o tache a la "senyera" con franja azul de fascista.\\

Todo eso es nuestro, exige nuestro respeto y sólo respetándolo y fomentando esas y otras muchas cosas nuestras, podremos construir la "València forta i gran" que queremos".
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!!5 - Una auto(vía)pista para Valencia (LAS PROVINCIAS. 11-9-1988)

Hemos seleccionado este último artículo para comprobar la orientación de Broseta en sus últimos tiempos. Así, en este artículo, por encima de las consideraciones económicas que hace, pues no en vano, como profesor de Derecho Mercantil es éste un tema que siempre trató, queremos llamar la atención sobre la urgencia y necesidad que muestra por una conexión entre València y Madrid. El Broseta de los últimos años parece haber asumido todos los valores de la castellanizada burguesía valenciana, con la que había emparentado por su matrimonio con Sol Bacharach. Y de entre ellos, de forma esencial figura el de este vínculo con Madrid (que implica como contrapartida, la animadversión con Cataluña, con lo que de paso contenta la burguesía valenciana a los madrileños). Incluso, tanto para Broseta como para la burguesía valenciana, parece ser más importante el vínculo económico con Madrid que con el resto de Europa (vínculo este garantizado por la autopista AP-7, que pasa, por supuesto, por el Principado), idea sorprendente en cualquiera de los casos, y cuyo juicio dejamos al lector.

>>quote<< "El reto social está planteado y se sintetiza en la siguiente pregunta: ¿Pueden las autovías que proyecta el MOPU para unir Valencia y Madrid satisfacer las necesidades del presente y del futuro de Valencia cuando estén terminadas?

Una respuesta exige dilucidar varias cuestiones.\\

I

El proyecto oficial diseñado desde el Ministerio madrileño consta de dos partes: convertir en autovía la carretera actual más larga de Madrid a Valencia por Albacete, que supone un trayecto de 100 kilómetros más que la actual N-III por Motilla del Palancar, y convertir en autovía alrededor de los 2/3 de la actual carretera nacional, pero no en su totalidad.\\

La oferta y la decisión del MOPU parecen inadecuadas e insuficientes. Tanto según las necesidades actuales de Valencia, como para las futuras, si Valencia quiere, como puede, convertirse en el primer puerto español del Mediterráneo. Es inadecuada, porque es inaceptable que nos ofrezcan una autovía que alargará en 100 kilómetros la distancia con Madrid. Es inadecuada la segunda oferta, porque es incompleta al mantener 1/3 de su trazado en su lamentable situación actual.\\

Demasiado larga una autovía lo que la hará siempre rechazable e impracticable para unirnos a Madrid. Incompleta e insuficiente la otra autovía.\\

II

Frente a esta oferta viaria, el presidente de la CEV ha pedido unir Madrid a Valencia no por las autovías proyectadas, sino por una autopista, libre o en su defecto de peaje, como única solución al tráfico actual de pasajeros y de mercancías y a la expansión del futuro económico y social de Castellón y de Valencia. Para convertir a nuestra Comunidad en el factor dinámico que debe ser, en un mundo moderno en el que las comunicaciones por autopista y no por autovía son factor esencial y determinante de su desarrollo económico y social.\\

Esta iniciativa empresarial demuestra la vitalidad de un sector de la sociedad civil valenciana, quizá nuestro único sector dinámico, de esta sociedad civil que los sociólogos modernos afirman ser más importante que la estatal, que la administrativa o pública o que la política.\\

III

Las autovías propuestas parecen insuficientes para las necesidades del tráfico presentes y mucho más para el futuro. Y son, en todo caso, insuficientes si se desea fomentar la presencia económica de nuestra Comunidad en el resto de España.\\

Ya serían insuficientes ahora, en el supuesto de que estuvieran terminadas, porque el actual tráfico de mercancías y de pasajeros no abandonaría la ruta más directa de la N-III para utilizar la más larga por Albacete que supone hacer 100 kilómetros más de carretera. Ni el coste económico, ni el tiempo empleado, ni las directivas de la CEE sobre tiempo máximo de conducción al volante harán utilizable esta solución larga, que al parecer de los expertos nace fallida para unir Madrid a Valencia. ¡Parecemos dispuestos a repetir el error histórico del ferrocarril a Madrid por Albacete, que es la causa de nuestras terribles comunicaciones ferroviarias con Madrid!\\

IV

Pero por donde más se nota la insuficiencia de las autovías es si se las contempla desde la perspectiva de lo que necesita nuestra Comunidad para asumir en el futuro la importancia social y económica que nos debe corresponder.\\

Desde esta perspectiva, Valencia es la primera región exportadora que necesita comunicaciones con todas las capitales de España, y Madrid es la más importante de todas. Valencia y Castellón -pues Alicante tiene su propia conexión directa- deben convertirse en los puertos de Madrid, de Castilla entera y desde ella en los puertos del tráfico mediterráneo hacia el Cantábrico. Con la autopista que se pide, Castellón y Valencia se convertirían incluso en paso del tráfico de mercancías de Madrid a Cataluña y de Cataluña a Madrid, porque éste preferiría hacerlo todo por autopista, como ocurre en toda Europa. Y por aquí pasaría todo el tráfico a Madrid y a la mayor parte de Castilla, proveniente del Mediterráneo y de toda la Europa del Sur.\\

V

En suma, que el futuro económico y social depende en parte de las comunicaciones, y para las de carretera la autopista es insustituíble como lo demuestra la Europa occidental.\\

La autopista con Madrid es esencial para nuestro futuro. Para comprenderlo así pensemos lo que sería hoy de Alicante, de Castellón y de Valencia sin la autopista que las une. El mayor caos reinaría en nuestra Comunidad sin esta autopista. Imaginemos lo que sería el tráfico Madrid-Valencia con autopista, y su incidencia en el futuro de nuestra Comunidad.\\

El presidente de la CEV, Pedro Agramunt, brindaba ayer la tarea al Presidente de la Generalidad. Tarea de los políticos es estudiar los proyectos para hacer posible lo que imposible parece y para convertir en realidad lo que parace utopía".
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